No es la sangre, es el corazón el que te hace buen padre (+ Video)

El domingo es un día especial y si cae el día de los padres, como es tradicional el tercer domingo de junio en Cuba, el regocijo es doble, porque la familia se reúne y tiene como centro de la fiesta al patriarca de la familia.

Desde el bíblico Abraham hasta nuestro Carlos Manuel de Céspedes los padres han sido venerados por cumplir con su rol histórico y social de traer el sustento a la casa y mantener con una fuerza elegante el apellido de la familia como parte de su hermoso linaje.

Es así como en muchas familias los Migueles son como los Luises en la historia de la monarquía de Francia. Son varias las familias donde todos se llaman Carlos, Felipe, José, Alfredo y con gracia les llamo cuando los visito Carlos I, Carlos II o Carlos III, porque mantienen la tradición a lo largo de las generaciones.

Ser padre es difícil porque desde que el hijo llega al mundo empieza una responsabilidad que no termina ni con la muerte del progenitor, porque queda la enseñanza con aquellos consejos y ejemplos que nunca te cansaste de dar y de cumplir.

El padre no es perfecto como persona y también comete errores, pero si es inteligente rectifica y aprende de ellos, porque nadie nace siendo perfecto y lamentablemente cuando aprendimos todo de la vida tenemos que partir a la eternidad.

Cuando un padre comete un error o su posición frente a un problema del hijo no es la más adecuada lo mejor es establecer el diálogo para arreglar la contrariedad y no darle un discurso represivo. Y es como dijera el escritor español Miguel de Cervantes: El hacer el padre por su hijo es hacer por sí mismo.

Prudente padre es el que conoce a su hijo, dirá el poeta y escritor británico William Shakespeare.

El buen padre nunca se cansa de enseñar y así lo expresó el filósofo francés Jean Jacques Rousseau cuando sentenció: “un buen padre vale por cien maestros.

Es triste ver un buen padre viviendo solo porque sus hijos tuvieron que partir buscando un mejor horizonte económico y solo se ven por video llamadas, pero sus ojos se iluminan cuando ve a sus hermosos nietos, y en ese momento se olvida de los achaques del desgaste físico.

Mi padre hoy no está, pero siempre lo llevo en mi corazón, y nunca me olvido de sus enseñanzas, aunque no tuvo una preparación universitaria, pero fue un hombre hermoso por su físico y personalidad.

El padre también debe ser presumido y preocuparse, como ser moderno, de hacer ejercicios para seguir siendo físicamente atractivo frente a la novia o esposa, y marcar los músculos en brazos y piernas con las camisas mangas largas, y los vaqueros.

En la era de internet y la Inteligencia Artificial el padre deber ser el más informado de la familia en cuanto a la cultura, la historia, y el deporte porque así será siempre el centro de atención cuando la familia se reúna para celebrar el cumpleaños, la navidad o el fin de año o este domingo especial.

Pero un excelente padre debe saber que no es la carne y la sangre, sino el corazón, lo que nos hace mejor padre.

 

José Miguel Ávila Pérez
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