Holguinera Rita Leonides Díaz

Rita Leonides Díaz en la memoria histórica de Cuba

Haber nacido un 28 de enero como José Martí y crecido en la misma etapa de Fidel marcaron la vida de Rita Leonides Díaz García (1921-2016), defensora de la mujer, la juventud, los destinos de su país y la justa causa de otros pueblos.

Distinguida, inteligente, amable, sencilla y muy activa mujer cubana, heredó los valores de sus padres quienes emigraron de España en los años 1908 y 1911, respectivamente, y se asentaron en la comunidad tunera de Vista Alegre, en la otrora provincia de Oriente.

La pequeña Rita venció la educación primaria en una escuelita de su comunidad natal; la segunda enseñanza, en 1939, en Holguín; el bachillerato, en La Habana y Santiago de Cuba, mientras trabajaba en labores domésticas para costearse los estudios y en el período 1972-1976 cursó la carrera de Licenciatura en Historia, en la Universidad de La Habana.

Inquietudes y realizaciones políticas

Con apenas 17 años de edad ingresó a las filas del Partido Socialista Popular (PSP), en su comunidad, donde se consagró a la atención al movimiento juvenil, la defensa de las féminas e integró grupos itinerantes creados por la propia organización política para promover actividades culturales y recaudar fondos para enviar a frentes de lucha contra el fascismo y para paliar gastos en que incurrían, la propia organización y la Confederación de Trabajadores de Cuba (fundada por Lázaro Peña en enero de 1939).

Sus convicciones políticas, desde muy joven, la condujeron a sumarse al solidario reclamo internacional por el cese de la agresividad franquista durante la guerra civil española (1936-1939), ganándose el derecho a participar, dos años después de aquella confrontación, en el Congreso de españoles antifascistas, por acuerdo del III Congreso Nacional Femenino, celebrado en marzo de 1939. De la misma manera estuvo presente en eventos celebrados en otros países.

Rita Leonides en Bulgaria
Rita Leonides en Bulgaria. Foto: Archivo

A partir de 1940, por decisión del Partido, estuvo a cargo del Movimiento juvenil en Puerto Padre; integró el Comité Provincial de la Juventud Revolucionaria Cubana antifascista y asistió a su Congreso nacional en 1941, en La Habana.

Fue fundadora de la Federación Democrática de Mujeres Cubanas (FDMC), participando en la constitución de las dependencias de esa organización en diversos municipios de la provincia de Oriente y al triunfar la Revolución, se consagró a la FMC desde su creación, por Fidel, el 23 de agosto de 1960.

Desplegó una intensa actividad política, fundamentalmente en las esferas educacional y artística, favorable a los sectores más humildes y empobrecidos del país, con énfasis en la formación de valores en los jóvenes y en defensa de la igualdad de la mujer. Sus amplios conocimientos de la cultura nacional y universal le permitieron dar a conocer, mediante la declamación o la narración oral, clamores y esperanzas de nuestros pueblos.

Aunque Rita falleció en marzo de 2016, a los 95 años de edad, quienes la conocieron bien, como el historiador investigador y escritor, Ventura Carballido Pupo, sustentan la idea de que, ella se sentiría muy orgullosa y feliz al saber que, de la misma manera que los acontecimientos del Moncada honraron el centenario del natalicio de José Martí, se dedicará una jornada especial (del 13 de agosto al 4 de diciembre de 2026), a su mejor discípulo: Fidel Castro Ruz.

Justo es reconocer que, la incansable Rita no estuvo ajena a los acontecimientos del Moncada, el 26 de julio de 1953, atendiendo en el hospital Saturnino Lora a heridos sobrevivientes, presos. También figuró entre los que visitaron a los combatientes que se encontraban en la cárcel de Boniato.

Después de aquellos acontecimientos fue acosada por la policía y el ejército de Fulgencio Batista, llegando, incluso, a sufrir vejámenes en la cárcel de Santiago de Cuba, por cuya razón, por decisión del PSP tuvo que irse de esa ciudad. Luego, fue enlace del II Frente oriental Frank País.

Memorias de su labor en Holguín y otros territorios

En agosto de 1961, tras su participación en la reunión constitutiva de las Organizaciones Revolucionarias integradas (ORI), bajo la dirección de Fidel, laboró en Holguín por su creación, encabezando el Buró regional de la misma con Héctor Gómez, Adonis Sarmiento, Renán Ricardo y otros miembros del 26 de Julio.

Fue responsable de la constitución de la primera Junta de Coordinación, Ejecución e Inspección (JUCEI) municipal en la provincia de Oriente y trabajó en los aseguramientos de la movilización para enfrentar a los mercenarios en Playa Girón (abril de 1961); la Campaña de Alfabetización (1961); la zafra azucarera, principalmente en el central Urbano Noris (otrora San Germán) y se consagró a la organización de la FMC, en cuyo acto fundacional había participado en La Habana, el 23 de agosto de 1960.

Asistió al XXII Congreso del Partido Comunista de la URSS (17 de octubre y el 31 de octubre de 1961), donde entregó una bandera cubana al presidente Nikita Jrushchov en el momento en que Blas Roca daba lectura al mensaje de Cuba.

En 1962 fue traslada a la región Guantánamo-Yateras, donde atendió la constitución del Partido Unido de la Revolución Socialista (PURS) de Cuba en esos territorios, la movilización por la Crisis de Octubre y la zafra azucarera de los ocho centrales de la región, entre otras misiones.

Rita no murió en 2016, porque queda su obra, que incluye la publicación de su libro Abriendo Caminos, el movimiento obrero cubano en la educación y la cultura, 1899-1958, de la Editorial Pueblo y Educación, 2004; aunque, por razones aún desconocidas, nunca ha sido puesto a disposición de los lectores, pues solo fue presentado el mismo año de su edición, en el Instituto de Historia de Cuba.

La obra en cuestión constituye un valioso acercamiento a las diferentes manifestaciones artísticas y literarias cubanas desde el fin del colonialismo español hasta 1958. Su eje central es la forma de subsistencia y desarrollo de lo cubano frente al neocolonialismo cultural impuesto por Estados Unidos.

En 1965, con 44 años de edad, esta cubanísima mujer se entregó por completo al magisterio, desarrollando una amplia labor investigativa, que puede hacer importantes aportes a la memoria histórica de la nación.

Por su rica trayectoria, en la mayoría de sus 95 años, Rita Leonides Díaz García recibió numerosos reconocimientos nacionales e internacionales y su memoria inspira a que no se detenga la marcha, a pesar de las adversidades, para honrar la memoria de Fidel, hacedor de una revolución verdadera, que dio continuidad a las iniciadas por Carlos Manuel de Céspedes (1868) y José Martí (1895), quien enunció que, «honrar a la Patria es una manera de pensar en ella».