Bad Bunny: Un baile inolvidable (+Video)

No es casualidad que Bad Bunny haya tenido la capacidad, a lo largo de toda su carrera, de convertir cada uno de sus discos en monolitos. Ha marcado un punto de inflexión en el panorama musical hispanohablante.

Cada uno de sus proyectos largos, cada una de sus transformaciones estéticas, parece haber tenido la innata capacidad de presentarse como retrato sonoro del momento en el que salieron a la luz o, incluso, como augurio de lo que nos acechaba a la vuelta de la esquina.

Con “X100PRE”, el puertorriqueño consolidó el trap latino como esa mina de oro aparentemente inagotable. Dos años después, con «Yo hago lo que me da la gana» «YHLQMDLG” (2020) confió en la promesa de futuro que estos sonidos albergaban cristalizando en sus 20 temas a un Benito que, efectivamente, hizo lo que le daba la gana, a un Bad Bunny por encima del reggeaton y del trap a penas unas semanas antes de que ninguno de nosotros pudiera hacer absolutamente nada de lo que nos daba la gana.

Por eso mismo quiso homenajear a “LAS QUE NO IBAN A SALIR”, sean estas canciones a priori desechadas o jóvenes hastiadas por el confinamiento pandémico, y coreografiar dos solitarios años más tarde una festiva ceremonia de clausura del coronavirus con “Un Verano Sin Ti”. En este sentido el sexto álbum de estudio del puertorriqueño «DeBÍ TiRAR MáS FOToS» está mucho más preocupado por ser puertorriqueño que por ser un sexto álbum de estudio.

Si hay una canción del nuevo disco de Bad Bunny que ha arrasado en todo el mundo es BAILE InoLVIDABLE, que a los pocos días del lanzamiento del sexto álbum del puertorriqueño escaló a la cima de la lista de Apple Music y Spotify en Estados Unidos. El propio artista lo celebró en su cuenta de X: “Riega la voz. Diles que tenemos una canción de salsa #1″, posteó. El video oficial del tema también estuvo trending en YouTube tras su lanzamiento. Que Bad Bunny haya grabado una salsa es solo una muestra de los lazos históricos entre este género y el reguetón.

En noviembre, el también boricua Rauw Alejandro estrenó Cosa Nuestra, que desde el título referenciaba y reverenciaba a un motor de la historia de la máquina salsera de esa isla, el dúo Willie Colón y Héctor Lavoe, y su disco con el mismo nombre de 1969. Rauw incluye en su disco una versión de Tú con él, canción popularizada por el icono salsero Frankie Ruiz, nacido y criado en Nueva Jersey, pero puertorriqueño por todo lo demás.

Ambas vertientes, en sus respectivos momentos, han servido como soundtrack de los barrios y los llamados caseríos, proyectos de vivienda social para familias de bajos ingresos en Puerto Rico. Hay mucha relación, sobre todo en la manera en que se conectan estos sonidos de muchachos que cuentan lo que pasa en la calle, lo que se vive.

Aquí hay un paralelismo con el fenómeno del reguetón y el rap de Tego Calderón y su álbum debut El Abayarde (2002), que combina los perreos intensos con una narrativa frontal y exacta, y que fue uno de los primeros discos de reguetón que tuvieron éxito en Estados Unidos. Tego, de hecho, en su discografía, ha mantenido la esencia afrolatina. Específicamente con la salsa. Solo hay que oír Planté Bandera, producida por Willie Sotello, director de la emblemática orquesta El Gran Combo de Puerto Rico.

En estos dos casos, por cuestiones de industria, se percibe la intención de poner al público a bailar, con un discurso menos directo que en El Abayarde. En ese aspecto, la salsa romántica puede verse en el reflejo del reguetón para el baile de escuela superior, más que para el maleante, con la necesidad de que todo el mundo necesitaba entenderlo.

Volver a la raíz

En Cuba sucede algo similar con Los 4, una agrupación fundada en 2007 cuya base sonora es justamente la mezcla del reguetón con la timba. Los 4 son importantes porque conservan incluso el principio del baile de la timba. Te das cuenta de que el público que lo baila concibe que no es tan reguetón, y eso es interesante en un género donde los códigos musicales, al menos en la época de auge de Los 4, 2012 o 2013, tenían muy claro qué era reguetón y qué no.

Esta banda logró colarse en el gusto de dos sectores de público distintos, que en algún momento rivalizaron por diferencias generacionales y por los prejuicios que, desde hace décadas y cada vez menos, por suerte, han arrinconado al reguetón. Los 4 lograron diluir estos límites tanto musical como socialmente.

También encuentra puntos de contacto en el uso del lenguaje: La expresión “ir sin yoqui” fue utilizada por Willie Colón antes que por Daddy Yankee. Y «El Sonero Mayor», el cubano Benny Moré, le cantó al “saoco” décadas antes de que naciera el reguetonero Wisin.

Sobre BAILE InoLVIDABLE y esta especie de rescate de la salsa ocurrida durante el último año, hay un interés global de volver a los sonidos de raíz, a poner el foco sobre estas tradiciones.

Es incierto pensar si estás canciones van a desembocar en un resurgir de la salsa, pero sí puede darse un mayor interés de las nuevaa generaciones. Puede darse ese feeling que provoque que muchos jóvenes se interesen, se eduquen y se empoderen con estos sonidos.

Bad Bunny “apretó» hacia el sonido más autóctono, con la conciencia que ha adquirido a la hora de asumir su responsabilidad de punta de lanza actual, pero sin miedo a que el sonido que no complazca a las vertientes internacionales de la industria. El reguetón, después de tantas críticas, quizás acabe siendo el barco que devuelva las tradiciones latinas.

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