Como amar es un modo de crecer y servir, es darse, Jenny Guanche Ramírez se inclinó desde muy joven por la enfermería y lo logró. Estudió la licenciatura, se convirtió en especialista del Sistema Integral de Emergencias Médicas, que ejerció en el hospital Mártires de Mayarí y desde hace 10 años lidera, con magníficos resultados, el proyecto socio humanitario “Mi amor por ti”.
¿En qué consiste el proyecto?
«Nosotros comenzamos a trabajar sin pensar en un nombre específico. Lo importante era apoyar a los niños necesitados de medicamentos, insumos y otros recursos, para lo cual contamos siempre con la población que, en el caso de nuestro municipio es muy solidaria, como son la mayoría de los cubanos».
¿Alguna motivación particular que te inspirara?
«Además de la sensibilidad humana de una enfermera intensivista como yo, que atendí tantos casos críticos, me inspiró a iniciar este proyecto la pérdida de una hermana que amé mucho y la afección de cáncer de mi sobrina. Tales sentimientos me condujeron a consultar a mi vecina, María Segura, sobre la posibilidad de apoyar a algunos pacientes con nuestros propios recursos y las donaciones de otras personas. Ella estuvo de acuerdo y así iniciamos nuestra labor humanitaria, con el apoyo de la cooperativa, que entonces se nombraba Niceto Pérez».
¿Dónde hicieron el primer donativo?
«Nuestro primer contacto fue con la sala de oncología del Hospital pediátrico Octavio de la Concepción y de la Pedraja, que es un verdadero recinto de amor y vida. Allí nació nuestro proyecto, gracias a la entrañable trabajadora social Esther María Rodríguez Vargas (fallecida), quien nos llevó a donde pude conocer a tres niños que permanecía conectados, de por vida, a equipos de ventilación artificial.
«Pero el nombre actual del Proyecto se debe a la relación especial que tuvimos con uno de aquellos niños, que era de Gibara, al extremo, que sufrimos de manera muy particular su fallecimiento y compartimos con su familia tan dolorosas horas. Con el consentimiento de su madre usamos su imagen en el pullover que identifica a los miembros del proyecto. Ella nos apoya mucho y dice que el pequeño también es mi hijo.
«Sobre el particular, Jenny comentó que, por las condiciones del menor, le dedicaban mucho tiempo e incluso, él enviaba lindas palabras a los mayariceros cuando íbamos a verlo al hospital pediátrico (construido hace 53 años por idea de Fidel y en el cual se atienden unas 25 especialidades)».
¿Cómo funciona este grupo socio humanitario que usted lidera?
«Creamos y mantenemos este proyecto, integrado por cinco mujeres, un mayor número de hombres y el apoyo indispensable de muchos pobladores de Mayarí, del Poder Popular, la dirección de salud pública y Radio Mayarí.
«Más cerca de mí están, Martica, una joven tesorera; Susel, en la traducción al inglés; una bella payasita y Wilmer, el periodista de Radio Mayarí.
«Nos reunimos dos veces al mes para valorar las propuestas de quiénes vamos a atender y entonces, cada cual trabaja en su zona de residencia, en busca del apoyo necesario, sin cuyos aportes sería imposible trabajar en lo que hacemos, aunque cada uno de nosotros aporta entre dos mil y tres mil pesos para comprar lo necesario y hacer algunas comidas a determinados enfermos, así como a algunas casas de abuelos.
«Aun cuando resultaría imposible poder satisfacer todas las necesidades, este proyecto, además de Mayarí y Moa, ha mantenido su apoyo al hospital pediátrico y recientemente al Clínico Quirúrgico Lucía Iñiguez , de Holguín, e incluso, ha hecho algunos aportes a Las Tunas y Santiago de Cuba. Ojalá que algún día podamos hacer mejores y mayores aportes, pero eso no sólo depende de nosotros».
Además de los aportes individuales y colectivos, ¿cuentan con algún donante especial?
«Aunque no es conveniente ofrecer muchos detalles al respecto, contamos con un solidario amigo que, desde hace más de dos años, nos facilita medicamentos indispensables para personas muy necesitadas y la atención hospitalaria. Eso lo agradecemos y esperamos que se mantenga. También hemos podido facilitar otros medicamentos, insumos, sillas de rueda y andadores a niños y jóvenes, cuyas familias se muestran muy agradecidas.
«Jenny se muestra muy agradecida de todas las personas y organismos que apoyan el proyecto, como el Gobierno de Mayarí, que también les facilita el transporte para viajar a Moa, Santiago de Cuba, Holguín y otros sitios, para entregar donaciones o recibir determinados envíos.
«Estamos conscientes que nosotros no podemos satisfacer todas las necesidades, pero nos sobran disposición y amor para hacer todo cuanto podamos y para eso se nos han abierto muchas puertas. Esa es la verdad, y lo agradecemos, conscientes de que, amar y servir es el mejor modo de crecer».
- Resistencia: la vía para liberar a Palestina - 16 de noviembre de 2024
- Defienden en Argentina memoria histórica de Che Guevara - 8 de octubre de 2024
- Rodolfo Livingston, hombre como luz de aurora - 23 de septiembre de 2024