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Héctor Hernández Martín. Foto: José José Romero

Tico: la retirada como manager de los Cachorros de Holguín

Recientemente la Comisión Provincial de Béisbol en esta provincia informó que para la venidera Serie Nacional el experimentado estratega Héctor Hernández Martín no continuará al frente de los Cachorros de Holguín. Para conocer detalles de esta decisión e intercambiar sobre varios tópicos beisboleros conversamos con «Tico».

¿Se despide Héctor Hernández Martín de la dirección del equipo por una decisión personal, por recomendación o por una exigencia?

«Realmente es una decisión personal fundamentada en algo que tiene prioridad total según mi forma de pensar. Situaciones que han venido ocurriendo en los últimos días en el seno familiar me forzaron a tomarla para poder prestarle atención. Para mí el núcleo de mi familia representa todo en mi vida y esto, lógicamente, tiene la mayor prioridad».

¿Es esta una retirada definitiva como manager?

«Yo pienso que sí porque próximamente, el 21 de marzo, cumplo 73 años. Independientemente de que mi salud marcha bastante bien tengo algunos lógicos achaques por la edad, sobre todo en el orden de la presión arterial. Debe ser ya un despido definitivo pues llevo mucho tiempo en estas funciones y el béisbol en Holguín necesita de una persona joven que pueda seguir enrumbando el destino del equipo. Aquí hay personas que pueden hacerlo, con posibilidades, talento y muchos deseos».

Hablemos de la pasada contienda, ¿qué diferencias encontró al retomar el mando de los Cachorros de Holguín con respecto a la última vez en que los había dirigido?

«La diferencia es muy grande pues es una nueva generación. Había transcurrido 10 años desde la última serie que dirigí, la  número 50. Han cambiado muchas cosas, sobre todo en el aspecto cultural. Aunque ahora los atletas tienen mucho más nivel técnico que los dirigidos por mí en épocas anteriores, muestran un problema de concepciones, incluso en sus valores, en la formación de la personalidad; distan mucho de los de antaño y eso me chocó, sobre todo con algunos muchachos que son la base del equipo, algo que no me agradó».

¿Se puede culpar a alguien de la no clasificación del conjunto a la siguiente fase toda vez que la mayoría de los pronósticos daban a los cachorros de Holguín como uno de los favoritos?

«Por supuesto, hay un culpable: Héctor Hernández, porque no supe llevar al equipo a que alcanzara los resultados esperados. No lo logré, sobre todo en algunos atletas fundamentales, independientemente de que hice un gran esfuerzo, inclusive, hice cosas que algunos se extrañaron de mí por tratar de agrupar al conjunto. Pero al final, después de la subserie contra Granma, donde estábamos virtualmente clasificados, el equipo tuvo una decadencia total. El culpable fui yo. No logré que este grupo de muchachos de esta nueva generación se identificara con mi propósito y que este se alineara con los conceptos que ellos tenían. Mi objetivo era simplemente llevar al equipo a clasificar para que esta provincia que tanto se lo merecía pudiera, tal vez, soñar otra vez como yo estaba soñando».

¿Se preparó Tico para esa responsabilidad tan grande después de 10 años sin dirigir, sin estar al mando de un equipo en la pelota cubana?

«Yo soy un estudioso del béisbol. Independientemente de que estuve 10 años sin dirigir no me alejé en ningún momento del béisbol. En el orden técnico metodológico no te puedo decir que era el que más conocimiento tenía ni que pretendía serlo porque yo siempre tengo en cuenta esa máxima de nuestro Apóstol cuando dijo que «toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz». Con toda la humildad del mundo te digo que siempre traté de estar actualizado, sobre todo lo concerniente a la teoría, la metodología de la preparación, no solamente del béisbol sino del deporte en sentido general. Pero en esta disciplina hay situaciones medulares. Una de ellas es la conformación del conjunto por parte del manager. Si se posee un equipo mediocre, para alcanzar la victoria, se debe ser un excelente estratega, como han existido. El ganador no es tanto el manager, es el equipo. Si no se cuenta con figuras talentosas, si falla algún renglón del juego, no se puede ganar. Sin pitcheo tampoco se puede ganar. Pero también, si a usted le falla la defensa, no puede ganar; y si no tiene ofensiva es posible que con defensa y pitcheo gane.

Generalmente, los grandes managers de Cuba lo son porque disponen de equipos destacados en los tres renglones, y muchos de ellos a veces ni los han formado. Algunos directores en este país han formado generaciones de atletas en sus provincias sin tener ninguna historia, y han logrado buenos bateadores, lanzadores, defensa y alcanzado el éxito en algún momento. Sin embargo, también hay otros directores que realmente han escogido sus selecciones, con la posibilidad de elegir atletas de toda la nación, y nunca han logrado vencer».

Toquemos el tema de la Liga Élite, ¿podía aspirar Cafetaleros a ubicarse en una mejor posición?

«Las aspiraciones siempre estuvieron. Eran seis equipos buenos pero yo pienso que el menos bueno era Cafetaleros. De las seis nóminas la más discreta era la de ese conjunto. Fue una serie muy cortica y  estuvimos después de la mitad del calendario en el tercer lugar, pero nos afectó mucho que seleccionaran a seis de nuestros atletas para integrar el equipo Cuba que asistió a la Serie del Caribe en Bahamas. Nos extrajeron a Santiago, nuestro primer bate; ya Manduley, segundo en la alineación, se había ido para Nicaragua. También fueron elegidos el tercero en la tanda, Guibert, y el quinto, Yasiel González. El sexto, Luis Sánchez, se lesionó fuertemente de la rodilla y estuvo más de un mes fuera. Pero además, también viajó a ese evento el mejor cerrador de Cuba, Yeudis Reyes, junto a Alexander Valiente. En definitiva, no pudimos contar con cinco atletas fundamentales y a partir de ahí comenzó un declive, del tercer lugar bajamos hasta el último, independientemente de que se hizo un tremendo esfuerzo por parte de los muchachos. Para mi criterio, y lo digo con toda la honestidad que me caracteriza, los contendientes eran de mayor calidad que el equipo nuestro».

Recientemente se celebró un nuevo aniversario de la histórica primera clasificación de los cachorros de Holguín a la postemporada. Ocurrió esto el 17 de enero de 1995. ¿Qué recuerda Tico de aquella serie XXXIV?

«Era un gran elenco con muchachos sin alto nivel cultural pero sí con muchísimo amor a la camiseta. Supimos en aquel momento inculcarles, y se identificaron plenamente con ellos, los objetivos que les planteamos. En ese grupo había mucha humildad y deseos de defender al equipo y el estandarte de Holguín sin recibir nada a cambio, una de las grandes diferencias respecto a los tiempos actuales. En ellos eso no existía, solo se preocupaban por rendir más y más. Ahora hay muchos intereses, se encuentra elevado el ego y es una lástima, de no ser así pudieran aportar más».

¿Qué tan lejos ve la posibilidad de que la geografía holguinera vuelva a estremecerse como lo hizo aquella noche del 28 de junio del 2002?

«Deberían ocurrir muchas cosas, sobre todo un apoyo total en el orden gubernamental, quienes deciden, propiciar un apoyo en lo material, un cambio incluso de mentalidad. También modificaciones en el trabajo de cada uno de los municipios. Debe jugarse más béisbol, lograr que, como ocurrió muchos años atrás, los terrenos no haya que chapearlos, que estén sin hierba porque las personas asisten constantemente. En estos momentos tú pasas por un terreno de pelota y la hierba te llega a la cintura, y si no, están jugando fútbol. Es preciso lograr que sábados y domingos estén llenos de niños o de jóvenes y se celebren los campeonatos que antes se efectuaban, no solamente de nivel provincial, de primera categoría, sino de todas. Pero también de las universidades, de las escuelas, los preuniversitarios, las granjas, las cooperativas, las unidades militares. Eso hay que retomarlo porque si usted no tiene de donde sacar buenos peloteros es difícil obtener resultados positivos. No es posible hacerlo solo en un laboratorio, en la academia, es preciso formar atletas en la base».

¿Se retira Tico con algún sueño por cumplir sobre un terreno de béisbol?

«Sí. No haber dejado un legado con el que nuestros atletas se identifiquen, no haberles impregnado que el honor vale más que las medallas, que a la vergüenza, la formación del hombre y los valores no deben renunciar nunca, por nada ni por nadie, ni siquiera por vestir un uniforme diferente al del equipo Holguín, ni por tratar de alcanzar beneficios materiales. Nosotros teníamos una misión, que era que este pueblo, tan merecedor de victorias, disfrutara, que por lo menos tuviera una discusión más de otro campeonato, que yo pienso que el año pasado pudo haber sido».

Por último Tico, ¿algún mensaje a la afición holguinera?

«Que vayan a apoyar a los cachorros de Holguín, que disfruten de los jugadores que con lealtad y entrega, a cambio de nada, desarrollan el deporte, independientemente al nombre que tengan. Que apoyen a la dirección que van a tener, que estamos convencidos que son gente de mucha valía, gente de mucha vergüenza. Y hay algo que me satisface enormemente, que son personas que no tienen el ego tan elevado sino son humildes y trabajadores».

Autor: José José Romero de los Reyes

Un comentario sobre «Tico: la retirada como manager de los Cachorros de Holguín»

  1. La idiosincrasia del holguinero no tiene nada que ver con la santiaguera y guantanamera. Debimos estar integrados con Granma y Las Tunas, al menos uno de ellos, la pelota es un juego de conjunto y compenetración entre los jugadores… Eso es un problema donde la dirección a veces tiene que hacer milagros para lograrlo….

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