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La práctica de ejercicios durante la tercera edad contribuye a la calidad de vida del anciano. Foto: Archivo

La tercera edad, añejarse sin perder la sonrisa (+ Video)

“Hay que ser un tonto para no ver eso, que también nosotros nos pondremos viejos”, enuncia la letra de una canción del grupo Buena Fe que tiene mucho sentido, pues quien hoy hace gala de su juventud en algunos años estará a las puertas de la tercera edad.

Y es que las familias deben repensar la manera en que acogen y tratan a sus adultos mayores, la participación que le dan en la toma de decisiones y la atención que reciben.

Llegar a la llamada “tercera edad”, lejos de ser motivo de tristeza y preocupación, independientemente de los “achaques” que puedan ir apareciendo a lo largo de la vida debe ser causa de orgullo, el llegar a esa etapa de la vida en que se acumula la experiencia de los años vividos.

La provincia de Holguín no está ajena al proceso de envejecimiento poblacional que vive el país y en sentido general, la región de América Latina. El mejor ejemplo de esto es cómo en el 2025, una fecha no tan lejana se estima que uno de cada cuatro cubanos sobrepasará los 60 años. Por su parte la provincia de Holguín con una población de más de 215 mil adultos mayores, uno de los territorios más longevos de Cuba.

Al cierre del año 2022 la provincia contaba con 22 Casas de Abuelos, 785 plazas y ocho Hogares de Ancianos. Allí se ofertan los cuidados diurnos y a tiempo completo (hogares de ancianos) con servicios de alimentación, rehabilitación biopsicosocial y actividades socioculturales y en las plazas diurnas se dan las opciones de los cuidados en ese horario a adultos mayores con discapacidad sensorial, mental y psicomotora.

Sin embargo los Hogares de Ancianos, deben ser la última opción para el adulto mayor, porque la familia debe encargarse de su cuidado y en los últimos tiempos vemos problemas de este tipo, al no querer cumplir con la obligación familiar del cuidado de los adultos mayores.

Son muchos los que cuestionan si llegar a los 120 años es una utopía o una probabilidad. Incluso los adelantos científicos actuales han demostrado la viabilidad de ese propósito, tanto que se afirma que el diseño biológico del humano incluye un potencial de existencia que rebasa la media de vida de hombres y mujeres, y algunos lo sitúan alrededor de los 140 abriles.

Sin embargo al indagar sobre esta cuestión con algunos adultos mayores de Holguín, la mayoría afirmó que más importante que acumular años, es que la vejez esté acompañada de una calidad de vida que permita disfrutarla.

El Programa Nacional del Adulto Mayor en Cuba aboga por un trabajo, desde el interior de las comunidades, con el fin de mantener, prolongar y recuperar la funcionalidad física, mental y social de los ancianos.

También se han puesto en funcionamiento iniciativas para favorecer la salud de este segmento poblacional con un alto impacto social, entre ellas, los círculos de abuelos, las Cátedra del Adulto Mayor y más reciente la Estrategia para el Envejecimiento Poblacional, la cual mediante el Lineamiento 119, busca contribuir a un envejecimiento saludable y una vejez satisfactoria mediante acciones de promoción, prevención, asistencia y rehabilitación ejecutadas por el Sistema  de Salud, en coordinación con otros organismos y organizaciones del Estado involucradas en esta atención.

Algunas acciones como parte de la estrategia de Holguín para el envejecimiento activo comprenden la presencia de  tres servicios de Geriatría ubicados en los hospitales Vladimir Ilich Lenin, Clínico Quirúrgico Lucia Iñiguez Landín y  el  Guillermo Luis, de la ciudad de Moa.

Pero no todo es color rosa en la vida de los ancianos, al contrario, muchos de ellos a diario deben enfrentar problemáticas al ser considerados como casi un estorbo, al quitárseles o reducir su poder de decisión y en muchos casos al llegar hasta el maltrato.

No pocos ejemplos se han visto de que luego de poner las propiedades de sus viviendas a nombre de algún familiar, este  quiera llevarlos para un hogar de anciano y no querer saber nada más de ellos o que por sufrir pérdidas de facultades importantes, lleguen los maltratos cuando en verdad esto no dificulta que continúen creciendo como seres humanos.

Aunque hechos como estos resulten lamentables ocurren a diario, por ello no se debe olvidar que la familia es vital en la protección de los ancianos y para garantizar que así sea un buen inicio es inculcarles a los niños  la protección y consideración hacia quienes han vivido más.

Si en las primeras edades no se aprende a  valorar lo mucho que valen los ancianos como pilares del hogar, no podremos sentirnos orgullosos de la educación que hemos brindado a nuestros hijos.

La familia está encargada de inculcar respeto, amor y sensibilidad hacia esas personas, quienes en algún momento fueron el sostén del hogar y que ahora, requieren atención. Los ancianos deben ser asumidos en la sociedad como lo que son, seres humanos que han tenido la dicha, la satisfacción y la oportunidad de tener una larga vida.

Brindarles amor, comprensión y respeto a nuestros ancianos hará  que ellos se sientan amados y amparados como merecen. Es imprescindible que emprendan proyectos nuevos, se relacionen con otras personas, se ejerciten, reinicien su vida sentimental cuando lo consideren, acciones que de seguro harán más placentera la vejez. Quienes cumplan con esto habrán aprendido el secreto de añejarse, sin perder la sonrisa.

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