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Estudios científicos avalan que correr prolonga la vida con mejor calidad en la salud. Foto: Archivo

Correr para alargar la vida con calidad y salud

Hace tiempo que digo que el próximo lunes voy a correr, pero no soy explicito con la fecha exacta. Ahora leyendo algunos informes sobre la salud humana me he encontrado que el hombre que llega a los 40 y es obeso tendrá siete años menos de vida y otro confirma que correr alarga la vida.

Sobre lo segundo me voy a referir porque se ha confirmado que las personas que quieran vivir una vida larga y saludable quizá deban comenzar a correr.

Un estudio publicado demuestra que los miembros de mediana edad de un club de atletismo tenían la mitad de posibilidades de morir durante un periodo de 20 años que las personas que no corrían.

Los científicos fueron bien claros a la hora de exponer sus argumentos al confirmar que correr redujo el riesgo, no sólo de sufrir una enfermedad cardíaca, sino cáncer y enfermedades neurológicas como Alzheimer, según científicos de la Universidad de Stanford en California, EE.UU.

“Diecinueve años después, el 15 por ciento de los corredores había muerto en comparación con el 24 por ciento de los que componían el grupo de control”, escribieron la doctora Eliza Chakravarty y sus colaboradores en Archives of Internal Medicine.

Cualquier tipo de ejercicio activo probablemente desemboca en los resultados deseados, según el doctor James Fries de Standford, que trabajó en el estudio.

“Tanto el sentido común como la ciencia de referencia apoyan la idea de que no hay nada mágico en correr de por sí”, dijo Fries, quien agregó: “Es la actividad física regular lo que es importante”.

El equipo supervisó a 284 miembros de un club de atletismo nacional y 156 personas similares y sanas como grupo de control. Todos eran personal de la facultad y tenían antecedentes sociales y económicos similares, y una edad de 50 años o más.

Desde 1984, cada voluntario rellenó una encuesta anual sobre frecuencia deportiva, peso e incapacidad para ocho actividades: ponerse de pie, vestirse y asearse, higiene, comer, andar, alcance, agarre con la mano y actividades físicas rutinarias.

La mayoría de los voluntarios hacían algo de ejercicio, pero los corredores se ejercitaban hasta 200 minutos a la semana, en comparación con los 20 minutos de los no corredores.

Al principio, los corredores eran más delgados y menos propensos a fumar en comparación con el grupo de control. Y se ejercitaron más a lo largo de todo el periodo de estudio en general.

“Con el tiempo, todos los grupos redujeron su actividad corredora, pero el grupo de corredores continuaron acumulando más minutos a la semana de actividad enérgica de todos los tipos”, escribieron los científicos.

“Los miembros de los grupos de corredores tenían niveles de incapacidad significativamente menor en todo el estudio”, añadieron.

El equipo también trató de responder si comenzar a correr con una edad avanzada beneficiaría y si las personas que dejaron de ejercitarse comenzaron a pagar un precio cuando se hicieron mayores.

La mayoría de los corredores dejaron de correr siendo septuagenarios, dijo Fries, pero fue difícil encontrar personas que dejaran el ejercicio totalmente. “Casi todos ellos hacían algo más. Continuaron con su ejercicio enérgico”, indicó.

Las personas que comenzaron a hacer ejercicio cuando eran mayores también mejoraron su salud, manifestó.

El estudio también mostró que la excusa del riesgo de lesión no sirve para no correr: los corredores sufrieron menos lesiones de todos los tipos, incluyendo en las rodillas.

¿Corremos los holguineros?

Niuris y Rafael, dos médicos, regularmente visitan el área deportiva El Feliu, donde previo calentamiento, corren de 40 minutos a una hora, y confiesan sentirse mejor luego de ejercitarse, y extrañan cuando no pueden hacerlo por la ocupación laboral o los días lluviosos.

José, empleado de la industria turística local, siempre viste la ropa más apropiada, pero prefiere correr con el torso desnudo para que el sudor no se le pegue a la camiseta, y una o dos veces por semana asiste también a esta pista, donde ha hecho amigos enemigos del sedentarismo.

Otros como el sacerdote argentino Marco, ya holguinero por residencia, corre casi a diario, no tanto para rebajar como para que el oxigeno le llegue a cada célula del organismo, sentirse mejor y cuidar, de esta manera, su salud.

Luego de conocer lo que argumentan los científicos sobre la necesidad de correr para vivir más vale buscar tiempo al tiempo en nuestra moderna, pero estresante vida, para hacer valedero aquello de “cuerpo sano en mente sana” y mejorar la calidad de vida del cubano.

José Miguel Ávila Pérez
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