Arrecifes coralinos
Foto: Tomada de CubaPLUS

Arrecifes, joyas sumergidas que debemos salvar

Los arrecifes de coral, esas vibrantes ciudades submarinas, son mucho más que simples formaciones rocosas. Son ecosistemas complejos, centros de biodiversidad y verdaderas joyas del planeta. Ignorar su importancia y no actuar para su preservación sería un error catastrófico con consecuencias globales.

Su origen es fascinante. Los arrecifes se construyen lentamente, a lo largo de miles de años, por diminutos animales llamados pólipos de coral que secretan carbonato de calcio, creando una estructura calcárea que, con el tiempo, se convierte en el esqueleto del arrecife. En simbiosis con algas microscópicas llamadas zooxantelas, que viven en sus tejidos, los corales obtienen energía y nutrientes, lo que les permite crecer y construir estos impresionantes hábitats.

Albergan aproximadamente el 25% de la vida marina, a pesar de ocupar menos del 1% del fondo oceánico. Son refugio, zona de alimentación y área de reproducción para miles de especies, desde peces de colores hasta tortugas marinas y tiburones. Funcionan como viveros para muchas especies de peces que luego son capturadas para consumo humano, lo que los convierte en pilares de la seguridad alimentaria para millones de personas.

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Pero su valor va más allá de la biodiversidad. Los arrecifes protegen las costas de la erosión causada por las olas y las tormentas, actuando como barreras naturales que amortiguan el impacto del oleaje. También son cruciales para la economía, impulsando el turismo y generando ingresos para las comunidades costeras a través del buceo, el snorkel y la pesca sostenible.

En Cuba, los arrecifes están distribuidos por casi el 98% del borde de la plataforma marina.

El arrecife coralino cubano, uno de los más extensos, ricos y mejor conservados del mundo, está también colmado de cuevas, túneles, canalizos y pecios, entre otros atractivos.

Sin embargo, estos ecosistemas vitales están en peligro. El cambio climático, la contaminación, la sobrepesca y las prácticas de pesca destructivas están devastando los arrecifes a un ritmo alarmante. El aumento de la temperatura del agua provoca el blanqueamiento de los corales, un fenómeno en el que los corales expulsan las zooxantelas, perdiendo su color y su capacidad de obtener nutrientes. Si el blanqueamiento persiste, los corales mueren, y con ellos, todo el ecosistema que dependen de ellos.

La preservación de los arrecifes es una tarea urgente que requiere la acción coordinada de gobiernos, científicos, organizaciones no gubernamentales y la sociedad en general.

Protegen arrecifes coralinos en Holguín ante cambio climático

Debemos reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero para frenar el cambio climático. Implementar prácticas de pesca sostenible y combatir la pesca ilegal. Reducir la contaminación del agua, evitando que los desechos plásticos, los productos químicos y las aguas residuales lleguen al océano. Y también crear áreas marinas protegidas donde los arrecifes puedan recuperarse y florecer.

No podemos permitirnos perder estos ecosistemas únicos e irremplazables. La salud de los arrecifes es un indicador de la salud de nuestro planeta. Depende de nosotros actuar ahora para proteger estas joyas sumergidas y asegurar que las generaciones futuras puedan disfrutar de su belleza y beneficiarse de sus servicios.

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