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Randy Carabajo. Foto: Arnaldo Vargas

Infinito amor por Cuba confiesa Randy Carabajo

El solidario canadiense Randy Carabajo reafirma su infinito amor por Cuba- con esta visita a Holguín, al frente del Grupo Amigos de Cuba en Victoria- la convicción martiana de que “las dificultades se vencen mejor con los que se aman (…)” y haciendo justicia a sus aportes, Lupe Isabel Fernández, delegada del Icap, dejó sentado que – como también reconoció el Apóstol de la independencia -, “Todo lo merece el amigo del humilde”.

En los encuentros sostenidos en diferentes escenarios de esta ciudad de Holguín junto a sus compañeros Virginia Daniel, Judith Lucile Ilán; la chilena Ruth Alicia Miranda; el salvadoreño Gilberto Mallin y el cubano Armando Piñero Estrada, Randy expuso su amor por Cuba y la Revolución  porque “este un pueblo digno, muy solidario, que no se doblega ante las dificultades impuestas del exterior, como el cruel bloqueo, que ya supera los 60 años”.

Randy lleva sangre italiana, pero ha desarrollado su vida en Canadá, a donde emigró junto a su familia, siendo un niño y hoy, con 66 años de edad, confiesa sentirse también muy cubano, ” porque me he enamorado de la revolución y del valor, la dignidad y resistencia de este solidario pueblo”.

Randy Carabajo, Solidaridad, ICAP

Este hombre, de ideas izquierdistas, habla con orgullo del grupo de amigos de cuba, que dirige, después de las primeras experiencias vividas con las Caravanas Pastores por la Paz “entonces, en 1992 creamos nuestro grupo, con un Comité rector de 8 integrantes, para apoyar a la revolución cubana diciendo su verdad frente a tanta desinformación que promueven los medios de comunicación y sus seguidores”.

Explicó cómo se sumaron a los reclamos por el regreso a Cuba del pequeño Elián González cuando se encontraba secuestrado en Estados Unidos; por la liberación de los Cinco Héroes antiterroristas, por el cese del bloqueo y la salida del territorio que ocupa la base naval estadounidense en Guantánamo.

¿Cuáles son los principales escenarios de esas acciones?

“Tenemos contactos directos con la universidad de Victoria, una de las más grandes de Canadá, así como escuelas y colegios de diferentes ramas, donde abundan los jóvenes, para llevarles la información real de lo que acontece en Cuba y sumarlos a nuestras acciones de solidaridad. También tenemos nuestra noche de filmes y documentales de realizadores cubanos y algunos norteamericanos, con el tema Cuba como centro. De la misma manera celebramos efemérides como el 26 de julio y otras actividades e invitamos a canadienses a visitar este país, que es ejemplo para el mundo. También lo hacemos con cubanos que residen allá, en coordinación con la embajada cubana.

“Y ha sido importante la invitación a funcionarios de la sede diplomática cubana para que presenten nuestras propuestas fílmicas, documentales y ofrezcan sus mensajes a los pobladores de Victoria”, capital provincial de Columbia británica y mundialmente conocida como Ciudad de los jardines.

¿Tienen acceso a algunos medios de prensa?

“Tenemos conexiones con pequeñas emisoras de radio, como la de la Universidad de Victoria, que es una de las más grandes del país; con la CNC, que difunde informaciones sobre Cuba, con algunas páginas Web y contamos con más de 400 conexiones a Internet, por donde se difunden rápidamente los acontecimientos, a través de contactos y correos, como ocurrió con los eventos del hotel Saratoga, el huracán Ian, la explosión de los tanques de petróleo en Matanzas. Lo hacemos antes que la información sea tergiversada”.

¿Objetivos de este segundo viaje a Holguín?

“Vinimos en el año 2020, (cuando comenzaba la pandemia de Covid-19) y creímos necesario volver ahora para chocar con la realidad que se vive en medio de tantas dificultades a través del contacto directo con las personas, que ellos nos expresen cómo se las arreglan, y conocer de primera mano cómo lograron vencer una enfermedad como la Covid, que afectó a tantas familias en el mundo. Es nuestro deber lograr que los canadienses conozcan estas realidades a través de fuentes legítimas, con la verdad en la mano, sin tergiversaciones y, eso hacemos”.

Entonces el líder del grupo Amigos de Cuba en Victoria, Canadá, retomó las palabras de Fidel Castro, cuando dijo que “los solidarios somos embajadores de las justas causas, y esa verdad ayuda, compromete¨.

¿También traen donaciones?

“Sí, porque es parte de nuestro trabajo apoyar con lo que podamos a paliar las dificultades materiales que afronta el país por causa del bloqueo. Las donaciones llevan un proceso largo de convocatoria, recogida de los aportes, compra de lo que vamos a traer en coordinación con el Icap, para saber lo que resulta más necesario y también nos acompaña en el momento de las entregas.

“Ahora, por ejemplo, trajimos recursos para 15 centros o instituciones, incluyendo cinco de la salud. Cuando hacemos las entregas, tomamos fotos y videos, además de firmar el documento de entrega y recepción, que allá en nuestro país mostramos a los colaboradores, para que sepan el destino de lo que aportaron”.

Tienen una manera práctica de exigir el cese del bloqueo estadounidense a Cuba y aliviar en alguna medida las necesidades que él genera.

“Quisiéramos hacer más y ese es nuestro propósito, porque no se sabe el tiempo que perdurará ese cruel e ilegal bloqueo, pero lo más importante no es pensar en cuándo se va a acabar, sino, cómo sobrevivir a él y en nuestro caso, explicar al mundo lo que se hace en ese sentido, pues la solidaridad resulta vital, la lucha ha de ser constante, porque la revolución cubana tiene que sobrevivir. El mundo lo necesita”.

Con la mayor sencillez dijo que “los grupos de solidaridad ponen su granito de arena en esa batalla, pero es Cuba el país que ha brindado la mayor solidaridad al mundo, dando ejemplo de cuánto se puede hacer aún con sus pocos recursos. Eso es lo que le corresponde hacer a la humanidad si quiere sobrevivir a estos tiempos tan tempestuosos”.

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Randy, junto al cubano Armando Piñero, uno de sus más cercanos compañeros en el grupo de solidaridad. Foto: Arnaldo Vargas Castro

Cuando habla de Cuba se le avivan los ojos porque “es grande el ejemplo que ha dado y da este pequeño país tercermundista, bloqueado y constantemente amenazado, con su solidaridad, sus sistemas de salud y educación completamente gratuitas, que también comparten con el mundo. No tenemos cómo agradecer lo que Cuba ha hecho y el ejemplo que da en su constante batallar frente a las adversidades. Confiamos que seguirá adelante, como hizo durante el enfrentamiento a la Covid y los otros eventos afrontados con tanta unidad”.

Este sencillo ciudadano del mundo, que cuenta con 66 años de edad y, entre otras cosas, dedica parte de su tiempo a crear esculturas, conoció la pobreza y eso le enseñó – dijo- a ayudar al necesitado.

Mientras conversábamos, en uno de los locales de la sede provincial del Icap, miraba con insistencia una foto de Fidel, rodeado de niños y jóvenes. Señalando la imagen con el dedo índice de su diestra exclamó: “en el mundo hacen falta muchos hombres como Fidel y muchos pueblos como el cubano, cuya revolución es una de las más grandes obras de la humanidad. Por esa razón, yo estoy enamorado de la revolución cubana, del ejemplo de valor y dignidad de este pueblo y te aseguro que voy a morir con ese amor por Cuba”.

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