mapa, Bahía de Nipe, Holguín

La amarga frustración parisina en la bahía de Nipe

Los viajeros que hoy recorren las márgenes de la bahía de Nipe son sorprendidos por la belleza del lugar y las dimensiones de aquel accidente geográfico. No pueden imaginarse que allí ocurrieron acontecimientos que están prácticamente olvidados. Uno de ellos fue el intento de fundar el ingenio París en la parte oriental de las márgenes de la referida bahía. El proyecto despertó muchas ilusiones en Francia, Cuba y España. Al final debió de dejar una huella de amargura y frustración en quienes invirtieron sus capitales en aquella empresa. Acompáñenos para que se entere de que era el ingenio París.

La bahía de Nipe es la más grande del archipiélago cubano. Tiene una superficie de 120 kilómetros cuadrados y unos 23 kilómetros de largo y 12 de ancho. (1) Aunque Colon en su primer viaje navegó frente a ella no fue hasta luego de la llegada de Diego Velázquez a Cuba a inicios del siglos XVI que los españoles se interesaron por esta comarca. Francisco Morales, segundo de Velázquez, dirigió una expedición de conquista por este territorio. Al crearse el municipio de Holguín la inmensa bahía de Nipe y sus costas se integraron a este. En 1796 se formó en la ciudad de Madrid una comisión presidida por el conde de Mopox y Jaruco que tenía como objetivo reconocer varias regiones de Cuba y determinar los sitios apropiados para establecer poblaciones y desarrollar la agricultura. El sargento mayor del batallón de milicias blancas de Santiago de Cuba y Bayamo Francisco Sánchez Griñan y el empleado de la administración colonial Francisco Salazar reconocieron esta región. Fue el sargento el que llevo a cabo un trabajo mucho más riguroso pues levantó un plano del territorio y aporto importantes datos de geográficos y sociales. (2) La comisión recomendó el poblamiento de la región de Nipe y el establecimiento de explotaciones agrícolas. También de fortificaciones para su defensa. Pero fuera de las buenas intenciones de la comisión no pasó nada significativo.

En 1827 el gobierno español promovió un intento de poblamiento y explotación de la región otorgando franquicias a quienes se establecieran allí pero este esfuerzo tampoco resulto. Ya en esta época se había producido cierto desarrollo del poblado de Mayarí Abajo basado en el cultivo del tabaco. Pese al esfuerzo de conformar en esta zona una población cosmopolita formada por inmigrantes españoles se produjo allí un incremento de la población criolla. Las familias de campesinos y terratenientes medios fueron aumentando paulatinamente. Creció un profundo amor al terruño. Allí se fomentaría con fuerza la nacionalidad cubana. De ellos surgieron muchos mambises de las guerras de independencia.

Al concluir las dos contiendas, la de los Diez Años y la llamada Guerra Chiquita, se realizó un nuevo esfuerzo para desarrollar esta zona. Desde años antes de la conflagración de 1868 en la región se había consolidado un gran latifundio propiedad del marqués Esteva de las Delicias, quien lo traspasó a su yerno Antonio González Stefani. El nuevo patrón junto a un individuo llamado León Crespo se propuso fomentar la explotación de sus tierras. Estafani y Crespo formaron el 10 de mayo de 1881 una sociedad anónima integrada por 12 mil acciones con valor de 500 pesos cada una. Los promotores se reservaron 11 000 pesos por sus aportaciones en tierra. Habían traspasado a la sociedad alrededor de 5 642 caballerías que poseían al sur de Nipe. (3) La elaboración del proyecto de colonización le fue encomendado a Gerardo González Peña. Este aconsejó con un criterio racista la colonización de la región con familias blancas para lograr la suficiente mano de obra para el desarrollo futuro. (4) Las bases del proyecto concebido por González Peña fueron impresas y difundidas bastante en la época. Incluso la prensa habanera se hizo eco y se sumó a la campaña de propaganda a favor de la colonización de las costas de Nipe.

Según el plan a cada campesino que se estableciera en la zona se le entregaría gratis media caballería de tierra y además materiales para que construyeran una casa. La sociedad anónima correría con los gastos del transporte de estas familias hasta Nipe. También le cederían una yunta de bueyes y aperos de labranza necesarios para comenzar el cultivo de sus respectivos terrenos. La falta de mano de obra era una de las grandes limitantes para el avance de la zona. Se habían desarrollado dos contiendas independistas entre 1868 a 1880 que mermó considerablemente el número de vecinos.

La sociedad crearía almacenes, escuelas y un ferrocarril que iría de Juan Vicente a Mayarí con un ramal a Platanillo. En el acuerdo cada campesino entregaría anualmente a la sociedad anónima, 10 pesos de pago por la tierra y un 6 por ciento, también anual, del dinero que se le había anticipado para sus gastos. El proyecto tendría su centro en la construcción de un gran ingenio que no utilizaría mano de obra esclava. (5)

Se calculaba que la apertura del Canal de Panamá, que en esos años construía una compañía francesa, valorizarían enormemente los terrenos. Se esperaba que todo esto hiciera que en la zona se establecerían un mínimo de 7 000 personas. La sociedad anónima alcanzó tal envergadura que llegó a estar presidida por el general Serrano marqués de la Torre, una figura importante en la política española de la época. Pero esta fracaso en su quimérico proyecto y entro en relación con el banco Romano de Paris. En Francia se creó una sociedad para colonizar los terrenos de Nipe, la cual llegó a emitir acciones para construir un central azucarero al que denominarían Paris. Al parecer en esta ocasión los planes no fueron tan quijotescos y realmente se hicieron algunas construcciones en el poblado de Santa Isabel de Nipe. El inicio de la guerra de 1895 puso fin a este proyecto francés de colonizar a Nipe. Si en esta zona, este proyecto de colonización había fracasado y el mitológico ingenio Paris, que nunca se llegó a construir, se convirtió en un símbolo de aquel chasco.

La situación fue muy diferente en el territorio del actual municipio de Banes, conocido parte de él como La Ensenada. Allí se estableció una hacienda dedicada al cultivo de guineo Johnson. A un kilómetro de la bahía de Banes surgió un poblado que bautizaron con el nombre del aquel accidente geográfico. Aquella aldea creció alrededor de una calle principal y varios callejones. Se construyeron unas 60 u 80 viviendas de madera y zinc y alrededor de 300 bohíos, se establecieron unas 10 casas comerciales. La guerra de 1895 detuvo el desarrollo de aquel poblado y las plantaciones de guineo Johnson. Banes fue incendiado por las tropas mambisas en un intento de impedir que la riqueza de la isla mantuvieran las cadenas coloniales. No sería hasta las primeras décadas del siglo XX que esta región de Nipe y Banes alcanzarían un desarrollo inusitado de la producción azucarera vinculado a una compañía estadounidense, la United Fruit Company. Tema que trataremos en un próximo artículo.

Notas:

1.-Varios Autores, United Fruit Company: Un caso de dominio imperialista en Cuba, editorial de Ciencias Sociales La Habana, 1976, p. 27.
2.-Ibídem p. 37.
3.-Ibídem p. 40.
4.-Ibídem p. 41.
5.-Ídem p. 41.

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