Julio Fonseca, cubano-canadiense
Foto: Arnaldo Vargas Castro

Cubano-canadiense Julio Fonseca, ejemplo de lealtad y altruismo

Vivir fuera de Cuba desde hace 31 años no ha cambiado ni un ápice el amor y compromiso que siente Julio Fonseca por su tierra, como ha demostrado con su solidaria ayuda, al frente de la Asociación de Cubanos Residentes en Toronto, Canadá Juan Gualberto Gómez.

Él llegó a Canadá en 1994, acompañando a una joven de ese norteño país, que se desempeñaba como especialista en lenguas y de la cual se enamoró. Una vez en Toronto, capital de la provincia de Ontario, ejerció como profesor de inglés en la Universidad de York, tercera más grande de esa nación.

Como Cuba se mantuvo siempre en su pensamiento y corazón, cuando cubanos organizados en varios grupos —en los que conmemoraban efemérides y participaban en otras actividades—, decidieron unir esfuerzos a favor de su país, en el año 2007 se crea la Asociación de Cubanos Residentes en Toronto, de la cual es su coordinador.

De esa manera, cuando el mundo se batía en el enfrentamiento a la pandemia de dengue, los asociados enviaron el primer contenedor con medicamentos y otros recursos, destinados a centros de atención médica.

A partir de entonces, esa iniciativa —que inspiró a grupos solidarios de otros países— , se multiplicó, hasta llegar a 12 contenedores y la posibilidad de incrementar esa cifra, con el esfuerzo de esta Asociación, de conjunto con un proyecto de almacenamiento y otro sindical encargado de la recaudación de fondos para costear la transportación.

Donación a Holguín, Asociación canadiense
Julio, a la izquierda, junto a otros coordinadores de proyectos que realizan donaciones a Cuba. Foto: Arnaldo Vargas Castro

Julio Fonseca, quien también es vicepresidente de la Red Nacional de Solidaridad con Cuba —que agrupa a 25 organizaciones canadienses—, nació en Campechuela, municipio de la oriental provincia de Granma, donde de joven se integró al Contingente pedagógico Manuel Ascunce Domenech, graduándose en 1978, cuando comenzó su ejercicio profesional en una Escuela Secundaria Básica en el campo (interna).

Venció la licenciatura en idioma inglés, que ejerció hasta comenzar a trabajar en una sección de capacitación del Ministerio de Turismo; luego cumplió misión de cooperación, como intérprete, en Etiopía y después se trasladó al país donde comparte tantos gestos de altruismo con sus compatriotas.

En una breve conversación sostenida recientemente en la sede de la delegación del Icap en Holguín, Fonseca reconoció que, aunque frecuenta viajar a Cuba, sobre todo a Granma, es la primera vez que lo hacía a esta provincia, a la cual volverá en otras oportunidades, para entregar donaciones a distintas instituciones.

Donaciones, Hospital de Holguín
Julio, durante la última entrega de medicamentos e insumos, a través del Icap y representantes de la Salud. Foto: Arnaldo Vargas Castro

A pesar del férreo bloqueo y las vicisitudes que provoca, Fonseca reafirmó que el pueblo cubano no está solo, porque hay mucha gente en el mundo que quiere cooperar, como ocurre en Canadá y el simbolismo de estas donaciones inspira a otros a sumarse a tan humanitarios gestos de amor.

Precisó que, en Toronto, la Asociación que dirige e integrantes de otros proyectos, además del apoyo material, difunden la realidad cubana, su historia y cultura, en interés de preservar, en otras tierras, la identidad nacional.

De esa manera, el cubano-canadiense Julio Fonseca es ejemplo de lealtad y altruismo.

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