Los artistas holguineros homenajearon a Holguín, su historia, cultura e identidad. Foto: Adrián Verdecia.

Un canto al Holguín que queremos

La de anoche fue una hermosa y merecida velada. Un encuentro con Holguín, su historia, cultura e identidad. Una cita para celebrar, desde el arte, nuestras tradiciones, a 304 años de la fundación del pueblo de San Isidoro de Holguín.

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La gala en la plaza principal, el Parque Calixto García, dirigida por Oreste Saavedra, tuvo a la centenaria Banda Provincial de Conciertos como anfitriona. Bajo la batuta del maestro Daniel Sosa, los músicos acompañaron a los solistas Lucrecia Marín, Marien Hernández, Daniel Arseri y Nadiel Mejías, en piezas de compositores holguineros como Alfredo “Chiquitín” Morales, Juanito Márquez y Manuel de Jesús Leyva.

Completaron el elenco del espectáculo “Holguín, la ciudad que queremos”, el cuarteto vocal Feeling Voices, la Compañía de Narración Oral Palabras Al Viento, Los Guayaberos, el proyecto Poiesis de la bailarina y coreógrafa Vianki González, el Teatro Lírico Rodrigo Prats y la Compañía Folclórica La Campana.

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El Coro Orfeón Holguín, dirigido por la maestra Marilín Aldana, interpretó cerca de la medianoche el Himno de Holguín. Foto: Adrián Verdecia.

Cerca de la medianoche, los presentes entonaron junto al Coro Orfeón las notas del Himno de Holguín, cuya letra escribió el coronel del Ejército Libertador Pedro Martínez Freyre y la música se le atribuye al notable compositor y músico José María Ochoa.

Como cierre, la emblemática orquesta Original de Manzanillo, que tiene como líder al Premio Nacional de Música Wilfredo “Pachy” Naranjo, ofreció un concierto como regalo a la ciudad y su gente.

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La Orquesta Original de Manzanillo es una de las más aclamadas charangas de la isla. Foto: Adrián Verdecia.

En una fecha cercana al 4 de abril de 1545, el capitán extremeño Francisco García Holguín traslada su antigua encomienda de El Yayal hasta Cayo Llano, como se conocía entonces a la región donde se ubica actualmente la ciudad, y funda aquí su hato, una porción de tierra dedicada a la crianza de ganado mayor.

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Casi dos siglos después, en 1720, el lugar se convirtió en pueblo y adquirió el nombre de San Isidoro de Holguín, en honor a este santo católico que la Iglesia celebra cada 4 de abril y a su primer propietario, quien nos legara el gentilicio de “holguineros”.

Aniel Santiesteban García
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