La demencia, reto sanitario y social en Holguín, afecta cada vez más a pacientes, fundamentalmente a personas mayores de 60 años, y constituye una de las causas principales de invalidez entre los adultos mayores que representan más del 21 por ciento de la población total en la provincia, según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información.
Aunque no siempre forma parte del normal envejecimiento esta patología, de naturaleza crónica y progresiva, tiene un significativo impacto en la sociedad y la familia que muchas veces no sabe cómo actuar ante tan sensible problema de salud que ocasiona altos costes emocionales, económicos y sociales.
Cuando algún familiar es diagnosticado con este trastorno la vida cambia radicalmente, ante el deterioro cognitivo y la pérdida de las habilidades y la capacidad para realizar actividades cotidianas su cuidado exige una vigilancia permanente que conlleva al desgaste físico y psicológico.
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Aunque en Cuba existe un Programa de Atención al Adulto Mayor con políticas dirigidas a su amparo y bienestar social, el sistema de Salud no cuenta con centros especializados para la asistencia de estos pacientes cuyo funcionamiento favorecería una atención médica multidisciplinaria calificada.
Todavía son insuficientes las acciones de prevención y promoción de salud en la comunidad que conduzcan al diagnóstico precoz y al tratamiento oportuno y que velen por una mayor calidad de vida del paciente.
Igualmente, se precisan sistemas de información institucionales que aporten conocimientos y orientación sobre el adecuado manejo de estos enfermos, así como mayor capacitación y apoyo a los cuidadores que asumen total o parcialmente esta tarea, en ocasiones sin límites de horario, y que por lo general presentan signos y/o síntomas asociados al trabajo excesivo y la falta de descanso por lo que sufren con frecuencia estrés, depresión, irritabilidad e insomnio.
La familia holguinera tiene a su cargo actualmente el cuidado de más de 200 mil adultos mayores, una gran responsabilidad que muchas veces genera situaciones embarazosas en el hogar cuando aparece la demencia en alguno de sus miembros y resulta difícil modificar factores de riesgos potenciales en el ámbito domiciliario para prevenir accidentes y caídas, contar con los recursos necesarios ante la pérdida de las funciones fisiológicas básicas del enfermo o afrontar las limitaciones de la vida laboral o social.
Aunque el nuevo Código de la Familia reconoce y establece los deberes y derechos de la persona considerada cuidadora familiar estos cambios tienen que acompañarse de mayor concienciación y políticas y programas multisectoriales coordinados.
La demencia es uno de los objetivos sanitarios y retos sociales más importantes en la actualidad en Holguín, donde es una de las enfermedades con mayor repercusión en la salud individual y familiar .
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