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Crean nuevo tejido sintético inspirado en la piel del oso polar. Foto: Archivo

Crean nuevo tejido sintético inspirado en la piel del oso polar

El oso polar vive en una de las condiciones más duras del planeta, haciendo caso omiso de las temperaturas árticas tan bajas como -50 Fahrenheit.

Si bien los osos tienen muchas adaptaciones que les permiten prosperar cuando la temperatura cae en picada, desde la década de 1940 los científicos se han centrado en una en particular: cómo su pelaje los mantiene calientes.

Uno de los principales descubrimientos de las últimas décadas es que muchos animales polares utilizan activamente la luz solar para mantener su temperatura, y el pelaje del oso polar es un ejemplo bien conocido.

Se podría pensar que el pelaje negro sería mejor para absorber el calor, pero resulta que el pelaje blanco de los osos polares es extremadamente efectivo para transmitir la radiación solar hacia la piel de estos animales.

“Pero el pelaje es solo la mitad de la ecuación, la otra mitad es la piel negra de los osos polares”, destacó la autora principal del artículo, Trisha L. Andrew, profesora asociada de Química y adjunta en Ingeniería Química en el centro universitario.

El pelaje del oso polar

Explicó que el pelaje del oso polar es esencialmente una fibra óptica natural que conduce la luz solar hasta la piel del animal y lo calienta.

“Pero el pelaje también es excepcionalmente bueno para evitar que la piel ahora calentada irradie todo ese calor ganado con tanto esfuerzo. Cuando brilla el sol, es como tener una manta gruesa que se calienta sola y luego atrapa ese calor junto a tu piel”, dijo.

El equipo, conformado por tres ingenieros, diseñó una tela de dos capas: la superior está compuesta de hilos que, como la piel de un oso polar, conducen la luz visible hasta la inferior, que está hecha de nailon y recubierta con un material oscuro llamado Pedot, el cual calienta de manera eficiente.

Según los expertos, una chaqueta hecha de dicho material es un 30 por ciento más liviana que la misma prenda de vestir hecha de algodón, pero lo mantendrá cómodo a temperaturas 10 grados centígrados más frías de lo que podría soportar la ropa de algodón, siempre que el sol brille o una habitación está bien iluminada.

Con información de Prensa Latina

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