Solidaridad-humanismo, huracán Melissa

Solidaridad y humanismo, la fuerza del pueblo en Holguín tras el huracán Melissa

El paso del huracán Melissa por el oriente de Cuba a finales de octubre no solo puso a prueba la fortaleza de Holguín, sino que también sacó a relucir los más profundos valores de solidaridad y humanismo que caracterizan a su pueblo.

Frente a la adversidad la provincia ha respondido con una movilización ejemplar, donde el esfuerzo colectivo y la preocupación por el prójimo han sido los pilares para iniciar la recuperación.

Desde el primer momento, las autoridades y las instituciones cubanas activaron un plan de protección centrado en el cuidado de cada vida. En Holguín, se declaró la fase de alerta ciclónica y se ejecutaron acciones estratégicas de manera inmediata.

Se evacuó o protegió a unas 275 mil personas en toda la provincia, una cifra que da cuenta del enorme esfuerzo para poner a salvo a la población.

Asimismo se habilitaron 243 centros de evacuación, 91 de los cuales fueron escuelas que se transformaron en albergues, garantizando techo y recursos básicos.

El curso lectivo fue suspendido y más de cuatro mil estudiantes de diferentes centros educativos, incluyendo a alumnos internacionales, fueron trasladados de manera segura a sus hogares o albergues protegidos.

Una vez que Melissa pasó por estas tierras, la solidaridad comenzó a ser la fuerza principal para enfrentar los daños. Los holguineros no esperaron y comenzaron a trabajar unidos en la limpieza y la recuperación.

En medio de calles anegadas y árboles caídos surgieron escenas que reflejaron la entereza del pueblo. Vecinos ayudándose mutuamente, niños cargando pertenencias familiares a través del lodo y trabajadores viajando largas distancias para restaurar servicios esenciales se volvieron imágenes cotidianas.

La movilización de recursos fue nacional. Brigadas de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (ETECSA) partieron desde Pinar del Río, La Habana, Mayabeque hacia el oriente cubano con postes y cables para restablecer las comunicaciones.

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La respuesta humanitaria también ha trascendido los límites de la isla, demostrando que el apoyo al pueblo cubano viene desde múltiples frentes.

La Organización de Naciones Unidas lanzó un plan de respuesta de 74 millones de dólares para asistir a 2.2 millones de cubanos en las provincias orientales, con un enfoque en salud, agua, saneamiento y albergue.

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia UNICEF, envió donativos de kits de insumos médicos, medicamentos y fórmulas alimenticias para los niños.

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La República de Colombia aportó más de 240 toneladas de suministros para los afectados tras el paso del evento meteorológico.

Venezuela también sumó esfuerzos para ayudar a los cubanos y a pocas horas del impacto del huracán Melissa, aterrizó en el Aeropuerto Internacional Antonio Maceo Grajales una aeronave que no solo traía ayuda, cargaba esperanza.

Los nuestros, esos que no importa la latitud donde estén, organizaron colectas desde la Ciudad de México. La Asociación José Martí de Cubanos Residentes inició una colecta de alimentos y medicinas para enviar a la isla.

En el mismo sentido, las organizaciones de masas se unieron para aportar su granito de arena a la recuperación de los damnificados de todo el Oriente. Los Comités de Defensa de la Revolución, la Federación De Mujeres Cubanas y los actores económicos de todo el país suman acciones solidarias también.

El huracán Melissa dejó una estela de desafíos en Holguín, con 35 mil hectáreas de cultivos afectadas y servicios esenciales interrumpidos. Sin embargo, la narrativa que perdura no es la del daño, sino la de una comunidad que se levanta unida.

La respuesta del pueblo y el gobierno de Holguín, reforzada por el apoyo nacional e internacional, es un testimonio vivo de que la solidaridad es el recurso más valioso para superar cualquier desastre. Esta experiencia demuestra, una vez más, que ante la fuerza de la naturaleza, la unión y el humanismo son la mayor fortaleza del pueblo cubano.