El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, envió este lunes un mensaje a la comunidad internacional, justificando su decisión de invadir la sede diplomática de México en Quito.
Mi obligación es cumplir con los dictámenes de la justicia y no puedo permitir que se asile a delincuentes sentenciados, involucrados en crímenes graves, violando el artículo III de la Convención de Caracas, el artículo I de la Convención de Montevideo y el artículo 41 de la Convención de Viena, o se corra el riesgo inminente de su fuga, como nos ha pasado antes, dijo el mandatario.
Luego de varios días de silencio tras lo sucedido en la embajada mexicana aquí, Noboa se pronunció oficialmente y afirmó que “Ecuador es un país de paz, que respeta a todas las naciones y el derecho internacional”.
El gobernante andino insinuó que grupos políticos han puesto sus intereses por encima de la soberanía, dignidad y la justicia, en relación con la posición del movimiento Revolución Ciudadana (RC), que condenó las decisiones del Ejecutivo de transición.
Según Noboa, las críticas en su contra salen al ver que la gran mayoría de los ecuatorianos votará por la dignidad nacional en la consulta popular del 21 de abril, dijo.
En el documento, Noboa señaló que estaba dispuesto a resolver cualquier diferencia con México, pero insistió en que la justicia no se negocia, y “jamás protegerían a criminales que les han hecho daño a los mexicanos”, sentenció.
El allanamiento a la sede diplomática de México en la noche del viernes 5 de abril, que culminó con la captura del exvicepresidente Jorge Glas, causó repudio de la comunidad internacional.
El gobierno ecuatoriano insiste en justificar el hecho en medio de un escándalo que podría conllevar sanciones.
Con información de Prensa Latina
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