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Bombardeos mercenarios a aeropuertos cubanos en 1961. Tomada de PL

Bombardeos mercenarios a aeropuertos cubanos, memoria histórica de un crimen

Un día como hoy 62 años atrás los aeropuertos cubanos de San Antonio de los Baños y Ciudad Libertad, en La Habana, y el de Santiago de Cuba fueron blancos de bombardeos mercenarios como preludio de la invasión por Bahía de Cochinos y expresión de la política hostil y genocida del Gobierno de Estados Unidos hacia el pueblo cubano.

El 15 de abril de 1961 ocurrieron tres ataques simultáneos al amanecer con aviones de bombardeo tipo B-26. Camuflados con las insignias de la fuerza aérea cubana despegaron desde Nicaragua y penetraron en territorio nacional.  “Se trató (…) con todas las características y todas las reglas de una operación militar (…) un hecho que se esperaba; (…) era la culminación lógica de las quemas a los cañaverales, de los centenares de violaciones a nuestro espacio aéreo, de las incursiones aéreas piratas, (…) era la consecuencia de los planes de agresión que se vienen fraguando por Estados Unidos en complicidad con gobiernos lacayos en América Central (…)”, denunció Fidel Castro al día siguiente en el sepelio de las víctimas de tan violento ataque, que dejó 7 fallecidos, entre ellos el joven Eduardo García Delgado, quien antes de morir escribió con su sangre el nombre del líder de la Revolución.

En ese mismo discurso Fidel reconoció la capacidad de movilización, resistencia y patriotismo del pueblo y proclamó el carácter socialista de la Revolución: “(….) los hombres se defendieron heroicamente, (…) corrió la sangre valerosa de los defensores en cada uno de esos puntos (…) ¡y que esa Revolución socialista la defendemos con el valor con que ayer nuestros artilleros antiaéreos acribillaron a balazos a los aviones agresores!”

Con la razón que asiste a la justicia desenmascaró la manipulación de la opinión pública internacional por los hilos mediáticos de Washington: “El imperialismo proyecta el crimen, organiza el crimen, arma a los criminales, entrena a los criminales, paga a los criminales, (…) y, aun cuando el mundo entero sabía sus andanzas, declaran entonces que eran pilotos cubanos, preparan la historieta truculenta y novelesca, la riegan por todo el mundo, la publican en todos los periódicos, estaciones de radio y televisión de la reacción y de la gusanera reaccionaria del mundo (…) aquí tenemos la oportunidad de apreciar cómo funciona todo su aparato financiero, publicitario, político, mercenario, cuerpos secretos, funcionarios, que con tanta tranquilidad, que de manera tan inaudita estafan al mundo”.

” (…) no solo atacaron nuestra tierra, en ataque artero y criminal preparado, y que todo el mundo sabía,  (…) con mercenarios pagados por la Agencia Central de Inteligencia yanki; (…) y no solamente destruyeron bienes nacionales, y no solamente destruyeron vidas de jóvenes, muchos de los cuales no habían cumplido todavía ni los 20 años, sino que además, (…) El gobierno de Estados Unidos ha intentado en el día de ayer estafar al mundo de la manera más cínica y más desvergonzada que pudo concebirse jamás”.

De los ocho bombarderos B-26, solo cinco pudieron regresar a Nicaragua. Uno fue derribado por las fuerzas revolucionarias; otro, impactado por la artillería rebelde aterrizó obligado en Cayo Hueso, mientras que un tercero, tocó tierra por emergencia en la isla Gran Caimán.

Los ataques a los aeropuertos cubanos no lograron los objetivos mercenarios y de dominación del gobierno norteamericano. La defensa de la patria demostró el incondicional apoyo a la “Revolución de los humildes, por los humildes y para los humildes”.

“Porque lo que no pueden perdonarnos los imperialistas es que estemos aquí, lo que no pueden perdonarnos los imperialistas es la dignidad, la entereza, el valor, la firmeza ideológica, el espíritu de sacrificio y el espíritu revolucionario del pueblo de Cuba”, reafirmaba Fidel en ese histórico discurso donde se proclamó el carácter socialista de la Revolución.

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Yamila Pupo Otero

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