Dificultad para conciliar el sueño, sueño intermitente e incapacidad para relajarse: tres síntomas del trastorno de ansiedad generalizada. Foto: Getty Images.

La ansiedad, un trastorno con múltiples manifestaciones

La ansiedad constituye una reacción emocional ante la percepción de una amenaza o peligro y su finalidad es la protección del individuo. Los sentimientos normales de ansiedad suelen servir como un sistema de alarma que alerta a las personas sobre los peligros o necesidad de actuar en un sentido determinado. Es la más común y universal de las emociones básicas y se encuentra presente a lo largo de toda la vida. Se relacionan con ella los términos angustia, nerviosismo, inquietud, tensión, temor y miedo, aunque no son exactamente lo mismo.

Debe tenerse en cuenta que la ansiedad puede ser un estado emocional normal o puede constituir una enfermedad. Pero seguramente te preguntarás: ¿Cómo saber si es normal o patológica?

La ansiedad patológica resulta excesiva o desproporcionada respecto al estímulo que la provoca (muchas veces no es necesario estímulo alguno). Aparece de manera frecuente y prolongada, induce a los más variados síntomas (tanto psíquicos como físicos), produce limitaciones de diversa índole en la vida cotidiana de quien la padece y restringe sus posibilidades de adaptación al entorno.

Se asocia frecuentemente con la depresión y con las llamadas enfermedades psicosomáticas, como la úlcera péptica, algunos tipos de migraña, el asma, el colon irritable, afecciones dermatológicas como la psoriasis, la alopecia areata o el vitiligo y otras enfermedades relacionadas con el estrés. También es asociada con los trastornos alimentarios, las disfunciones sexuales, enfermedades físicas, el consumo de fármacos, drogas y sustancias dietéticas.

La Organización Mundial de la Salud estima que el 25 por ciento de los pacientes vistos en la clínica general presentan síntomas ansiosos y a lo largo de la vida el 15 por ciento de la población desarrolla un trastorno de ansiedad.

Ansiedad, Psicología
La ansiedad cursa con miedo impreciso, angustia y tensión mantenida. Foto: Getty Images.

Las diversas manifestaciones de la ansiedad

Para manejar la ansiedad de forma adecuada es necesario conocerla bien. Una de las primeras cosas que debes saber es que la misma se presenta de varias maneras. Todas se caracterizan por tener a la ansiedad o el temor impreciso como elemento principal del sufrimiento humano y cada trastorno tiene un conjunto característico de síntomas y sensaciones. Estos son los principales.

Trastorno de pánico: El paciente experimenta crisis recurrentes de ataques de pánico, con angustia, severas palpitaciones e intranquilidad, opresión y dolor en el pecho, ahogo, gran desesperación. Se trata de un cuadro extremo en el que es frecuente la sensación de muerte inminente. Los que sufren este trastorno desarrollan gran temor a experimentar un próximo ataque.

Agorafobia: Está especialmente relacionada con el temor intenso a los espacios abiertos o públicos en los que pueden presentarse aglomeraciones (plazas, zonas de estacionamiento, mercados, etc), pero no se limita a ellos, se extiende al uso del transporte público, estar en sitios cerrados, hacer cola o estar en medio de una multitud, incluso, para algunos basta con estar fuera de casa solo. Los agorafóbicos temen a las situaciones que puedan generarles tensión y angustia, por tanto las evitan activamente o requieren la presencia de un acompañante para tolerarlas. Con frecuencia desarrollan ataques de pánico.

Fobia social: Las fobias sociales hacen que la gente tenga miedo de ser vista o humillada mientras realiza una actividad de naturaleza social, como hablar en público, comer o jugar, debido a la expectativa de una evaluación negativa. Algunas personas con fobias sociales temen y evitan todo contacto con los demás.

Fobias específicas: Tienen como rasgo esencial la presencia de un temor irracional y persistente ante un objeto específico, actividad o situación con su consecuente evitación. Las más comunes son los temores a los animales, las alturas y los lugares cerrado, el miedo a las inyecciones, la sangre y a volar en avión.

Trastorno de ansiedad generalizada: Se trata de una tensión crónica, mantenida, con ansiedad y preocupación excesiva aun cuando nada parece provocarla. Se presenta casi a diario y se diagnostica cuando tiene una duración mínima de seis meses. La acompañan síntomas tales como inquietud, tensión muscular, sensación de estar atrapado o con los nervios de punta, fatiga, dificultad para concentrarse, irritabilidad y problemas del sueño. Es un trastorno que causa malestar clínicamente significativo y deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.

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Los trastornos de ansiedad pueden provocar taquicardia, palpitaciones y opresión en el pecho. Foto: Getty Images.

¿Es posible controlar la ansiedad?

Los cuadros ansiosos también se presentan en algunas situaciones relacionadas con traumas y factores de estrés, como el Trastorno de Estrés Postraumático y el Trastorno de Adaptación con Ansiedad de los que comentaré en otra oportunidad.

Es importante conocer que resulta posible controlar los síntomas ansiosos. Actualmente se dispone de medicamentos y variadas técnicas psicoterapéuticas que han demostrado su eficacia en millones de pacientes correctamente diagnosticados y tratados.

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