El largo adiós de las colonias:  el Grito de Dolores

Dos curas lideraron la emancipación. Acabaron fusilados y el país con un emperador criollo. El cura Miguel Hidalgo, tenía el rostro afilado y las facciones pronunciadas. La nariz aguileña, los ojos grandes, vivos y verdes, ligeramente achinados, y los pómulos marcados.

El pintor mexicano Joaquín Ramírez lo retrató mucho después, en 1865, delgado, casi esbelto, en edad avanzada, con muy poco pelo, todo blanco, que le nacía debajo de la coronilla y se dejaba caer tras el cogote.

En un lienzo sobrio nos muestra al padre de la patria mexicana como un hombre de Estado, no tanto como un exaltado o un revolucionario. Esta es la imagen que, además de ajustarse mejor a la realidad, trascendió un siglo después de sus hazañas, cuando los revolucionarios que lucharon contra Porfirio Díaz (eran los de los tiempos de Zapata o Pancho Villa) recurrieron a glorificar a iconos de la lucha por la igualdad y la patria.

Las estatuas, ubicadas en Coyoacan o en Dolores, Hidalgo nos muestran a ese otro Hidalgo, el de la arenga revolucionaria, el gran héroe de la independencia mexicana.

Se conoce como el Grito de Dolores al discurso que da inicio a la guerra de Independencia mexicana. Fue proferido por el cura Miguel Hidalgo y Costilla el día 16 de septiembre de 1810 en la ciudad de Dolores, hoy llamada Dolores Hidalgo, cerca de Guanajuato, México.

El Grito de Dolores marca el comienzo de la guerra de Independencia de México. En su discurso, Miguel Hidalgo gritó sus ‘vivas’ a la Virgen de Guadalupe, a la Iglesia Católica y a la independencia. También exclamó ‘muertes’ al mal gobierno, a las injusticias y a los gachupines (españoles nacidos en España).

Hoy en día, México sigue la tradición de “el grito” un día antes de las fiestas patrias mexicanas el día 15 de septiembre. El Presidente de la República toca las campanas del Palacio Nacional en la Ciudad de México y realiza un discurso patriótico, donde nombra a los héroes caídos en la guerra de Independencia. Luego, para dar comienzo a las fiestas, grita tres veces: ¡Viva México!

Para el bicentenario de la Independencia de México, el grito inaugural del Presidente de la República, Felipe Calderón, fue lanzado en la ciudad Dolores Hidalgo como homenaje.

¿Por qué el Grito de Dolores?

En el año 1808 Napoleón Bonaparte invadió España. Este hecho provocó una seguidilla de levantamientos en América Latina. En México, Miguel Hidalgo se unió a los patriotas y criollos para alzar una rebelión contra el gobierno colonial español.

Durante la primera mitad del año 1810, este grupo patriótico tuvo una serie de reuniones clandestinas pro-independencia, llamadas posteriormente “La conspiración de Querétaro”.

La acción comenzó la noche del 15 de septiembre de 1810. Miguel Hidalgo mandó a Mauricio Hidalgo, Ignacio Allende y Mariano Abasolo a liberar a las personas apresadas por estar a favor de los movimientos independentistas.

Luego, en la madrugada del 16 de septiembre de 1810, Miguel Hidalgo y Costilla hizo sonar las campanas de la iglesia. Con ello, reunió a todos sus aliados y pronunció su famoso Grito de Dolores, un discurso que motivaba a rebelarse contra el gobierno español.

El siguiente año, Hidalgo logró decretar la abolición de la esclavitud y derogar los tributos obligatorios impuestos a los indígenas. Lamentablemente, murió fusilado en Chihuahua el día 30 de julio de 1811.

Finalmente, la Independencia de México se consiguió después de una década de guerras, el día 27 de septiembre de 1821.

Isabella Avila Graña
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