Demencias, Enfermedad de Alzheimer
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Cuando sospechamos del Alzheimer (+ Video)

Alois Alzheimer, psiquiatra y neurólogo alemán fallecido el 19 de diciembre de 1915, no pudo imaginar que su nombre se haría tan famoso desde la segunda mitad del siglo XX hasta nuestros días, cuando su apellido borró el diagnóstico de demencia senil y se convirtió en la causa de demencia por excelencia de las personas mayores.

El Dr. Alzheimer presentó en una reunión de psiquiatras los peculiares hallazgos que encontró en la corteza cerebral de una paciente que había ingresado en el asilo mental de Frankfurt en el año 1901. Esta mujer, tras presentar un cuadro florido de demencia con síntomas de deterioro mental progresivo, celotipia y trastornos del comportamiento, falleció el ocho de abril de 1906 con sólo 54 años de edad.

Emil Kraepelin, otro eminente psiquiatra alemán, considerado como el fundador de la Psiquiatría científica moderna, en un libro publicado en 1910 bautizó esta entidad con el nombre de Enfermedad de Alzheimer, tal como la conocemos en la actualidad. El Dr. Kraepelin reconocía de esta manera los descubrimientos de su colega.

La enfermedad de Alzheimer es la causa más común de demencia, constituye un proceso biológico que comienza con la aparición en el cerebro de una acumulación de proteínas en forma de placas amiloides y ovillos neurofibrilares. Esto hace que las neuronas cerebrales mueran con el tiempo y el cerebro “se encoja”.

Los primeros síntomas son olvidarse de eventos o conversaciones recientes. Con el tiempo, la enfermedad deriva en graves pérdidas de memoria y afecta la capacidad de la persona para realizar las tareas cotidianas. Se trata de un trastorno neurodegenerativo, por lo general de comienzo lento e insidioso, de carácter irreversible, que además de la pérdida de memoria se caracteriza por deterioro cognitivo y funcional progresivo, trastornos motores, del juicio, el razonamiento y las capacidades comunicativas, así como por la aparición de modificaciones en el estado de ánimo, alteraciones psicóticas y de la conducta, con notables trastornos del funcionamiento social y ocupacional.

Las personas con enfermedad de Alzheimer podrían pasar por las siguientes situaciones:

  • Repetir afirmaciones y preguntas una y otra vez.
  • Olvidar conversaciones, citas médicas o eventos.
  • Extraviar artículos, y, a menudo ponerlos en lugares en los que no tiene sentido hacerlo.
  • Perderse en lugares que solían conocer bien.
  • Olvidar los nombres de familiares y de objetos de uso cotidiano.
  • Tener problemas para encontrar las palabras adecuadas, expresar pensamientos o mantener conversaciones.

Cambios en la personalidad y en la conducta

Los cambios que la enfermedad produce en el cerebro suelen afectar el estado de ánimo y el comportamiento. Los síntomas pueden incluir los siguientes: depresión, pérdida de interés por actividades, aislamiento social, cambios en el estado de ánimo, falta de confianza en los demás, ira o agresividad, cambios en los hábitos de sueño, desorientación, desinhibición, ideas delirantes (como creer que le han robado algo, cuando no es así).

Factores de riesgo para el desarrollo de demencia

En cuanto a los factores de riesgo se han señalado un menor nivel de educación en la infancia, pérdida auditiva, hipertensión, obesidad, tabaquismo, diabetes, depresión, inactividad física, aislamiento social, la contaminación medio ambiental y la pérdida de la visión, como los más significativos.

Hasta un 35 por ciento de las demencias pueden ser evitadas únicamente con incrementar la educación desde edades tempranas sobre los factores de riesgo. Está claro que si se suprimen o disminuyen estos factores la posibilidad de disminuir la aparición de la enfermedad sería notable.

En cuanto a los signos clínicos de demencia se han determinado con precisión los que resultan cardinales, que se deben observar y considerar al evaluar el riesgo de esta enfermedad.

Demencias, Enfermedad de Alzheimer
En la enfermedad de Alzheimer el desafío es proteger a las neuronas. Foto: larazon.es/archivo

Diez signos a considerar al evaluar el diagnóstico de Enfermedad de Alzheimer

  1. Pérdida de la memoria en las actividades de la vida diaria.
  2. Dificultades en la realización de actividades familiares.
  3. Problemas con el lenguaje (como cambiar palabras u olvidarlas).
  4. Desorientación en tiempo y espacio.
  5. Alteraciones en el juicio práctico (como la ropa no acorde a la temperatura).
  6. Problemas en el pensamiento abstracto.
  7. Colocar cosas en sitios extraños o colocarlas mal.
  8. Cambios en el estado de ánimo y la conducta.
  9. Cambios en la personalidad.
  10. Pérdida de la iniciativa.

Aún no existe un tratamiento eficaz para tratar o retrasar el Alzhéimer, algunas investigaciones arrojan luces de esperanza, pero hasta este momento la enfermedad de Alzheimer no tiene cura.