Dibujo, virus boca-mano-pie

Por un manejo efectivo del virus boca-mano-pie

Durante las últimas semanas en la provincia de Holguín es un motivo de preocupación entre los padres, sobre todo los que tienen niños en círculos infantiles, la aparición de casos con fiebre alta, manifestaciones respiratorias y lesiones en boca, manos y pies. Entonces, ¿qué deben conocer las familias holguineras al respecto?

El virus boca-mano-pie suele encontrarse entre los 10 más recurrentes en la infancia. Es una infección viral que afecta principalmente a niños pequeños, aunque no es exclusiva de estas edades. Es causada principalmente por la familia de los Enterovirus, en específico por el Coxsackie A16 y el Enterovirus 71.

Según describe la bibliografía consultada, sus síntomas típicos incluyen además dolor de garganta, llagas dolorosas en esas áreas que pueden extenderse en ocasiones al área de los glúteos.

Es motivo de preocupación porque las erupciones a la vista resultan dolorosas y pueden pasar de ser pequeñas ampollas a tener un mayor tamaño, aunque por lo general no son graves.

Al ser una enfermedad con un curso autolimitado los pediatras y epidemiólogos recomiendan aplicar medidas higiénicas, ofrecer la comida preferida del niño, abundantes líquidos y medicar ante fiebre elevada. En la mayoría de los casos resulta leve y los síntomas desaparecen por sí solos, tras pocos días de evolución.

Su forma de trasmisión es principalmente a través del contacto directo con las secreciones respiratorias, las heces fecales o las ampollas de algún infectado. De ahí que el contagio es más frecuente en instituciones y hogares dedicados al cuidado de la primera infancia porque los niños suelen utilizar objetos y juguetes en común favoreciendo una puerta de entrada al virus.

No basta con que las familias sospechen la presencia de esta enfermedad en los pequeños de casa, siempre se debe consultar a un médico para obtener un diagnóstico adecuado y recibir recomendaciones sobre el tratamiento, manejo de los síntomas y cómo evitar su propagación.

Es importante tener en cuenta que la prevención, el diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado son clave para manejar estas enfermedades de la infancia de manera efectiva.

Muchos de los que asumimos la maternidad o la paternidad coincidirán en que, en términos de salud, las primeras edades de la vida de nuestros hijos son las más complejas. En ese periodo tal parece que las enfermedades respiratorias y los virus tienen un periodo cíclico, apenas comienzan a recuperarse y vuelve a empezar nuevamente otro proceso infeccioso.

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La vulnerabilidad de los niños pequeños a enfermar es mayor a la de los adultos, por encontrarse aún en desarrollo, lo cual se traduce en un sistema inmunitario, digestivo, nervioso y cardiovascular más sensible a padecer infecciones víricas, bacterianas e intolerancias digestivas.

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