Patria, La demajagua

Amanecer Patria: 10 de Octubre de 1868

La recordación del 10 de Octubre de 1868 convoca a los cubanos a reafirmar el sentimiento patriótico y revolucionario que dio inicio a las luchas por la independencia de Cuba; ese amanecer insurrecto contra el colonialismo español rompió el primer eslabón de la injuriosa cadena de la esclavitud en la Isla y gestó la rebeldía y el humanismo que se enarbolan desde entonces.

Ese hecho protagonizado por Carlos Manuel de Céspedes cambió el rumbo de la historia de Cuba y marcó la radicalización del pensamiento revolucionario. Fue el comienzo de un proceso independentista continuo hasta 1959 cuando el pueblo cubano logra definitiva y legítimamente su libertad y soberanía.

El  ingenio La Demajagua no solo fue escenario histórico para que Céspedes liberara a sus esclavos y alzara en armas a los cubanos, allí se firmó el Manifiesto del 10 de Octubre, primera declaración de independencia de Cuba y programa de la Revolución, que expuso las causas de la lucha por la emancipación “… España gobierna a Cuba con brazo de hierro ensangrentado…”.

Inició así la Guerra de los Diez Años (1868-1878) que tuvo un carácter nacional-liberador, democrático y antiesclavista, a la vez de ser una etapa esencial en la consolidación de la nacionalidad cubana durante la cual nacieron los símbolos patrios: la bandera, el himno y el escudo. Esa gesta libertaria no logró la independencia, pero sí la aprobación de la primera Constitución de Cuba, además de reafirmar el ideal de lucha contra el colonialismo español y la esclavitud, contribuyendo a su abolición en 1886.

Los sucesos revolucionarios a partir del 10 de Octubre de 1868 destacaron a Céspedes como líder del movimiento independentista. Reconoció José Martí las múltiples cualidades de aquel hombre extraordinario: “(…) De Céspedes el ímpetu (…) el volcán, que viene, tremendo e imperfecto, de las entrañas de la tierra (…) De Céspedes el arrebato (…) desafía con autoridad como de rey; y con fuerza como de la luz”.

Exaltó su valentía y grandeza en ser el primero en obrar “(…) aquel pleitista, aquel amo de hombres, aquel negociante revoltoso, se levantó como por increíble claridad transfigurado. Y no fue más grande cuando proclamó a su patria libre, sino cuando reunió  a sus siervos, y los llamó a sus brazos como hermanos (…)”.

Céspedes se impuso con gran acierto como representante del pueblo en una hora decisiva de la historia. “Padre de la Patria”, merecido mérito por ser el iniciador de la gesta independentista cubana, por su liderazgo y patriotismo; por su altruismo, valentía y lealtad a la causa revolucionaria. Toda Cuba recuerda hoy el 155 aniversario de ese hecho histórico expresión de identidad nacional.

Yamila Pupo Otero

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