En el estudio grande de Radio Angulo, donde alguna vez se grabaron dramatizados, el silencio no es vacío, sino materia prima. Allí, profesionales con un oído finísimo y una creatividad a flor de piel se convierten en compositores de realidades. No utilizan lápiz ni pincel, sino una consola llena de «muchos botoncitos» para hacer cortes precisos, seleccionar música y colocar efectos.
Hoy, 4 de diciembre, cuando Cuba celebra el Día del Realizador de Sonido, es justo detener la rutina y escuchar, realmente escuchar, el trabajo de estos artistas que, especialmente en la radio holguinera, dibujan sonidos para que podamos ver con los oídos.
El talento de la provincia no es un secreto. Recientemente, el Festival Provincial de la Radio en Holguín premió la excelencia en categorías técnicas como la musicalización y la grabación, reconociendo a profesionales como Edgar Rodríguez, de Radio Juvenil.
Este prestigio se forja con nombres propios: la sabiduría de voces y consolas como las de Luis Ernesto Urbino, Hugo Mora Parra, Eduardo Vega, Raymundo Peña, Amalio Carralero y Erick de la Cruz, pilares con décadas de oficio en Radio Angulo, y la savia nueva de creadoras como Dianelis Remedios Gorra. Juntos, ellos y tantos otros, forman la constelación de talento que hace de la radiodifusión holguinera un faro sonoro de Cuba.
Este reconocimiento es un termómetro del rigor de un oficio que, en Holguín, tiene raíces profundas: la primera transmisión radial regular en la provincia se remonta al 10 de septiembre de 1930, desde el entonces Hotel Telégrafo.
Casi un siglo de historia sónica que estos profesionales cargan sobre sus hombros, modernizando los códigos comunicacionales para seguir siendo la mejor compañía de su audiencia.
Su labor es, ante todo, un acto de apoyo y resiliencia colectiva. Son el «apoyo indispensable» para locutores y periodistas, capaces de transformar un imprevisto o una errata en una obra hermosa que sale al aire.
En un contexto donde la innovación tecnológica es un reto constante, su ingenio se multiplica.
Mientras en muchas emisoras del mundo y del país se discute el impacto de la inteligencia artificial en la creación sonora, en el día a día holguinero la inventiva también se aplica a lo tangible: grupos de técnicos y aficionados se especializan en reparar cualquier equipo de audio dañado, un servicio vital para mantener viva la señal.
El futuro del sonido en Cuba se construye desde lo local. Prueba de ello es que proyectos fonográficos de Holguín fueron mencionados entre los casos de estudio en el reciente Encuentro Internacional de Profesionales del Sonido de la EGREM. Este detalle confirma que la calidad trasciende.
Desde la emisora municipal Radio Holguín La Nueva, con su señal en el 96.1 FM y su filosofía de «#SonidoParaVer», hasta las plantas fundacionales de Radio Ángulo, estos realizadores garantizan que cada palabra, cada nota y cada efecto no sea solo un sonido, sino una imagen nítida y emotiva que llega a cada hogar.
Hoy, les damos las gracias. A los que, desde la trinchera de la consola, nos dan «el derecho de soñar». A los que, con su talento, convierten lo cotidiano en una banda sonora perdurable. A los arquitectos del silencio holguinero: su estatua ya está erigida en el éter y en el corazón de quienes los escuchan.
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