Resiliencia y compromiso marcaron labor sindical en Holguín en 2025

La Central de Trabajadores de Cuba (CTC) en Holguín desarrolló durante 2025 una labor sindical sostenida y articulada, marcada por la búsqueda de soluciones colectivas en un contexto económico y energético particularmente adverso. Con más de 250 mil afiliados que representan casi todos los sectores socioeconómicos del territorio nororiental, la organización desplegó un trabajo coherente que integró la vida interna del movimiento sindical con las prioridades productivas y sociales de la provincia.

A lo largo del año, la CTC impulsó el proceso orgánico del XXII Congreso, que transitó desde las organizaciones sindicales de base hasta los 14 municipios. Este proceso incluyó el fortalecimiento de los ejecutivos sindicales, la elección de delegados directos al magno evento y la constitución de las delegaciones municipales a la Conferencia Provincial.

La culminación de esta etapa tuvo lugar en enero, durante la Conferencia Provincial del XXII Congreso, un espacio decisivo para articular criterios y proyectar el futuro del movimiento obrero. Allí se eligió al nuevo secretariado y se abrió un amplio intercambio sobre experiencias, problemáticas y retos, especialmente en lo relativo al perfeccionamiento del trabajo sindical y a la protección del proletariado frente a la compleja situación económica nacional.

El informe central reflejó, además, avances en áreas clave como la producción de alimentos, la exigencia a las administraciones, la disponibilidad financiera para el desarrollo, la guardia obrera y la diversificación productiva a partir de la innovación.

En continuidad con ese proceso de fortalecimiento orgánico, la provincia dio pasos firmes en la consulta del anteproyecto del Código de Trabajo, un ejercicio de democracia participativa que involucró activamente a miles de trabajadores.

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Con más de dos mil 500 asambleas previstas, casi 900 en el municipio cabecera, Holguín se convirtió en escenario de análisis críticos y propuestas constructivas. La primera sesión, realizada en la Empresa Provincial de Servicios Legales (ASEL), integró a dirigentes sindicales, especialistas jurídicos y trabajadores, quienes aportaron criterios para actualizar los distintos capítulos del documento, ajustándolo a las necesidades y desafíos contemporáneos del país.

Paralelamente, el movimiento sindical enfrentó un año signado por la insuficiencia en el suministro de energía eléctrica y la persistente tensión económica. Sin embargo, lejos de detenerse, la CTC reforzó su papel como catalizadora de soluciones productivas.

Así, el rol de los trabajadores en la batalla por la sostenibilidad alimentaria fue determinante. La movilización voluntaria hacia polos productivos, la participación en la zafra azucarera y el apoyo a la recogida de café contribuyeron a sostener resultados favorables. Además, se incentivó el aprovechamiento de tierras cultivables y se priorizó a los colectivos con fincas, parcelas, huertos y organopónicos, promoviendo un modelo de autoabastecimiento que fortaleciera la resiliencia del territorio.

El reconocimiento al desempeño fue un componente esencial para mantener la motivación laboral. En 2025, 36 colectivos recibieron la condición de vanguardia nacional, mientras que varios trabajadores fueron distinguidos con la medalla Jesús Menéndez, la orden Lázaro Peña y otros estímulos.

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De igual modo, se exaltó la labor de la ANIR, cuyos aportes en la fabricación y recuperación de piezas de repuesto resultaron decisivos para ahorrar combustibles, incrementar la producción de alimentos y sustituir importaciones en sectores estratégicos.

La organización también mantuvo una línea de trabajo firme frente al delito, la corrupción y las ilegalidades, desarrollando acciones preventivas que buscan proteger el proceso socialista, fortalecer la seguridad ciudadana y evitar brechas de desigualdad. Estas iniciativas se integraron a un esfuerzo mayor por elevar la disciplina laboral, el control interno y la responsabilidad colectiva.

En coherencia con su vocación social, la CTC priorizó actividades como las donaciones de sangre y el apoyo a la producción de alimentos, reconociendo su impacto directo en la población. El desempeño integral de la organización fue avalado con la designación de Holguín como sede nacional de importantes celebraciones: el Día de la Medicina Latinoamericana, el aniversario 21 de la Brigada de Instructores de Arte y el acto nacional del INDER por su 64 aniversario.

En un año de transformaciones y desafíos, la CTC holguinera reafirmó que crecerse ante las dificultades es una tarea de primer orden. Cuba necesita más que nunca el acompañamiento activo del movimiento sindical para identificar problemas, impulsar soluciones y fortalecer el compromiso de los trabajadores con los objetivos de una nueva etapa de desarrollo. Así, 2025 se consolidó como un período de esfuerzos integrados y resultados palpables, en el que la unidad y la participación obrera marcaron la pauta para continuar avanzando.