Aunque pueda parecer increíble que un insecto tan pequeño como el mosquito Aedes aegypti sea el causante de varias enfermedades que ponen en peligro la vida, con alta incidencia de varias de ellas en la última década, resulta cierto. En la actualidad la situación epidemiológica en la región de las Américas continúa compleja por la circulación de varios virus ocasionados por el vector al confirmarse transmisión autóctona de los virus de Chikungunya y Zika en alrededor de 35 países de la región. Mientras que el Dengue afecta prácticamente a todos los países de esa área geográfica.
Detección y control de casos importados de Zika
En la Mayor de las Antillas la vigilancia epidemiológica establecida, como parte del Control Sanitario Internacional permitió en el presente año la detección de casos importados de Zika y su rápido control, para evitar un contagio a gran escala. En cuanto al Dengue, la provincia de Holguín junto a otras 13 y el municipio especial Isla de la Juventud reportan trasmisión en el presente año, con la identificación de tres serotipos aislados mediante los análisis de laboratorios.
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Si bien a partir del desarrollo de las acciones contenidas en el plan de acción para la etapa intensiva decreció la intensidad de la transmisión del dengue, con similar comportamiento en la reactividad, no deben cesar las acciones en el hogar para destruir al mosquito, ni tampoco las de control vectorial y los ciclos de tratamiento focal o adulticida. Previendo la cercanía del período en que las condiciones climatológicas propician la generación del vector y la afectación que estas enfermedades ocasionan, las autoridades sanitarias en el territorio han concebido un conjunto de acciones integrales orientadas a eliminar o disminuir los factores que condicionan la infestación de Aedes aegypti, para así alcanzar valores permisibles.
Entre las mismas se encuentran medidas de vigilancia y control; perfeccionamiento del control sanitario internacional, preparativos para el respaldo asistencial a los pacientes que puedan padecer estas enfermedades, así como acciones de promoción y educación para la salud.
Se realiza especial énfasis en las acciones dirigidas a disminuir o eliminar los riesgos ambientales que generan el vector, así como en garantizar el aseguramiento médico e higiénico-epidemiológico y el oportuno control de foco en los casos que resulten afectados.
Sin embargo, por la propia experiencia vivida con el Aedes, un viejo conocido de los holguineros que desde hace varios años no se ha logrado erradicar, entre otros tantos motivos por la poca sistematicidad en las acciones o inestabilidad en el personal de salud encargado de la campaña; si se quieren obtener resultados positivos es preciso completar la plantilla del personal encargado del control de vectores, sobre todo los operarios y mejorar la calidad de las acciones desarrolladas para el control de focos. Por otro lado, corresponde a la población cooperar con el personal sanitario y realizar en sus viviendas y los alrededores las acciones que en el pasado han demostrado efectividad.
Debe ser una premisa el perfeccionamiento del Sistema de Control Sanitario Internacional y la vigilancia epidemiológica para identificar el riesgo de introducción y diseminación de enfermedades transmitidas por estos mosquitos. De la misma manera, la capacitación y actualización del personal de salud, sobre el manejo de estas enfermedades es esencial. Aunque toda acción será en vano si antes no se involucran y comprometen a las comunidades en acciones de prevención y eliminación de criaderos de mosquitos. La salud además de ser cuestión de interés para las autoridades sanitarias pertinentes es auto-responsabilidad de cada cual.
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