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Por una mejor calidad de vida de quienes conviven con epilepsia

El haber conocido a lo largo de la vida a disímiles personas con epilepsia, de las más opuestas edades, cada uno con manifestaciones diferentes, pero en todos los casos igual de impactantes, al presenciar una crisis, me hace cuestionar varias interrogantes acerca de este trastorno crónico del cerebro, que desde el año 2015 conmemora su Día Internacional, cada segundo lunes de febrero.

Mejorar la calidad de vida de quienes le diagnosticaron epilepsia, padecimiento que se estima afecta a más de 65 millones de personas a nivel global es una meta que no por noble, resulta sencilla. Es un reclamo recurrente tanto de epilépticos como de sus familias el contar con tratamientos más efectivos, pero menos invasivos, en el propósito de mejores servicios de salud y una inversión mayor en función de la investigación de esta enfermedad, catalogada actualmente como una de las más comunes en el campo de la Neurología.

No obstante, aún en la contemporaneidad está rodeada de desconocimiento y hasta discriminación, con el falso estigma de que quienes la padecen están poseídos, pues no siempre ha existido tratamiento para este padecimiento y tampoco todos los pacientes logran el control de la enfermedad, pese a los tratamientos farmacológicos indicados.

Por una mejor calidad de vida de quienes conviven con epilepsia 0Entre las estrategias y medidas que pueden ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas que padecen epilepsia se encuentran el cumplimiento del tratamiento médico prescrito de forma regular y adecuada; mantener un estilo de vida saludable, incluyendo una dieta equilibrada, ejercicios regulares y suficiente descanso; evitar el consumo de alcohol y drogas, ya que pueden desencadenar crisis epilépticas.

Además es aconsejable identificar y evitar los factores desencadenantes de las crisis, como el estrés, la falta de sueño o ciertos alimentos e incluir actividades recreativas y sociales que promuevan la integración y la autoestima. De manera especial especialistas recomiendan mantener un registro de las crisis epilépticas para identificar patrones y ajustar el tratamiento si es necesario.

En general, es importante que las personas con epilepsia reciban un apoyo integral que abarque aspectos médicos, emocionales, sociales y educativos para mejorar su calidad de vida.

Otra manera de conmemorar este día es informándose sobre este tema y propiciar que quienes nos rodean lo hagan también, una vía de contribuir a que sea considerada como cualquier otra enfermedad no transmisible y con ello a que quienes la padezcan posean las oportunidades laborales y sociales que merecen. Por otro lado, también permite la detección de algún síntoma relacionado con la misma y poder acudir oportunamente a los servicios de salud, en busca de ayuda.

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