¿Qué era el guamo mambí? ¿Cómo lo utilizaban los vigías y centinelas insurrectos y de qué forma producían la alarma para evitar una sorpresa? Es una historia cotidiana pero olvidada de las guerras de independencia.
En una contienda una sorpresa es asunto muy lamentable y, han pasado a la historia algunas que fueron realmente desastrosa, como el artero ataque nazi a la antigua URSS o el traicionero bombardeo a la flota de Estados Unidos en Pearl Harbor por Japón. Por lo que los medios de vigilancia y de alarma, en caso de la presencia enemiga son muy importantes para un ejército en campaña. En la guerra de intendencia de Cuba, el ser sorprendido era mucho peor para los insurrectos, pues estos estaban en inferioridad en armas, parque y hombres respecto al enemigo.
Los mambises recurrieron a un ingenioso medio para que sus centinelas y exploradores pusieran sobre aviso a las tropas y vecinos de los territorios que controlaban de la presencia contraria: Nos referimos al Guamo o Fotuto, que confeccionaban ahuecando uno de los extremos del caracol marino Strombus gigas, soplando fuertemente produce un ruido prolongado y fuerte. Esta fue una herencia que recibieron los vecinos de la Mayor de Las Antillas de los aborígenes. Un ejemplo de la influencia de estos en la cultura cubana.
Este instrumento fue incluido en la indumentaria bélica cubana. Se estableció en las disposiciones tomadas por jefes mambises para la vigilancia. Hay varios ejemplos de líderes independistas ordenando su utilización. El general Pedro Figueredo, el 30 de julio de 1869, orientó que los responsables de la vigilancia debían de “…tener un vigía armado constantemente, y junto a este, otro con un guamo…” (1) El referido general estableció la forma de utilizar este singular instrumento de alarma. La disposición era para una región cercana a Santiago de Cuba En caso de que el enemigo se aproxime al territorio insurrecto el vigía debía de “…enterarse de que parte vienen y que rumbo llevan, avisando primero con tocar el guamo seis veces si vienen de (Santiago de) Cuba o el Cobre y doce si de la jurisdicción de Jiguaní.” (2) De esta forma se establecía una especie de lenguaje con este instrumento.
Según Perucho Figueredo los vigías “…daban la alarma tocando de una manera especial el instrumento llamado Guamo. Formado de un caracol, produciendo un sonido que se oye a gran distancia: y como todos estaban siempre alertas. Las familias al oír el toque que indicaban enemigo en la zona, abandonaban las habitaciones y cargando cuanto de algún valor tenían, tomaban el bosque” (3)
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El Guamo se utilizaba durante las dispersiones de las partidas insurrectas que eran bastantes frecuentes. Se tocaba para que los mambises supieran donde se encontraba el jefe de la tropa y acudieran hacia ese rumbo. Era tan importante para esos momentos difíciles de una tropa insurrecta, que el general Donato Mármol, dispuso el 15 de abril de 1869 que “…se previene a todos los capitanes de compañías se provea de un guamo para en caso de dispersión reconocerse” (4)
Los guamos o fotutos se hicieron tan comunes entre las tropas insurrectas que no era una rareza que en los ataques a los campamentos y rancherías mambisas los españoles capturaran algunos que los independentistas no lograron poner a salvo. Una fuerza colonial que operaba en Trinidad informaba el 5 de julio de 1869 que atacaron un campamento cubano dispersando a los contrarios y entre los objetos capturados se encontraba: “el caracol llamado fotuto que usan los insurrectos” (5)
Su utilización era tan frecuente, entre los insurrectos, que cuando una tropa española realizaba un recorrido por un territorio donde operaban o residían familias independentistas y no lo escuchaban lo anotaba como un asunto insólito. Una fuerza que realizó un recorrido por los campos tuneros, el 3 de noviembre de 1870, bajo el mando del entonces coronel Valeriano Weyler informaba, con verdadera sorpresa no escucharon “…el Guamo como siempre sucedía, lo cual demuestra que las familias que por allí había se han internado, ó que están atrincherados por las bajas que esta Columna ocasiono á estas Guardias no ha mucho.” (6)
Aunque los insurrectos que con sus guamos vigilaban al enemigo no estaban exentos de ser sorprendidos pues los españoles tenían buenos exploradores y los llamados guerrilleros, algunos de ellos antiguos mambises que conocían las tretas de sus otrora compañeros. La misma tropa que referimos que hizo un recorrido por las tierras tuneras informaban que: “…calculando que el enemigo los esperaría en el monte de Miguel Ramos, dispuse que antes de amanecer se emboscasen allá 70 hombres, los cuales al verificarlo prendieron al espía con el guamo que tenía allí una partida enemiga” (7)
En Holguín los mambises utilizaron el guamo. Hay evidencia de esto. El jefe de las tropas de esta región, el general Julio Grave de Peralta, el 17 de marzo de 1869, les ordenaba a dos de sus oficiales:
“Republica Cubana= División de Holguín= Previendo que el Gral. Balmaseda pueda venir sobre esta jurisdicción con motivo de estarle interceptadas todas las demás salidas de Bayamo he acordado con el C. Coronel Jaime Moreno Gefe del puesto Militar de Cauto la Mula mi orden de avisos a la forma siguiente, primera tan pronto como se toque el guamo el canto será repetido de puesto en puesto hasta que llegue á donde convenga. Este primer toque á nunciara la proximidad del enemigo al rio de Cautillo y en duración será de seis (ilegibles) ó mientras el guamo inmediato responda. Segundo.
Otro Segundo toque anunciará haber cruzado el rio y que avanza al puerto de Cauto la Mula y el tercero que se le está haciendo fuego en las trincheras de allí. Y a fin de que se ponga U. de acuerdo con el referido Coronel lo digo á U. esperando adoptara las precauciones del Caso para que el aviso sea instantáneo y haya lugar de proceder. Macagua Marzo diez y siete de 1869= el Gral= Julio Grave de Peralta= A los C. C. Capitanes de Cacocum, Santa Cruz, Francisco Cordoves y Antonio Aguilera” (8)
Mientras el 27 de abril de ese año le ordenaba al capitán que se encontraba al frente del territorio de Yareyal que colocara cuatro vigías: “…por el camino del pueblo hasta su vista, provistos de un guamo cada uno con el objeto de que al salir tropas para estos puntos sean avisados los vecinos que por aquí se encuentran, única seguridad que hoy tienen, hasta que de otro modo tengan mejor garantía, de cuyo resultado espero me dé cuenta y le hago responsable.” (9)
Como afirma el historiador Ismael Sarmiento Ramírez, estamos ante el “ingenio del mambí” que era mucho para poder sobrevivir en aquella implacable guerra con tantas desventajas para ellos.
1– Ismael Sarmiento Ramírez, El ingenio del mambí, Editorial Oriente, Santiago de Cuba, 2008, p. 42.
2–Ibídem, p. 42.
3- Ibídem, p. 44.
4—Ibídem, p. 44.
5–Servicio Histórico Militar, Madrid, España, Royo 1, Ponencia 5, Legajo 1, armario 2, tabla 1, Doc 1064.
6– Servicio Histórico Militar, Madrid, España, Royo 9, Ponencia 36 Leg 14 Armario 3 tabla 4 Doc 1757 Batallón de Escuadrón Cazadores De Valmaseda
7—Idem.
8– Museo Provincial de Holguín, La Periquera, Fondo Julio Grave de Peralta. Libro de borradores de Julio Grave de Peralta, número 76, Al capitán de Yareyal ,17 de marzo de 1869.
9.. Museo Provincial de Holguín, La Periquera, Fondo Julio Grave de Peralta. Libro de borradores de Julio Grave de Peralta, número 248 Al capitán de Yareyal .27 de abril de 1869.
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