La contaminación acústica es un problema medioambiental que suele pasar por alto, sin embargo, es de los más persistentes y peligrosos porque afecta la calidad de vida de las comunidades y en grandes urbes tiene impactos significativos por su daño a la salud y a la infraestructura física de la ciudad.
Holguín y muchas comunidades de la provincia se ven seriamente afectadas por la contaminación acústica por causas que van desde la obsolescencia tecnológica hasta cuestiones de indisciplina social y falta de conciencia.
El diseño de nuestra ciudad y la composición de muchas comunidades, calles estrechas y casas contiguas, exigen el cumplimiento de las legislaciones en materia de contaminación por ruido, así como el respeto por la salud de nuestros vecinos.
Consecuencias del ruido para la salud humana
La contaminación acústica provoca estrés, dolor de cabeza, irritabilidad y la exposición sistémica daños a nivel del sistema nerviosos central, afectaciones de la frecuencia cardíaca e hipertensión arterial, entre otros prejuicios igual de serios, además en los últimos años se aprecia un aumento de las afectaciones auditivas en los adolescentes debido a la exposición al ruido.
La contaminación acústica está regulada principalmente en la ley 81 de 1997 de Medio Ambiente, perteneciente al Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma), la cual establece que “contraviene el orden público quien perturbe la tranquilidad de los vecinos, especialmente en horas de la noche, mediante el uso abusivo de aparatos electrónicos, o con otros ruidos molestos e innecesarios…”.
Las principales regulaciones están enfocadas a la convivencia vecinal, aunque la Norma Cubana 26:2012 define cuáles son los límites máximos permisible en lugares residenciales y por categorías como tránsito, actividades comerciales, ruido suburbano y la industria.
Los estudios demuestran las afectaciones directas a la salud, por tanto es necesario actuar para lograr una ciudad más saludable con menos actores contaminantes como autos ruidosos o los molestos bici taxis y coches que llevan sus bocinas y su música a todas partes.
Desempolvar el tema
La contaminación acústica es un problema del que todos debemos tener conciencia, porque la idea de que “yo hago en mi casa lo que me da la gana” acaba cuando esto afecta a otras personas.
En muchas comunidades los vecinos ruidosos, o los que ponen música alta hasta deshoras, al molestar a sus vecinos están incurriendo en un delito.
Si bien es necesaria la conciencia en torno a la convivencia vecinal, lo es también en las instituciones y organismos rectores de velar porque se cumplan las normas de regulación de la contaminación acústica.
En 2019 se realizó toda una campaña con acciones para erradicar la contaminación sonora en Cuba, se iniciaron en el marco de la comisión higiénico sanitaria y de calidad ambiental en la que se orientaron nuevas acciones para enfrentar el ruido en el país presididas por el Citma, fueron vagas acciones que se hicieron y tras el periodo de pandemia el tema ha quedado en la gaveta y con oídos sordos.
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