Muchas historias se han entretejido sobre aquellos sujetos que estando dormidos se levantan de la cama a deambular, hablar y realizar diversas acciones. A ellos se les llama sonámbulos. Existe la creencia de que si uno despierta a un sonámbulo “algo malo” le puede ocurrir, por lo que no es bueno despertarlos. ¿Qué hay de cierto en ello? En nuestro encuentro de hoy te invito a conocer más sobre el sonambulismo desde el punto de vista médico.
Este es un trastorno no orgánico del sueño, las personas que lo presentan caminan y realizan otras acciones estando dormidas. Suele producirse durante la etapa del sueño profundo y es más común en niños y adolescentes que en adultos. Los expertos en medicina del sueño indican que hay más probabilidades de que una persona presente episodios de sonambulismo cuando no ha dormido lo suficiente.
Se estima que la prevalencia de este trastorno en la población general es entre el uno y el quince por ciento. Se considera que no necesariamente está asociado con problemas psiquiátricos o psicológicos. La falta de sueño, el uso de agentes sedantes (incluyendo el alcohol), otros medicamentos, y enfermedades febriles (particularmente en niños) pueden precipitarlo.
El sonambulismo usualmente implica más que caminar durante el sueño; en estos episodios la persona tiene una serie de comportamientos complejos de los cuales el más obvio es caminar. Los síntomas varían desde simplemente sentarse en la cama y mirar alrededor hasta caminar por el cuarto o toda la casa, mover muebles, ir al baño, vestirse o cambiarse de ropa, salir a la calle, y más aún: manejar grandes distancias. El sonámbulo suele regresar a dormir en su misma cama, pero en algunas ocasiones puede quedarse dormido en un lugar diferente y hasta inusual.
Los síntomas más frecuentes que presentan los sonámbulos son los siguientes:
- Cuando despiertan suelen estar confusos y desorientados.
- Si alguien los despierta bruscamente pueden tener una actitud agresiva. Por tanto deben ser despertados de manera suave, y así todo estará bien.
- Normalmente la expresión facial permanece ausente.
- Suelen abrir los ojos durante el sueño.
- No recuerdan el episodio cuando salen de él.
- Hablan dormidos y dicen frases inconexas y sin sentido.
- Se levantan de la cama y caminan.
- Realizan actividades y acciones físicas.
La Clasificación Internacional de Enfermedades de la Organización Mundial de la Salud (OMS), define al sonambulismo como un estado de disociación de la conciencia en el que se combinan fenómenos propios del sueño y de la vigilia. En esta clasificación se describe que durante un episodio de sonambulismo, el individuo se levanta de la cama, por lo general durante el primer tercio del sueño nocturno y deambula, presentando un bajo nivel de conciencia, una escasa reactividad a estímulos externos y una cierta torpeza de movimientos.
Estas son las pautas para el diagnóstico de sonambulismo:
- a) El síntoma predominante es la presencia de episodios repetidos de levantarse de la cama durante el sueño y deambular durante unos minutos o hasta media hora, normalmente durante el primer tercio del sueño nocturno.
- b) Durante el episodio el individuo tiene la mirada en blanco, no responde plenamente a los esfuerzos de los otros para modificar su comportamiento o comunicarse con él y resulta muy difícil despertarlo.
- c) Al despertarse del episodio o a la mañana siguiente, el individuo no recuerda nada de lo sucedido.
- d) Al cabo de unos minutos de haberse despertado tras un episodio no se pone de manifiesto deterioro alguno en la actividad mental o en el comportamiento, a pesar de que puede darse, inicialmente, un breve período de tiempo en el que haya cierta confusión y desorientación.
- e) No hay evidencia alguna de un trastorno mental orgánico, tal como una demencia o una epilepsia.
En próximos encuentros entre El Psiquiatra y Tú compartiré contigo otras cuestiones interesantes acerca de este llamativo trastorno del sueño, tales como su tratamiento y las maneras de evitarlo.
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