Cuando ocurre uno de los tan molestos y frecuentes apagones, sería injusto no reconocer el gran esfuerzo del país para que la población reciba ese indispensable servicio, muy a pesar de la añeja tecnología generadora y no contar oportunamente con el combustible necesario, porque el Gobierno de Estados Unidos de América sanciona a los suministradores y Cuba no cuenta con buques propios.
Me comentó el destacado trabajador de la empresa eléctrica holguinera, Raúl González Martínez, sobre el esfuerzo que realiza el país para obtener anualmente unos seis millones de toneladas de combustible, de cuyo volumen se destina el 55 por ciento a las termoeléctricas y cómo, a pesar del elevado costo de la generación y distribución, hay quienes la utilizan ilícitamente y otros evaden parcial o totalmente el pago de ese servicio.
En la atención al sistema electro energético -entiéndase, construcción, reparación y mantenimiento de las generadoras, líneas de distribución, componentes y piezas-, hay que distinguir el abnegado accionar de los trabajadores electro energéticos en labores recuperativas, tras los daños ocasionados por diferentes eventos, en cualquier parte del país.
“Como acostumbramos los cubanos, es un ciclón de solidaridad lo que llega a cualquier escenario afectado por un huracán o cualquier otra situación que requiera de nuestro apoyo. Así somos los eléctricos. Yo, por ejemplo, durante casi 20 años he integrado diversos contingentes de linieros, que han intervenido en la recuperación de redes afectadas por huracanes en La Habana, Pinar del Río, Matanzas, Villa Clara, Guantánamo y nuestra provincia, incluyendo el Polo turístico”.
Escuchándolo recordé cómo el Comandante en Jefe Fidel Castro, quien siempre estuvo entre los primeros en el enfrentamiento a esos eventos naturales, tras el paso del Flora expresó: “Ahora, en medio del golpe demoledor y fresco de los huracanes, es cuando debemos demostrar lo que somos capaces de hacer”.
González Martínez es uno de esos hombres que siempre ha sabido demostrar, con ejemplo, cómo han de hacerse las cosas. Conocimientos, disposición y experiencia se dan la mano en este sencillo cubano, que se ha entregado de cuerpo y alma al sector eléctrico desde que, en 1979, pasó un curso en La Habana para trabajar en líneas de 220 Kv y desde 1984 labora en la Empresa Eléctrica de Holguín.
“Mi interés por este sector comenzó desde muy joven, allá en Palma Soriano, donde nací horas antes del Día de los enamorados, de 1958. Ese interés me condujo a superarme siempre, por cuya razón, en 1990 pasé otro curso en La Habana. Esta vez, de liniero B y fui evaluado como A. Dos años después vencí el de jefe de brigada de construcción, cuyo cargo comencé a desempeñar en la UEB de inversiones de nuestra empresa. Trabajamos duro en obras priorizadas de la economía, la electrificación de asentamientos y restauración de daños ocasionados por huracanes y otros eventos”.
Reconoce Raúl que siempre le fascinó construir líneas, por su repercusión en la satisfacción de la población y la economía, con pleno conocimiento de que, “la calidad de cuanto hacemos constituye una gran satisfacción para nosotros y para quienes reciben el servicio. En esas labores siempre presté mucha atención a la protección del trabajador, revisando que utilizara el medio de seguridad adecuado y no se confiara en las riesgosas tareas que cumple un liniero”.
Aprendió a trepar postes en líneas de 220 Kv, con el experimentado José Sánchez, de quien conserva gratos recuerdos y confiesa que la única vez que ha sentido miedo en su vida fue cuando, “durante una misión especial que cumplía en Venezuela, participé en la compleja instalación de líneas de 500 Kv, atravesando la Cordillera de los Andes, en terrenos irregulares y muchos sobresaltos por la presencia de animales peligrosos”.
En tareas de la defensa también se destacó este servidor del pueblo, quien, en 2002 pasó un curso para jefes de compañías de infantería, cuyo cargo desempeñó en una formación especial.
La agricultura y el Minaz conocieron del desempeño de este destacado liniero, quien también integró la División Mambisa Mayor General Calixto García, tiene certificadas más de 100 donaciones voluntarias de sangre, milita en las filas del Partido Comunista de Cuba, PCC, es destacado en los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) y, aunque se jubiló en 2018, se mantiene contratado como liniero comercial.
Me confesó, que heredó la humildad de su madre; del viejo, la rectitud, sentido de responsabilidad y justicia; se refirió al amor por sus seis hermanos, su esposa Liliana y los cuatro hijos, Leniliecer, Yaisel, Raúl y Liz Maura.
Transita por las calles en su vieja bicicleta, con las herramientas necesarias para la prestación de servicios en viviendas y organismos, sin que alguien pueda imaginar los valores que sustentan los 65 años de vida intensa, de este «Hijo Ilustre de la Ciudad de Holguín».
El destacado liniero Raúl González Martínez, ha sido condecorado con las medallas «Ñico López», «Calixto García» y «Trabajador Internacionalista»; así como las distinciones: Seguidor de Calixto, Destacado en la preparación para la defensa, por más de 100 donaciones voluntarias de sangre y un reconocimiento especial de las direcciones provinciales del PCC y el Gobierno, por su digno aporte al pueblo holguinero.
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