Más de medio siglo hace que echó a andar la humana obra que protagoniza hoy el Hospital Pediátrico Octavio de la Concepción de la Pedraja de Holguín. El gigante de la pediatría en la provincia, con más de 25 especialidades que brindan asistencia a la población infanto-juvenil, está de cumpleaños cada octubre, desde que en 1971 fuera transformado el antiguo Palacio de Justicia en hospital infantil.
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El acto en saludo a la fecha aconteció en horas de la tarde del 12 de octubre, día en que fuera asesinado el mártir que lleva el nombre la institución, el médico integrante de la guerrilla del Che en Bolivia.
La celebración contó con la participación de trabajadores, pacientes, familiares e invitados, porque en la actualidad no se concibe el funcionamiento de los servicios de Salud en la provincia sin este centro hospitalario, el cual se nos ha hecho imprescindible.
En la ocasión se reconocieron además a fundadores que sobreviven la celebración y a quienes ya no están, pero que han dejado una huella en su historia, en este último caso recibieron el reconocimiento los hijos del eminente pediatra Julio Grave de Peralta y de la recientemente fallecida trabajadora social Esther María Rodríguez Vargas.
Georgina Amelia Guerrero Guerrero es fundadora de este hospital, por eso no esconde su sentir sobre lo que significa este centro: “Para mí es algo importante haber dedicado parte de mi vida a trabajar con los niños, desde el 10 de octubre de 1971 me encuentro aquí laborando y me he acostumbrado de una manera tan especial a contribuir a la salud de los niños que me llegó la edad de retiro y continúo en el trabajo. He dedicado toda mi vida a esta institución y lo he hecho con mucho amor”.
Durante el acto también se dieron a conocer las palabras de felicitación del Primer Ministro de Cuba, Manuel Marrero Cruz a los trabajadores del hospital, ocasión donde expresó el reconocimiento al personal médico y de servicio que con tanta sensibilidad atienden a pacientes tan importantes como los niños.
Hablar del paso del tiempo y del más de medio siglo de atención científica, asistencial y humana a los menores de esta y otras provincias orientales significa no pasar por alto el quehacer del personal de salud que trabaja día a día y de manera incansable para más allá de mantener indicadores favorables, lograr la pronta recuperación de quienes llegan con problemas de salud.
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Antonia María Salermo Reyes, especialista de segundo grado en Otorrinolaringología lleva 23 años de trabajo ininterrumpido en la institución: “Tengo el gran privilegio de trabajar en este centro desde el año 2000, decidí declinar mi vida profesional por la Otorrinolaringología y desde ese momento comencé a trabajar aquí. Es como nuestra segunda casa, el lugar donde nos sentimos felices, logramos ejercer nuestro trabajo y salvar tantas vidas.
Tengo el orgullo de contar con un colectivo donde todos somos compañeros, como hermanos y trabajamos con un mismo objetivo, lograr salvar y mejorar las vidas de nuestros pacientes. Es donde cada día sabemos que tenemos la misión de dar nuestro mejor esfuerzo por la vida de los más pequeños”.
La doctora María de la Caridad Osorio Mora, Subdirectora quirúrgica, pero ginecobstetra de base, explica que llegó en el año 2008 al hospital a trabajar en el área de la Ginecología infanto-juvenil, una especialidad necesaria que tal vez por la intimidad de estos temas pasa inadvertida, pero resulta extremadamente útil.
“Es un orgullo y un compromiso inmenso cuidar la salud reproductiva de las niñas y jóvenes de hoy pero que serán las futuras madres. De hecho se atienden en consulta muchas afecciones que antes no se veían porque esta especialidad llega a Cuba en 1996.
La felicitación por este aniversario quiero que llegue a todos, desde los que estuvieron en los inicios de este hospital con cuatro servicios, hasta hoy donde se tienen servicios quirúrgicos en Otorrino, Ortopedia y Cirugía con un accionar regional, con un ciento por ciento de supervivencia, resultados de primer mundo. Para construir esos logros muchos han tenido protagonismo, por eso queremos hacer la felicitación extensiva a todos y cada uno de los que hicieron y forman parte de su historia y presente”.
De manera especial se entregó un reconocimiento a uno de los padres de la pediatría en Holguín, el doctor Francisco González Celá y se otorgó la distinción como Maestra de generaciones a la doctora Galina Galcerán Chacón, quien durante varios años dirigiera la institución y se desempeña actualmente como rectora de la Universidad de Ciencias Médicas de Holguín.
El hecho de que el hospital pediátrico de Holguín lleve el nombre de Octavio de la Concepción de la Pedraja, el médico cirujano de la columna del Che, es un honor pero a la vez un compromiso de brindar más salud a los niños y niñas de esta y otras provincias de la región oriental.
En la actualidad esta institución es centro de referencia para diferentes especialidades como Cirugía neonatal, Neurocirugía pediátrica, Siquiatría infantil, Ortopedia y Oncohematología. En lo que va de año se alcanza un nivel de sobrevida superior al 98 por ciento, donde se han hospitalizado más de 19 mil 700 pacientes.
Se logra una alta supervivencia con resultados ascendentes en los diferentes servicios todos cubiertos con profesionales bien preparados y entrenados, quienes brindan una atención óptima, resultado palpado a través de la recuperación de los niños que llegan con problemas de salud y salen para sus hogares sonriendo y con su salud restablecida.
Para este hospital provincial arribar a 52 años de fundado significa un compromiso de perfeccionar su trabajo y continuar velando por la salud de los más pequeños.
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