Mujer

Más que flores, pilar de la sociedad

En el Día Internacional de la Mujer, más allá de los clichés de felicitaciones y ramos de flores, se alza una verdad innegable: el valor intrínseco de la mujer como motor de cambio y pilar fundamental de la sociedad. Un valor que, a pesar de siglos de opresión, silenciamiento y negación, persiste, brilla y sigue transformando el mundo.

Este día es un momento para reconocer los logros, sí, pero también para visibilizar las desigualdades persistentes y las injusticias que aún enfrentan las mujeres en todos los ámbitos de la vida.

Desde la esfera doméstica hasta el mundo laboral, desde la ciencia hasta las artes, las mujeres han demostrado una capacidad de resiliencia, innovación y liderazgo que ha impulsado el progreso humano. Son madres, hijas, hermanas, amigas, colegas, líderes comunitarias, empresarias, científicas, artistas, políticas, activistas. Cada una, a su manera, contribuye a construir un futuro mejor.

Sin embargo, a pesar de su inmenso valor, las mujeres en muchas partes del mundo siguen enfrentando barreras sistémicas que limitan su potencial y les impiden alcanzar la igualdad real. Brechas salariales, acoso laboral, violencia de género, falta de representación en puestos de liderazgo son solo algunas de las formas en que la discriminación se manifiesta en su vida cotidiana.

Realidades que afectan el bienestar de las mujeres en Holguín

El periodismo tiene la responsabilidad de dar voz a estas realidades, de iluminar las historias de mujeres que luchan contra la adversidad y de exigir cuentas a aquellos que perpetúan la desigualdad.

Pero la responsabilidad no recae únicamente en los medios de comunicación. Cada individuo tiene el poder de marcar la diferencia. Es posible desafiar los estereotipos de género en la vida cotidiana, apoyar a las mujeres en nuestra comunidad, y exigir que se adopten políticas que promuevan la igualdad de oportunidades.

El valor de la mujer no es negociable. Es un derecho humano fundamental. En este 8 de marzo, comprometámonos a construir un mundo donde todas las mujeres puedan vivir libres, seguras y plenas, sin temor a la discriminación ni a la violencia. Un mundo donde su potencial sea reconocido, celebrado y apoyado. Porque cuando las mujeres prosperan, todos prosperamos. El futuro depende de ello.

Lea también: Cuba lidera top de países con mayor proporción de mujeres inventoras

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

dieciseis − ocho =