Jesús Orta Ruiz

El Indio Naborí, voz de la décima hispanoamericana

El 30 de septiembre no es solo un día en el calendario, es una celebración del legado poético que dejó Jesús Orta Ruiz, conocido como el Indio Naborí. Esta fecha, establecida en 1998 como el Día de la Décima Hispanoamericana, rinde homenaje a un hombre que, a través de sus versos, supo capturar la esencia del alma cubana y, por extensión, de toda Hispanoamérica.

Nacido en Guanabacoa en 1922, emergió de una familia campesina que preservaba las tradiciones y el folclor español en los campos cubanos. Desde muy joven mostró un talento innato para la poesía, que se alimentaba de las raíces culturales de su entorno.

Su vida estuvo marcada por una profunda conexión con la décima, esa estrofa de diez versos que ha sido el vehículo de expresión preferido por tantos poetas populares de Cuba. Esta forma poética, con su ritmo y musicalidad únicos, se convirtió en el signo distintivo de su obra.

La historia de Orta Ruiz es también una historia de transformación. Antes de 1959, su voz poética ya resonaba en la música guajira, pero fue tras la Revolución que su talento adquirió una nueva dimensión.

Fundador de la Unión de Artistas y Escritores de Cuba (UNEAC), donó generosamente los premios obtenidos a proyectos revolucionarios y recorrió países como la otrora URSS, llevando consigo la riqueza cultural de su tierra natal. Su poesía no solo fue un reflejo de su entorno, sino también un faro que iluminó las luchas y esperanzas del pueblo cubano.

Una de sus obras más emblemáticas, «Elegía de los Zapaticos Blancos», narra la conmovedora historia de Nemesia, una niña de Girón, convertida en un símbolo de la sensibilidad social. Aunque ciego de pupila, el Indio Naborí tenía una visión clara del mundo que lo rodeaba; su capacidad para ver más allá de lo evidente lo convirtió en un maestro para muchos. Su poesía era un canto a lo que sus ojos no podían percibir, un testimonio del poder del espíritu humano.

En 1964, su compromiso con la cultura campesina lo llevó a presentar un proyecto para establecer la Jornada Cucalambeana, un evento destinado a honrar al poeta Juan Cristóbal Nápoles Fajardo y revitalizar las tradiciones rurales. Su obra se tradujo a más de diez idiomas y fue reconocida en múltiples ocasiones, incluyendo el prestigioso Premio Nacional de Literatura en 1995.

Naborí no solo fue un poeta; fue un cronista del alma cubana, un defensor de la cultura popular y un faro para las generaciones futuras. Su legado perdura no solo en sus escritos, sino también en el corazón del pueblo cubano, que sigue celebrando el poder de la décima como un símbolo de identidad cultural.

Fallecido el 29 de diciembre de 2005, su espíritu vive en cada verso recitado, en cada décima improvisada y en cada rincón donde resuena la música guajira. En este Día de la Décima Hispanoamericana, recordamos a Jesús Orta Ruiz no solo como un gran poeta, sino como una voz insustituible que continúa inspirando a todos aquellos que creen en el poder transformador de la palabra.