Frente a una de sus icónicas obras de toros en la Exposición “Pinturas Rupestres”, en un tono de explicación de un gran maestro el Premio Nacional de las Artes Plásticas 2020, Rafael Zarza, sostuvo un ameno diálogo para este sitio digital, desde el Centro Provincial de las Artes Visuales en Holguín.
Maestro, usted recibe el Premio Nacional en reconocimiento a toda una vida artística, ¿lo esperaba?
-“Los premios siempre te sorprenden. Yo nunca pensé que lo iba a recibir. Estuve propuesto por 10 años, pero agradezco al jurado por otorgármelo”.
¿Lo considera el mejor premio para usted?
-“Es uno de los mejores premios que se están dando hoy en Cuba. Creo que también hay que crear más premios que estimulen a los artistas. Pienso que hay que tener más talleres donde los muchachos jóvenes puedan ir y pintar que tengan materiales para trabajar. Eso es más importante que los premios”.
¿Cree que el arte de pintar es un sacrificio?
-“Sí, es un gran sacrificio de noches enteras, de dejar de salir, de pasear. Tienes que trabajar mucho”.
En un contexto actual complejo, ¿usted se aísla para crear sus obras?
-“Pintar es complicado en cualquier lugar del mundo. En una ocasión leí que Fernando Botero, el pintor colombiano, llegó a vender en ferias en Medellín, obras en veinte dólares para sobrevivir. Hoy sus obras valen millones”. Todos los artistas pasan trabajo. Yo empecé dibujando mapas cuando me gradué .Siempre aprendí. Es muy difícil, muy duro”.
¿Qué le sugiere a los jóvenes pintores de hoy?
-“Le digo a los jóvenes que pinten, que trabajen mucho. Hoy en día se gradúan y los ubican en lugares. Yo empecé dibujando mapas y me sirvió mucho también”. Yo le digo a los jóvenes que pinten”.
Usted afirma que ha tratado de llevar a su obra la historia y que le resulta vital. ¿Cómo relaciona la pintura de Iberoamérica desde la Fiesta de la Cultura Iberoaméricana en Holguín?
-“Yo digo que la cultura Iberoaméricana es mucho más amplia en el mundo. Tiene de la influencia de España y de África que está insertada en nuestra cultura, en la cultura Iberoaméricana“.
“Hoy se trata de rescatar la cultura de los indocubanos en el Oriente del país. En las zonas montañosas se realizan búsquedas y contactos con familias descendientes de ellos”.
“Muchos se asentaron ahí huyendo de aquella situación de la represión de la conquista, porque, como dijo Fernando Ortiz, quitan y dan”, afirmó el artista cubano.
Zarza, con la mirada en una de sus obras preferidas de la muestra “Pinturas Rupestres” sonríe y agradece el diálogo, en una expresión de modestia y naturalidad, impresionantes para un creador con múltiples lauros internacionales, exposiciones personales y colectivas en galerías de Francia y otras naciones.
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