Cuando el ruido se vuelve impermisible (+Video)

Rosa, adulta mayor, con fractura de pelvis y contusiones en la cabeza, fue atropellada por una motorina conducida a exceso de velocidad y con una música ensordecedora. Eduardito, bebé que se altera y llora sin descanso por los ruidos generados desde una carpintería próxima a su vivienda. Lourdes y Samuel, matrimonio de profesores, de mediana edad, sufren de insomnios, tensión arterial elevada e irritabilidad, como resultado de la música generada desde un restaurante ubicado en los bajos de su vivienda.

El ruido, en el límite de lo inofensivo y lo perjudicial

Estas y múltiples historias acontecen en la vida cotidiana del holguinero, motivadas por exceso de ruidos en cualquier horario del día o de la noche, en zonas urbanas o no. Sin embargo, este no es un problema local, trasciende fronteras y no es reciente.

La primera declaración internacional que contempló las consecuencias del ruido sobre la salud humana se remonta a 1972, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) decidió catalogarlo como un tipo más de contaminación.  Aunque el reconocimiento del ruido como un peligro para la salud es más reciente y sus efectos son considerados un problema sanitario de notable importancia.

En la Revista Médica Electrón, en 2017, expertos cubanos coinciden con otros estudios internacionales, al señalar que el ruido tiene efectos muy perjudiciales para la salud, los que varían desde trastornos puramente fisiológicos como la pérdida progresiva de audición, hasta efectos psicológicos, al producir irritación y cansancio que provocan disfunciones en la vida cotidiana, tanto en el rendimiento laboral como en la relación con los demás.

Agregan a lo anterior la perturbación del sueño, estrés, disminución de la concentración, dolor de cabeza, problemas de estómago, alteración de la presión arterial y del ritmo cardíaco, depresión del sistema inmunológico, alteración de los niveles de segregación endocrina, vasoconstricción, problemas mentales, estados depresivos, entre otros.

El ruido que ocasiona contaminación sonora, no es un problema que pueda pasar desapercibido, por lo que su evaluación se convierte en foco de atención, sobre todo en el área de la salud, con la predicción de los efectos nocivos que provocan ambientes ruidosos.

Para el enfrentamiento a este problema, en nuestro país existen instrumentos legales en los cuales se involucran instituciones y organismos de la administración central del Estado, responsabilizados con este asunto.

El texto constitucional cubano, en su artículo 75, establece que todas las personas tienen derecho a disfrutar de un medio ambiente sano y equilibrado, así como la aprobación de la Ley 150 de 2023, del sistema de los recursos naturales y el medio ambiente, en la que se establecen los principios y las normas básicas que regulan las acciones del Estado, de los ciudadanos y de la sociedad en general, para asegurar la implementación y el funcionamiento del sistema de los recursos naturales y el medio ambiente.

Precisamente en la Ley 150 de 2023, en el capítulo V: Ruidos, vibraciones y otros factores físicos, en su artículo 83, enviste de responsabilidad a los organismos responsables del enfrentamiento a los impactos negativos de los ruidos, vibraciones y otros factores físicos, entre los que se señalan:

a) El Ministerio de Salud Pública, en lo que respecta a las afectaciones a la salud humana;
b) el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, en lo concerniente al ambiente laboral;
c) el Ministerio del Interior, respecto a las indisciplinas sociales;
d) los consejos de la Administración Municipal, en lo concerniente al cumplimiento de
las normativas del Ministerio de Salud Pública, el Ministerio de Trabajo y Seguridad
Social y el Instituto Nacional de Ordenamiento Territorial y Urbanismo; y
e) el Instituto Nacional de Ordenamiento Territorial y Urbanismo, en lo referido a la localización de actividades productivas y no productivas generadoras de ruidos.

De igual manera existen otras regulaciones que complementan a las anteriores, desde las cuales se toman en cuenta la problemática del ruido, por ejemplo: La Ley de 109 o Código de Seguridad Vial, en su artículo 102, inciso 10. Se suman a la lista resoluciones de competencia del Ministerio de Salud, la Norma Cubana 26 de 2012, hasta el recién aprobado Decreto Ley 91 de 2024, referido a las contravenciones en ejercicio del trabajo por cuenta propia, las micro, pequeñas y medianas empresas, así como las cooperativas no agropecuarias.

En cada provincia cubana, existe un grupo de trabajo perteneciente a la Comisión Higiénico Sanitaria y de Calidad Ambiental (HSCA), creada según Decreto Presidencial No. 4 del 11 de diciembre de 2012, desde el cual se coordina e integran las acciones de los organismos reguladores en la prevención y enfrentamiento a la contaminación sonora, a partir de acciones de diagnóstico, prevención y control.

La atención integral del Citma

Cuando el ruido se vuelve impermisible (+Video) 0
Los sonómetros se utilizan para medir y adoptar medidas de gestión del ruido procedente de distintas fuentes sonoras. Foto: Archivo

En entrevista realizada al M Sc. Geovani Zaldívar Martínez, subdelegado de Medio Ambiente, en la Delegación Territorial del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), asegura que el ruido es un problema que merece una atención integral, por lo que es analizado con sistematicidad desde la Comisión anteriormente mencionada, dirigida a instancias del Gobierno en la provincia y en la que participan diversos organismos, entre ellos, un representante del Departamento de Política Ambiental del Citma.

Zaldívar refiere que recientemente en dicha comisión, fue analizado el problema de la música alta en la vía pública, ocasionada por los conductores de motorinas, derivando en acciones del Ministerio del Interior, en cuanto a la realización de advertencias e imposiciones de multas, además del reforzamiento de la vigilancia en lugares céntricos de la ciudad.

El funcionario enfatiza en la responsabilidad que tiene el Ministerio de Salud Pública, a través de la entidad de Higiene y Epidemiología, como organismo de consulta y especializado para realizar estudios relacionados con el ruido, a través de la tecnología con la que cuenta, un equipo llamado Sonómetro, único en la provincia. Finalmente, refiere como novedad de la Ley 150 de 2023, también conocida como Ley de Leyes para el medio ambiente, la consideración de estas incidencias como delito ambiental.

El Centro Provincial de Higiene y Epidemiología atiende las quejas

En el Centro Provincial de Higiene y Epidemiología, según el doctor Ramón Alberto Reyes Noris, jefe del Departamento de Higiene Comunal, en el transcurso del año se han reportado y atendido 11 quejas por ruido, 10 del municipio Holguín y una de Frank País.  De las 11 quejas, seis fueron por ruidos de plantas eléctricas, tres por música alta en centros recreativos, una asociada al funcionamiento de una panadería en los bajos de una vivienda, y una por un aire acondicionado.

Cuando el ruido se vuelve impermisible (+Video) 1A propósito de la anterior información, el Dr. Gustavo Pérez Leyva, perteneciente al Departamento de Higiene Comunal, y miembro de la Comisión Higiénico Sanitaria y de Calidad Ambiental (HSCA) desde su creación, asegura que “las principales molestias ocasionadas por la música alta en centros recreativos, se encuentran asociadas al incumplimiento de los horarios establecidos por la norma cubana”.

El doctor Pérez, apunta que “hoy  una de las fuentes generadoras de molestias en cuanto al ruido son algunos centros de cultos, por la existencia en ellos de equipos de sonido y grupos musicales”. Menciona, además que algunos ciudadanos reportan ruidos provocados por formas de gestión privadas o de trabajo por cuenta propia, como son los generados desde talleres de mecánica, fábricas de rejas, panaderías, carpinterías, así como la música alta de las motorinas.

Llama la atención que, aun cuando existen quejas radicadas ante la entidad autorizada para estudiar o diagnosticar las molestias ocasionadas por ruidos, el problema tiene un alcance mayor y se les va de las manos, pues las manifestaciones de ruidos en excesos pululan en cualquier sitio de la ciudad, y también en municipios de la provincia. Además de pasar con cierta impunidad las indisciplinas que, en la vía pública, no solo generan las motorinas, sino otros medios de transporte que contribuyen a la contaminación sónica y ponen en peligro la vida no solo de conductores, sino de peatones.

Explica el doctor Pérez que, “cuando se produce una queja o denuncia por molestias de ruido, con excepción de las ocasionadas por medios de transporte, pues estas no son de su competencia, se procede a visitar el lugar de origen de la denuncia, se realizan los estudios o cinco mediciones como mínimo y, si es positivo el estudio a la contaminación por ruido, entonces se dirigen hasta el lugar donde se encuentra la fuente que ocasiona la contaminación”.

Según el especialista, “a través de un modelo de diligencia sanitaria, se dictaminan las medidas, que a partir de ese momento son de obligatorio cumplimiento, entre las que se encuentran: el encapsulamiento de la fuente que genera ruido, aislamiento de la fuente, colocación de calzos de gomas en los cimientos (si se tratara de una planta eléctrica, con la finalidad que no provoque vibraciones) y, colocación de material aislante para que no pase el ruido hacia otra parte, entre otras acciones preventivas”.

También están previstas medidas de carácter organizativo, entre ellas: el establecimiento de horarios, corrección de la dirección donde se enfocan los bafles, así como la determinación de horarios de trabajo. Según el especialista, en caso de incumplimientos y el sostenimiento del problema, existe la prerrogativa de la imposición de multas o la denuncia ante la Fiscalía.

El doctor Pérez, considera que “el resto de los organismos debían realizar un mayor trabajo de enfrentamiento, en consideración a la baja percepción de riesgo que la población tiene del ruido para la salud, cuestión que demanda de más acciones educativas, como la divulgación realizada por parte del canal CubaVisión, de algunos spots dedicados al ruido”.

Tránsito alerta sobre la falta de control del conductor

Tomando en consideración que las motorinas se han convertido en una de las fuentes más ruidosas que afectan la tranquilidad ciudadana, y que su tratamiento no corresponde al Ministerio de Salud Pública, fue preciso conocer el criterio de las autoridades de tránsito en la provincia.  Su Segundo Jefe en la provincia de Holguín, Nelson Ricardo Batista, Primer Oficial de Tránsito, reconoce que “la música estridente de las motorinas, impide lograr la adecuada concentración del conductor, e incluye en ello a triciclos y autos, estos últimos en menor cantidad, además de motos de combustión interna de alto cilindraje que no traen silenciador y provocan altos niveles de ruidos”.

Ricardo recuerda la Ley 109 o Código de Seguridad Vial y asegura que, “tras una motorina con música a todo volumen, por lo general, su conductor no posee licencia de conducción”.  El oficial refiere que existen muchas quejas de la población por la situación de la música alta de las motorinas, por lo que ellos realizan acciones de enfrentamiento que pueden llegar hasta la ocupación temporal o decomiso del equipo de música y, en los casos que así lo ameriten, se realiza la retención del medio de transporte o la denuncia en las unidades de la policía.  Igualmente, se divulgan mensajes educativos, a través de autos parlantes, entrega de volantes o comparecencias en los medios de comunicación masiva.

La Comisión Provincial de Seguridad Vial

Resultó interesante profundizar en este tema, desde la visión del secretario de la Comisión Provincial de Seguridad Vial (CPSV), Manuel Leyva González, quien asegura que “se retienen medios de transporte, generalmente motorinas, por espacio de siete, 14 o 21 días, al detectar que son conducidos por personas que no poseen licencia de conducción, variando el tiempo de detención según la conducta e incidencias de los implicados”.  A lo anterior añadió que cuando estas acciones se realizan la accidentalidad disminuye, por ser los medios que hoy aportan mayor cantidad de accidentes.

Sin dudar de las acciones de enfrentamiento por parte de los agentes responsabilizados de cuidar el orden en la vía pública, en cualquier sitio de la ciudad o en barrios periféricos, se aprecia la existencia de motorinas, que se desplazan o estacionan con músicas en extremo altas, en ocasiones cerca de instituciones escolares, de salud o próximas a viviendas y centros de trabajo.

En la comisión Provincial de Seguridad Vial, se evalúa de preocupante la cantidad de menores que circulan en la vía conduciendo motorinas. Se plantea que, la primera acción de importancia es la protección de la vida de las personas, por lo que es decisivo el llamado de atención y el enfrentamiento por parte de las autoridades de la Policia Nacional Revolucionaria (PNR), los grupos de inspección y las comisiones provinciales, pues las indisciplinas cada día aumentan.

Leyva expone que, “en la provincia entre los meses de enero – septiembre del presente año, se produjeron 484 accidentes de tránsito, 52 menos, en comparación con el año 2023, en similar fecha. 515 lesionados, 33 menos que en el 2023.  Sin embargo, la cifra de fallecidos, aumentó en dos con respecto a igual etapa del 2023, para un total de 50 en 2024”.

Si bien existe una discreta disminución de la accidentalidad, aunque la cantidad de fallecidos sigue siendo lamentable, es un hecho la necesidad de reforzar el trabajo preventivo y de enfrentamiento en cuanto a la existencia de vehículos, generalmente motorinas, manejadas por personas sin licencia de conducción. A ello se agregan molestias por ruidos invasores de la tranquilidad y que pueden ser causas directas para la ocurrencia de accidentes, cuestión que merece mayor atención por parte de las autoridades encargadas de su control.

Motorinas

Cuando el ruido se vuelve impermisible (+Video) 2En la investigación realizada acerca del tema relacionado con el exceso de ruidos en cualquier horario del día o de la noche, en zonas urbanas o no, se aprecia en dos direcciones. Una relacionada con inmuebles y nuevas formas de gestión económica o provenientes del trabajo por cuenta propia, y la otra, las relacionadas con las indisciplinas que se producen en la vía pública, generalmente ocasionadas por conductores de motorinas al transitar con músicas expuestas a elevado volumen.

La Dirección Municipal de Trabajo y Seguridad Social

La pesquisa sobre este tema también motivó la indagación en otras entidades que, de una manera o de otra, deben tener responsabilidad en el enfrentamiento a la contaminación ambiental causada por ruidos. Desde la Dirección Municipal de Trabajo y Seguridad Social, Maité Hernández Peña, su directora, nos informa que, “en la validación del proyecto de trabajo para las formas de gestión no estatal, quienes dan el visto bueno o dictamen son los organismos de consulta encargados según los tipos de actividad, además de las decisiones que al respecto toma el Consejo de Administración y la Asamblea Municipal, a través de los documentos de ordenamiento de la ciudad”.

La directora de trabajo reconoce que “antes de aprobar un negocio, existen dificultades para identificar el grado de molestias que este pude producir a las personas que se encuentran en su radio de acción, pues en la medida que van creciendo, se transforman sus modos de operar, diferente a lo que fue aprobado”. Agrega que es difícil llegar a los más de 19 mil trabajadores por cuenta propia que actualmente existen en el municipio.

Cuando el ruido se vuelve impermisible (+Video) 3La Dirección de Inspección Municipal

Por su parte, la compañera Liudmila Alfonso Font, especialista de gestión económica, en la Dirección de Inspección Municipal (DIM), del Poder Popular de Holguín, plantea conocer de reiteradas denuncias por generación de ruidos que, aunque generan la visita a trabajadores por cuenta propia para comprobar la supuesta violación en realidad, según plantea, “este tipo de problema no se encuentra en el objeto social de su entidad”.

La especialista argumenta que las denuncias están relacionadas, en la mayoría de las ocasiones, con música en horarios no autorizados y con decibeles excesivos, y su atención por parte de los inspectores de la institución es ilustrada como un “pie forzado”, por ser un problema que no es de su competencia; a la vez que reconoce sería bueno la actuación conjunta de todos los organismos.

En este sentido, informa la existencia de salidas conjuntas y frecuentes de todos los organismos impositores de multas (Dirección de Finanzas y Precios, Delegación Provincial de Ordenamiento Territorial y Urbanismo, Comercio y Gastronomía y la propia Dirección de Inspección Municipal), con el objetivo de “multar a los infractores por cualquier violación relacionada con el objeto social de cada organismo”.

Por su parte, de la Delegación Provincial de Ordenamiento Territorial y Urbanismo (INOTU), de Holguín, Maura Caridad Muñoz González, inspectora estatal superior de la referida organización, asegura que esta “no tiene nada que ver con el problema de la música alta, pues cada organismo es rector de una actividad diferente, en correspondencia con su objeto social”.

En el caso de INOTU, Muñoz, apunta que el objeto social corresponde al ordenamiento territorial, es decir, contribuir a regular la ubicación del trabajo por cuenta propia, ya sea en una vivienda o en otro sitio.

Es evidente que, a pesar del trabajo realizado desde algunas instituciones y la atención prestada desde las diferentes comisiones a nivel de gobierno, este tema debe continuar debatiéndose, en función de diseñar acciones más efectivas relacionadas con el enfrentamiento a las indisciplinas sociales e ilegalidades.

En Cuba existe un amplio cuerpo de normas establecidas para determinar desde el nivel sonoro permisible, hasta el control de los ruidos innecesarios, según la cantidad de decibeles existentes, al tener en cuenta los daños fisiológicos, psicológicos y sociales que ocasionan. En esa dirección, debe ser prioridad de las diferentes instituciones y de la ciudadanía, exigir por su cumplimiento, por tratarse de un derecho refrendado en la Constitución y un deber cívico.

Es evidente que Holguín es una ciudad ruidosa, en la cual no se logra realizar un trabajo intersectorial integrado y sistemático, diluyéndose las responsabilidades entre unas y otras instituciones, cuestión que impide realizar acciones preventivas de impacto, así como la aplicación enérgica de la legalidad en la cual se toman en cuenta las violaciones e indisciplinas relacionadas con el ruido.

Un reportaje especial de la Dra.C. Liuska Bao Pavón, profesora titular de la Universidad de Holguín

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

catorce − nueve =