Mujer y naturaleza de la mano en Holguín

Mujer y naturaleza van de la mano, como van de la mano dos jóvenes campesinas holguineras, que durante años han desafiado los molinos de la incomprensión, las dudas, las miradas imprudentes y algún que otro comentario mal intencionado, para solidificar una relación que al cabo se ha convertido en luz.

Impronta de la mujer en actividad tabacalera en Holguín

Yamileidi Zaragoza Pozo y Arilci Arias Domínguez decidieron unir sus vidas hace más de 10 años, desde entonces apostaron por la tierra, esa “amiga” insustituible que sin ruido nos da la vida; y en la paz de su “conuco”, perteneciente a la cooperativa de créditos y servicios (CCS) “Pedro Rogena, ubicada en la zona de Los Moscones, municipio de Calixto García, dan riendas sueltas a esa innata capacidad femenina de soñar, planificar, hacer y ver crecer entre sus manos los frutos del suelo agradecido que pródigo regala viandas, hortalizas, granos, y entre espacio y espacio deja un poco de hierba fresca para la vaquita que de buena gana da un poco de su leche a sus amorosas cuidadoras.

En fin, que su pequeña finca, que, dicho sea de paso, no conoce mano de varón desde hace mucho tiempo, no envidia en nada a cualquier otra.

Orgullosas las dos muchachas, enfundadas en sus corazas de amor y camisas de mangas largas, salen cada mañana a hacer lo que han aprendido en todo este tiempo, buscando información y asesoradas por los técnicos de la Asociación Cubana de Técnicos Agrícolas y Forestales, porque hay que dar a la semilla lo que la semilla precise; y si el agua es difícil, hay que hacer un pozo, no importa la dureza de la roca y después se cuidarán las manos.

Pero salen sobre todo a demostrarse a sí mismas, más que a los demás, que la verdad no está solamente en artículos y tecnicismos; que el matrimonio igualitario no es moda, es por encima de todas las cosas respeto y compromiso, con ellas, con la familia y con la tierra, porque en cuestiones de género, la tierra también es mujer.

A decir de nuestro Apóstol José Martí “si el hombre sirve, la tierra sirve”; nadie como él para conocer la naturaleza humana y las potencialidades del alma. Nada le faltó al Maestro por alabar y comprender, y aunque algún innovador de estos tiempos quiera argüir un problema de género en sus palabras, nadie como él para amar a la mujer, para respetarla y ver en ella la más bella creación del universo.

Con información del Portal del Gobierno en Holguín