Tabaquismo, Salud, Prevención, Holguín, Cuba
El tabaco es uno de los productos más nocivos para la salud humana. Foto: Tomada de PL

Tabaquismo, el reto de su prevención en Holguín

El tabaquismo es una de las principales causas de enfermedad y muerte prevenibles a nivel mundial. En la provincia de Holguín constituye un importante problema de salud que reporta un alza en el número de nuevos fumadores en la adolescencia temprana.

Tal situación alerta que evitar y disminuir el consumo de tabaco no es exclusivamente una cuestión de sensibilización desde la promoción sanitaria. Se trata de un asunto complejo en el que la influencia del entorno social influye de manera fundamental en la no iniciación de esta adicción que se ubica entre los primeros factores de morbilidad y mortalidad en esta región oriental cubana.

El riesgo de contraer enfermedades originadas por el tabaquismo está directamente relacionado con la edad de inicio de su consumo por tal razón es vital el trabajo preventivo coordinado y multifactorial desde etapas tempranas de la vida a través de la escuela y la familia como elementales actores en la influencia, educación y bienestar físico, mental y social de los adolescentes y jóvenes, en los que tienen significativa repercusión los efectos nocivos de fumar.

Por lo general, estos grupos etarios se inician en la adicción tabáquica por imitación, experimentar placer y ser aceptados en círculos de amigo, curiosidad, rebeldía, dificultades con el autocontrol y manejo de problemas en el ambiente familiar.

Efectos nocivos a la salud

Los fumadores tienen tres veces más probabilidad de sufrir una enfermedad cardiovascular que el resto de la población, pero el tabaquismo es también factor de riesgo de las principales enfermedades crónicas no transmisibles e importante causa de las defunciones por cardiopatía coronaria y cáncer de pulmón.

Según estadísticas del ministerio de Salud Pública más del 20 por ciento de la población cubana es fumadora activa, a pesar de las medidas educativas y sanitarias y normas jurídicas implementadas con el fin de regular y desincentivar el consumo del tabaco.

Todavía queda mucho por hacer para lograr una actitud de rechazo en el entorno familiar, social y cultural, así como un cambio gradual en los estilos de vida de la población con patrones saludables y de autoestima y modificación de conductas que den paso a la no iniciación, al abandono de fumar y a espacios libres de humo.

El tabaquismo daña de múltiples maneras al hombre y tiene un significativo impacto económico en el sistema de salud con incremento de los costos sanitarios, e incide además negativamente en el Medio Ambiente.

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Yamila Pupo Otero
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