China trabajará en 2023 con mayor rigor contra las extravagancias, gastos excesivos y los rituales considerados anticuados en las bodas, como parte del plan para civilizar sus zonas rurales, precisó este martes un texto oficial.
Según el denominado Documento central 1 de este año, el Gobierno pondrá el foco en erradicar prácticas como el precio de las novias, pues su constante incremento genera un impacto negativo en las finanzas familiares y el avance de la sociedad.
Se trata de una costumbre muy antigua y todavía vigente en muchas zonas de campo, pero genera inquietud ante casos como el de la localidad de Leping –provincia oriental de Jiangxi- donde recientemente se pidió 880 mil yuanes (128 mil 977 dólares) por una futura esposa.
China acelerará sus esfuerzos luego de emprender en 2022 una campaña para fortalecer los fundamentos ideológicos y morales del desarrollo del país, así como incentivar los valores tradicionales de la cultura de conjunto con modos más civilizados.
Malas costumbres
Aparte del alto precio de la novias, las autoridades buscaron frenar “malas costumbres” en los casamientos como las dotes, las extravagancias de todo tipo, banquetes suntuosos donde se desperdicia el buffet, regalos costosos y entrega de dinero en efectivo por parte de los invitados.
Prohibieron la promoción de “valores vulgares de relaciones románticas y matrimonios, supersticiones feudales y actividades como las bodas fantasmas o minghun”.
Esta última tradición consiste en casar a las mujeres que murieron solteras con otros espíritus.
Pero igualmente el minghun implica una gran inversión y preocupa al Estado desde hace años por el aumento de decesos relacionados con ella, incluido algunos casos de asesinatos premeditados a féminas con discapacidades o en desventaja social para vender sus cadáveres.
Otro propósito de las contiendas gubernamentales es reducir el peso que supone financiar esos y otros rituales para las familias del campo, mientras educa sobre los conceptos donde prevalen la esencia de las costumbres y el verdadero valor del matrimonio.
Tanto las bodas como los funerales representan en la cultura china el estatus social de quienes lo celebran, por lo que, en muchas ocasiones, pueden llegar a ser bastante exorbitantes.
Sin embargo, algunos observadores consideran poco probable que tales tradiciones desaparezcan por completo, si bien podría establecerse límites a los gastos de algunas.
Incluso, el profesor universitario Zhang Yiwu estimó que el éxito de las acciones oficiales dependerá solo de un cambio de mentalidad de la población rural, aparejado de un gran progreso socioeconómico.
Con información de Prensa Latina
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