Desde hace algunos años en la geografía holguinera persisten factores medioambientales para la proliferación de mosquitos aedes aegypti y culex, y por ende han aumentado los peligros para la salud.
Ante este escenario epidemiológico autoridades sanitarias insisten en la importancia del saneamiento del entorno como forma eficaz de prevenir y controlar las enfermedades transmitidas por estos insectos que mantienen considerables índices de infestación en la provincia de Holguín.
En estos momentos Cuba reporta un incremento de los casos de arbovirosis con sospecha de dengue (endémico) y el oropouche (de nueva circulación), y lamentablemente este territorio se encuentra entre los más afectados del país.
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Es una situación que preocupa y alerta sobre la necesidad de actuar con mayor eficacia para evitar picos epidémicos y las consecuencias que se derivan de esta problemática sanitaria para la vida de las personas, en primer lugar; aunque también hay que tener en cuenta las implicaciones económicas que conlleva su enfrentamiento en momentos tan complejos para el sistema de salud cubano.
Existen causas climáticas que propician la multiplicación de este vector como las altas temperaturas que se registran actualmente, las lluvias o la elevada humedad, pero lo cierto es que las acciones de la comunidad para identificar y eliminar los criaderos de mosquitos naturales o artificiales son insuficientes y su eficacia no perdura en el tiempo.
En Holguín persisten dificultades con el saneamiento de áreas urbanas, acumulación de basura a la intemperie, aguas albañales estancadas en las calles, depósitos de agua desprotegidos o incorrecto manejo de fosas, problemas pendientes de solución que favorecen la dispersión y colonización de los mosquitos, con gran capacidad de adaptación y resistencia al medio.
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Igualmente, las condiciones económicas actuales limitan los recursos para el tratamiento adulticida y la posibilidad de adquirir mosquiteros y repelentes, que serían de mucha utilidad en el horario nocturno, cuando son más frecuentes los cortes de la energía eléctrica.
A pesar de esta realidad, la eliminación de los criaderos de mosquitos depende en buena medida del actuar colectivo, del compromiso de las personas con su autocuidado y el de su familia y la comunidad, así como de la colaboración y práctica de normas higiénicas sistemáticas.
Por eso, la prevención sigue siendo nuestra mejor opción. Es oportuno recordar que no existe un tratamiento específico para el dengue o la fiebre de oropouche, solo medidas generales para aliviar los síntomas, por tanto hay que evitar con responsabilidad personal e institucional enfermar por esta causa.
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