Aunque hoy es el Día de San Valentín, en muchos países del mundo, vale recordar que realmente todos los días son del amor, porque este está presente en cada segundo de nuestra existencia. Nacemos por el amor y somos capaces de morir por el amor y tal vez por eso el escritor griego Euuripides dijo “el placer más grande en la vida es el amor”.
Y hoy como está enmarcado su día en el almanaque vale recordar lo que dijo Platón: “en el toque del amor todo el mundo se convierte en poeta”.
El amor también es curativo cuando una madre acaricia a su hijo enfermo y le trasmite energía positiva para su pronta recuperación aliviando su dolor y enfermedad y quizás por eso el filósofo griego Sócrates argumentó: «Una palabra nos libera de todo el peso y el dolor en la vida. Esa palabra es amor».
A veces vamos por la calle y vemos parejas que no son tan hermosas y le damos la razón al teólogo africano-romano San Agustín cuando sentenció: «El amor es la belleza del alma».
Cuando visitamos un hospital y nos encontramos con pacientes que el médico le pronostica una enfermedad terminal, y sin embargo el tiempo pasa y el pronóstico del tiempo de vida falla nos acordamos de lo que dijo el líder hindú Mahatma Gandhi: “dónde hay amor hay vida”.
Cuando nos dejamos llevar por el amor, a veces, cometemos locuras, locuras que nos llevan, tiempo después, al arrepentimiento, y sobre esas locuras comentó el filósofo alemán, Frederiche Nietzsche: «Siempre hay algo de locura en el amor. Pero también siempre hay alguna razón en la locura».
Algunas personas ponen su precio para amar cuando en realidad “el amor que regalamos es el único amor que guardamos», diría con mucha razón el escritor y filósofo estadounidense Elbert Hubbard.
«Dos corazones enamorados no necesitan palabras», poetizó la francesa Marceline Desbordes-Vamore, y sucede cuando nos encontramos con la persona indicada, siempre en el momento menos pensado. Comienza el intercambio de sonrisas, de miradas y de pequeños roces físicos, la magia brota para demostrar que la conexión existe sin palabras.
Cuando los simples mortales hablamos del amor, las palabras a menudo fallan. Así que para este Día de San Valentín recuerda que amamos cada segundo, cada minuto, cada hora, cada día, cada noche de nuestra existencia porque, sencillamente, el amor es el combustible de nuestra vida.
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