Las bebidas alcohólicas tuvieron un papel de cierta relevancia en la Cuba colonial. El historiador Ismael Sarmiento Ramírez nos dice que (1): “Consumir alcohol, aunque en pequeñas dosis, formaba parte de los hábitos del cubano en el siglo XIX y este gusto se extendió tanto por los campos como por las ciudades. El aguardiente de caña se tomaba regularmente solo o diluido en agua…”. (2)
El aguardiente también se utilizaba como medicina para diversas enfermedades. Su precio era relativamente bajo, pues se producía de la caña de azúcar, eso lo hizo una bebida popular. Sin ser la isla un país donde predominaba el alcoholismo, el gusto por la bebida era bastante generalizado, en especial, en fiestas.
Al estallar la guerra de 1868 el aguardiente era una bebida muy apreciada por los insurrectos. El alcohol ha tenido un papel importante en las contiendas bélicas. Es un estimulante para el combatiente en los momentos del enfrentamiento al enemigo. El asunto tiene una larga data en la historia de los conflictos: En la batalla de Agincourt, librada entre franceses e ingleses en 1415, un historiador considera que: “… es muy probable que muchos de los dos ejércitos fuesen a la lucha poco sobrios, si es que no estaban verdaderamente borrachos.”(3) Mientras en el combate de Waterloo: “… muchos de los soldados habían bebido alcohol antes de la batalla, y continuaron bebiendo durante la misma”.(4)
El ejército español utilizó el aguardiente. En la documentación que generó, en ocasiones, hicieron anotaciones sobre esta bebida. Una fuerza colonial acantonada en Fomento, en Las Villas, el 30 de agosto de 1869, informaba que una compañía y la caballería: “…marchó por azúcar y aguardiente á las Placetas”.(5)
En ocasiones el aguardiente se utilizaba para premiar el éxito de una operación, como hizo el jefe del destacamento de Corojo, en Las Villas, que realizó una incursión en la jurisdicción de sus fuerzas, la que consideró exitosa y al retornar, el 23 de junio de 1869, anotó en el diario de la unidad:
“Reunida la fuerza como ya dejo manifestado emprendí la marcha para el destacamento proporcionándole a la tropa en el potrero de Don Rafael Espinosa un poco de aguardiente y después de dar media hora de descanso y completar el número de caballos para que la tropa desmontada fuera también á caballo proseguí la marcha por la vereda de Sabanilla camino de Pedro Barba”.(6)
Pese a la dificultades para obtenerlo los mambises hicieron todo lo posible por incluirlo en su dieta. Algunos informes de las tropas coloniales se refieren a que capturan recipiente con la aromática bebida. La Columna Volante de Cienfuegos informaba, el 18 de julio de 1869, desde Arimao que: “… en el día de ayer y durante un descanso que hacia la tropa junto á los montes del Mamón se divisó un grupo rebelde que fue atacado y dispersado inmediatamente haciendo aquellos algunos disparos en su fuga…En la persecución y reconocimiento que a la par se hacia se encontró algún aguardiente, café y otros víveres”.(7)
El 18 de febrero de 1869 tropas españolas destacadas en Santa Cruz del Sur, en Camagüey, se trasladan vía marítima hasta el estero “Federico”. Desembarcan y realizan una incursión tierra adentro. Dispersan una tropa insurrecta, ocupan caballos, 72 arrobas de cera, 5 de sal y “4 garrafones de aguardiente”. (8)
En la papelería mambisa, encontramos evidencia del esfuerzo que hicieron para que los miembros del Ejército Libertador contaran con ese líquido. El jefe insurrecto de Holguín le escribía a uno de sus subordinados:
República Cubana División de Holguín= El Capitán Juez Local de Maniabón solicitará en donde quiere que considere haberlos ocho garrafones vacíos que son necesarios para llenar de aguardiente en el Ingenio el Placer del C. José Aldana con destino á este Ejercito. Dios Patria y Libertad. Maniabón Abril catorce de 1869= El Gral. Julio G. de Peralta= Al C. Capitán Salvador de Peña Juez Local de Maniabón=(9)
En otro documento el referido General dejó constancia de la importancia de esta bebida. El cuatro de mayo de 1869 le escribió al oficial encargado de la capitanía pedánea de Yareyal. Le decía el General Julio Grave de Peralta que según los informes que le habían llegado en ese lugar:
“…se vende el café y aguardiente á precios exorbitantes, y considerando estos artículos casi de primera necesidad para el vecindario en las actuales circunstancias, he resuelto que á lo sucesivo no se venderán dichos artículos más que á quince centavos el agte y á 30 el café la libra en la inteligencia de el no cumplimiento de esto me será Ud. responsable y que para conocimiento del vecindario hará Ud. fijar cedulones notificando dicha prevención”. (10)
Le agregaba que en caso de no cumplirse: “… será castigada con arreglo á las circunstancias”.(11)
Los mambises demostraron su fidelidad a sus ideas entregando vida, haciendas y familias a la causa de la independencia. Pero en medio de tanta tragedia debía de ser reconfortante tomarse un buen trago en una de aquellas rústicas vasijas hechas del fruto del árbol de la güira, una jícara de aguardiente que, en ocasiones, los acompañaba al combate.
Notas:
1.-Se ha respetado la ortografía y redacción original en las citas textuales.
2.-Ismael Sarmiento, Entre la opulencia y la pobreza, Ediciones Aldaba, España, p. 273.
3.-John Keegan, El Rostro de la batalla, Ediciones Ejército, Madrid, 1990, p. 128.
4.-Ibídem. p. 201.
5.-Servicio Histórico Militar, Madrid, España, Ponencia 5, Legajo 1, Armario 2, Tabla 1, Batallón Cazadores de Baza nº 12, Columna volante.
6.-Servicio Histórico Militar, Madrid, España, Ponencia 5, Legajo 1, armario 2, tabla 1, Doc 708, Batallón Cazadores del Orden nº 2, 3ª Compañía.
7.-Servicio Histórico Militar, Madrid, España, Ponencia 5, Legajo 1, armario 2, tabla 1, Doc 841, Columna Volante de Cienfuegos, julio 1869.
8.-Servicio Histórico Militar, Madrid, España, Ponencia 5, Legajo 1, armario 2, tabla 1, Documento 512, Regimiento de Infantería de la Habana Nº 6, 1er Batallón, Destacamento de Santa Cruz, Diario de las operaciones practicadas por este destacamento en el mes de febrero de 1869.
9.-Museo Provincial de Holguín Fondo Julio Grave de Peralta Libro de borradores de Julio Grave de Peralta Numero 196 Maniabón Abril catorce de 1869 el Gral. Julio G. de Peralta al C. Capitán Salvador de Peña Juez Local de Maniabón.
10.-Museo Provincial de Holguín Fondo Julio Grave de Peralta Libro de borradores del General Julio Grave de Peralta. Número 270 del 4 de mayo de 1869 Al teniente Pacheco del Vedado.
11.-Ídem
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