Embarazo, adolescencia, Cuba

Embarazo en la adolescencia: un serio problema social (+Audio)

El fenómeno del embarazo en la adolescencia, a pesar de no ser un tema nuevo sigue siendo un reto a nivel mundial. Las cifras son significativas. Por ejemplo, cada año alrededor de 16 millones de adolescentes, entre diez y 19 años, dan a luz; mientras que un promedio de tres millones se somete a abortos.

En Cuba, aunque esos indicadores están muy por debajo de los que muestran otros países, la lista de gestantes en edades tempranas no deja de ser alarmante. Estadísticas recientes señalan que más del 17,8 % de los nacimientos en la Isla durante el 2022 fueron de madres menores de 20 años.

La provincia de Holguín no escapa de esta problemática y en ese sentido ha sido uno de los territorios de mayor incidencia. La inestable y baja cobertura de métodos anticonceptivos hormonales e intrauterinos, y la no existencia de preservativos en la red de farmacias, aparejado al inicio cada vez más precoz de las relaciones sexuales en la adolescencia figuran entre algunas de estas causas.

Ver a adolescentes embarazadas se ha vuelto natural, pero se debe tener en cuenta que esta situación constituye un gran riesgo para madres e hijos, debido fundamentalmente a que el organismo no posee la madurez adecuada para asumir este complejo proceso.

Las condiciones socioculturales han provocado un aumento considerable en su prevalencia, con una mayor frecuencia en los sectores socioeconómicos más desfavorecidos. La maternidad temprana se relaciona con la pobreza, falta de educación, de comunicación en el hogar y la falta de cariño u autoestima. Trae, además, costos emocionales, sociales y financieros; de ahí la importancia de atender adecuadamente a las adolescentes.

Aun cuando se dispone de una asistencia médica que permite que no sea elevada la tasa de mortalidad infantil, ni materna asociada al embarazo en la adolescencia, sí existen otros riesgos reales como la prematuridad del bebé, el bajo peso al nacer y las enfermedades cardiovasculares.

Por lo general, los bebés de adolescentes tienden a tener una estancia más prolongada en los servicios de neonatología y son más propensos a procederes invasivos como la ventilación mecánica. Más allá de las reales implicaciones de salud, tanto para la madre como para su descendencia la problemática tiene, antes y después del parto, otros matices inevitables.

Riesgos, embarazo, adolescenciaNo basta con que en la escuela se aborden estos temas como parte del contenido académico, o que se den charlas, pues nos estamos enfrentando a una generación diferente, con acceso a internet y más sensible a las influencias de la sociedad. Le corresponde a la familia integrarse con la escuela en la formación de sus hijos.

Las adolescentes se encuentran dentro de los grupos vulnerables priorizados para reducir los riesgos previos a la gestación en mujeres de edad fértil, donde también se incluye la orientación social, familiar y psicológica.

La sexualidad es mucho más que sexo. Su reducción a los genitales, presente en la cultura del adolescente cubano, atenta contra el enriquecimiento espiritual y el disfrute de la vida.

La maternidad es un regalo y una responsabilidad que no deben llegar antes de tiempo. Y aunque su prevención demanda de recursos que hoy no están disponibles en su totalidad, cualquier esfuerzo es poco para no interrumpir la adolescencia con un embarazo que siempre puede evitarse.

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Con información de María Militza Ornella Fernández/Estudiante de Periodismo

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