Ariel Batista Osorio, vicepresidente de honor de la Cruz Roja en la provincia de Holguín. Foto: Maylín Betancourt

Ariel Batista Osorio: “La Cruz Roja es la mayor parte de mi vida”

La reciente celebración del Día Mundial de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, este ocho de mayo, una fecha que honra el legado de Henry Dunant, voluntario que fundó este movimiento Internacional hace 161 años, propició la conversación con quien ha dedicado sus mejores años y esfuerzos a la Filial Provincial Holguín de la Cruz Roja Cubana, el doctor Ariel Batista Osorio, quien además de ser abogado de la Dirección General de Salud (DGS) es vicepresidente de honor de esta organización en el territorio.

 ¿Cómo ha sido su trabajo vinculado a la Cruz Roja Cubana?

“Mi historia es larga, porque llevo 60 años en la Cruz Roja Cubana. Ingresé  siendo estudiante de secundaria básica y de ahí al cuerpo de voluntarios, asumí la dirección de un área de salud, la dirección de la Cruz Roja Regional, cuando la antigua Regional era Holguín-Gibara y luego pasé a ser jefe de la Cruz Roja en Oriente Norte y posteriormente en la provincia Holguín.

“Al unísono con todo esto no he dejado de impartir clases, continué laborando con las tareas de asesoramiento, los planes, por este motivo la dirección acordó nombrarme uno de los dos vicepresidentes de honor”.

Durante tantas décadas dedicadas al trabajo en la Cruz Roja Cubana debe recordar muchas historias que han marcado su vida personal y profesional. ¿Recuerda alguna en especial?

“Cuando dirigía la Cruz Roja en la Dirección Regional de Salud recibí en una ocasión a un joven que me enviaron para chofer de ambulancias. Ese joven nosotros lo formamos, preparamos y educamos, posteriormente se designó para ir a cumplir misión a Angola y al regresar, un día que había llovido y estaba crecido el río, pasaba por el puente de la calle Martí, el del río Marañón y vio a un niño que se estaba ahogando. Él no vaciló, se tiró a salvarlo. Siguió llevado por la corriente del río hasta la calle Cables.

“Cuando lo tenía casi salvado, fue a pasar por debajo del puente y un hierro que había debajo del puente de los que lo sustentan le dio un golpe en la cabeza y falleció, producto a esto se ahogó el niño también, eso me marcó mucho. Por un lado por el dolor que sentí por la muerte de él y la del niño y por otro lado por ese altruismo tan grande de él, que no vaciló un momento como Cruz Roja para lanzarse al río crecido a salvar a un niño. Entonces, la Cruz Roja es sinónimo de humanismo, de sensibilidad, de ponerse en el lugar del otro.”

¿Cuál es la pertinencia de que existan organismos como la Cruz Roja?

“Todas las labores humanitarias que llevan a cabo organismos, fundaciones y organizaciones a mí me gustan mucho. Creo que en la actualidad tiene gran importancia el extender la mano y ayudar a los necesitados. Por eso he dedicado gran parte de mi vida a la Cruz Roja en Holguín y si tuviera la posibilidad de volver a elegir mi camino en la vida, hubiera elegido formar parte nuevamente de la Cruz Roja.

“Hablé de la etapa de cuando yo ingresé a la Cruz Roja siendo estudiante de secundaria básica, tenía 15 años y el llamado fue a incorporarnos a las milicias estudiantiles o incorporarnos a la Cruz Roja,  porque hacía falta la inyección de sangre nueva. Y entonces ingresamos y llevo 60 años ahí”.

¿Qué significa para usted formar parte de la memoria histórica de la Cruz Roja Cubana en Holguín?

“Siento que la Cruz Roja es la mayor parte de mi vida y que he sido útil, por cuanto le dediqué mucho tiempo a ayudar a la humanidad y también aprendí muchas cosas. En una ocasión tuve que pasar la Escuela Nacional de Cruz Roja, en La Habana y eso me ayudó mucho, me enseñó muchas cosas. Considero fue un logro grande en mi vida.

“Siento que soy promotor de algo tan lindo como lo es el trabajo de la Cruz Roja, el salvar vidas, aliviar el dolor ajeno y contribuir a formar a personas, porque como parte de esta labor conducía círculos de estudios en las escuelas y proyectos comunitarios, es una experiencia única. Entonces cuando me detengo a pensar en el camino transitado, uno siente un orgullo sano”.

La historia de Ariel Batista se multiplica en cada uno de los más de tres mil voluntarios que tiene en la actualidad la filial provincial de la Cruz Roja. Ellos han sumado a sus responsabilidades diarias, el propósito  de ayudar al prójimo y contribuir a salvar vidas desde su labor como voluntarios.

Integrantes de la Cruz Roja, Holguín
Ariel Batista Osorio junto a voluntarios de la Cruz Roja en Holguín. Foto: Maylín Betancourt Verdecia

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