Depresión

Depresión: Cómo ayudar y autoayudarse

La depresión es más que una tristeza pasajera, se trata de un trastorno emocional que causa sentimiento de tristeza constante y una pérdida de interés en realizar diferentes actividades, menoscaba la capacidad de disfrutar, afecta los sentimientos, los pensamientos y el comportamiento de una persona, y puede causar una variedad de problemas físicos y emocionales. Es posible que se presenten dificultades para realizar las actividades cotidianas y que se piense que no vale la pena vivir. La depresión no es una debilidad y la persona afectada no puede recuperarse de la noche a la mañana de manera sencilla, puede requerir tratamiento a largo plazo. Pero no hay que desanimarse.

La mayoría de las personas que presentan depresión pueden mejorar y hasta librarse de sus síntomas si hacen un tratamiento adecuado, siguen las recomendaciones médicas y llevan un seguimiento sistemático.

Existen terapias eficaces para la depresión, incluidas las psicológicas y la medicación. Los tratamientos psicológicos, también llamados psicoterapias, constituyen la primera línea de tratamiento, pueden combinarse con antidepresivos en casos de depresión moderada y grave. Los antidepresivos no son necesarios en caso de depresión leve. Las psicoterapias pueden enseñar nuevas maneras de pensar, de hacer frente a las situaciones o de relacionarse con los demás.

Pero no sólo basta con las prescripciones del psiquiatra. La participación de la familia y personas allegadas, así como del propio paciente son muy importantes, pues los primeros pueden ayudar, y los segundos pueden autoayudarse.

¿Cómo ayudar?
Depresión, ayuda
Foto: Pixabay

La depresión es muy difícil de entender para quién no la ha sufrido y por ello es de suma importancia contar con información sobre la enfermedad y de qué manera es posible apoyar a quien la sufre. Este trastorno no solo afecta a quién lo padece, es capaz de afectar a todo el conjunto familiar. Por ello un programa de apoyo al paciente y su familia brindará la posibilidad de asegurar el cumplimiento del tratamiento, además de comprometer al núcleo familiar en la terapia.

Es esencial la adopción de una actitud comprensiva y abierta. No servirá de mucho que le digamos a una persona con depresión que se anime o que salga a recrearse y entretenerse. Si te encuentras cerca de alguien deprimido será útil transmitirle el sentimiento de que le quieres y de que tienes interés en sus problemas. Lo más importante que uno puede hacer por estas personas es propiciar que acepten la ayuda especializada de un psiquiatra o psicólogo y reciba el tratamiento adecuado.

También debemos aconsejar al paciente para que no deje el tratamiento aun cuando los síntomas mejoren, es el médico quien debe determinar el final del plan terapéutico y la manera de hacerlo.

En ocasiones la persona deprimida puede requerir que el familiar o amigo le acompañe al médico. Importante es ofrecerle apoyo emocional, esto significa comprensión, paciencia, afecto y estímulo. Busca la forma de conversar y escucharle con atención. No minimices los sentimientos que expresa pero señálale la realidad y ofrécele esperanza. No ignores comentarios o alusiones al suicidio, infórmale de ello al médico que lo atiende. Invítale con mucho tacto a caminar, pasear, ir al cine o hacer otras actividades. Persiste con delicadeza si tu invitación es rechazada y hazle saber que tú deseas trabajar junto a él como si fuera un equipo, con el objetivo de ayudarle. Para que puedas mantener ese apoyo a largo plazo es importante que no descuides tus actividades diarias y asegúrate de cubrir tus necesidades.

Cuando apoyas a alguien con esta condición de salud mental no te sorprendas si tienes emociones negativas como frustración, tristeza, o enojo. Estos sentimientos pueden aflorar cuando estás tratando de ayudar a una persona que en ocasiones no responde como tú quisieras.

Es importante planear actividades sociales con otros conocidos y no a solas ya que esto refuerza la pauta de conducta de la persona con depresión que tiende al aislamiento. Y sobre todo recuerda que no «se hace» el enfermo, está enfermo, tiene depresión. Ten eso presente e insiste en decirle que con tiempo y ayuda va a sentirse mejor.

¿Cómo autoayudarse?
Depresión, autoayuda
Foto: Pixabay

Los trastornos depresivos cursan con sentimientos de minusvalía, inutilidad, desesperanza, pesimismo y desamparo. Los pensamientos negativos desaparecen poco a poco, a medida que el tratamiento empieza a hacer efecto. Mientras tanto puedes autoayudarte, para ello aquí te dejo algunas sugerencias:

  • Fíjate metas realistas, tomando en cuenta la depresión, y no trates de asumir una cantidad excesiva de responsabilidades.
  • Divide las metas en partes pequeñas, establece prioridades y haz lo que puedas, cuando puedas.
  • Trata de estar acompañado y de confiar en alguna persona, siempre es mejor que estar solo y no hablar con nadie.
  • Trabaja para formar una red de apoyo y mantener las amistades.
  • Pide ayuda cuando lo necesites.
  • Toma parte en actividades que te ayuden a sentirte mejor.
  • Hacer ejercicios entre cuatro y seis veces a la semana, durante 30 minutos, es una buena meta. El ejercicio puede ayudarte a levantar el ánimo.
  • Consume alimentos bien balanceados y saludables.
  • No consumas drogas ni bebidas alcohólicas.
  • Nunca debes consumir medicamentos sugeridos por otras personas o modificar el tratamiento farmacológico sin consultar al médico.
  • Asiste a las consultas y terapias que tu médico te programa.
  • Cuando sientas un poco de disposición ve al cine, visita a amistades, o participa en actividades recreativas, religiosas, sociales o de otro tipo. Todo eso te puede ayudar.
  • Es aconsejable que pospongas las decisiones importantes hasta que la depresión mejore. Antes de hacer cambios importantes, como cambiar de trabajo, de casa o divorciarse, consulta con personas que te conozcan bien y tengan una visión más objetiva de tu situación.
  • Recuerda que rara vez una persona sale de una depresión de un día para otro. Pero se puede sentir un poco mejor cada día.
  • Permite la posibilidad de que tus familiares y amigos te ayuden.
  • Debes recordar siempre que la vida tiene sentido bajo cualquier circunstancia.

Sin duda, la intervención del psiquiatra o el psicólogo, es indispensable para el tratamiento de los trastornos depresivos, pero al lado de su acción debe sumarse el deseo del paciente por mejorar su situación. Las depresiones, aún las leves, dejadas a su aire tienden a empeorar pero con un tratamiento oportuno, la ayuda de familiares y amigos, y la autoayuda, la posibilidad de salir del túnel se convierte en realidad.

Lea también: Estar deprimido, algo más que estar triste

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

siete − cinco =