Cada año el bajo peso al nacer es uno de los indicadores que más inciden en la tasa de mortalidad infantil en la provincia de Holguín. De ahí el particular interés del sector de la salud pública por reducir este índice y por el seguimiento de las embarazadas, para que su gestación llegue a feliz término y prevenir así serias complicaciones en la vida materna e infantil.
Al cierre de 2024 en el territorio de los seis mil 968 nacimientos ocurridos, 590 nacidos vivos fueron bajo peso, lo cual representa un 8.47 por ciento.
Sobre cómo se trabaja en Holguín para reducir los factores de riesgos que más inciden en el bajo peso al nacer comenta el responsable del Programa de Atención Materno Infantil (Pami) en la Dirección General de Salud (DGS), doctor Alberto Rubén Piriz Assa, “para que la mortalidad infantil se mantenga regular en el tiempo se debe trabajar en el índice de bajo peso al nacer, porque si uno tiene este índice por encima de ocho, la tasa de mortalidad que exhibimos durante el año 2024 de 5.31 se puede considerar de suerte porque ese índice de bajo peso al nacer no asegura que esa tasa pueda ser inferior o cercana a cinco”.
Según aclara el especialista el bajo peso tiene tres componentes fundamentales: el niño que nace bajo peso antes de las 37 semanas, el que nace con una restricción de crecimiento y el que nace con una retención de crecimiento y fue pretérmino.
Hay elementos que la población tiene que conocer, que existen cuatro factores de riesgo que pueden ser mejorados e inclusive eliminados. Y esos factores de riesgo los vamos a trabajar desde la promoción y la prevención.
El primero son las edades extremas de la vida (las menores de 20 años y las que tienen más de 35 años) cuando en Cuba necesariamente los embarazos deben de ser planificados y deseados y no está sucediendo así. Los embarazos en Cuba son deseados pero no planificados aunque exista una consulta que se dedica a la planificación familiar y no la utilicen cuando su función más esencial es corregir todos los factores de riesgo modificables y controlar los no modificables, además de contar con los servicios de asesoramiento genético.
Igualmente preocupa que de los casi 600 bebés con bajo peso al nacer del pasado año, 465 (78.8 por ciento) presentaron restricción del crecimiento intrauterino, siendo únicamente los municipios de Gibara y Urbano Noris quienes cumplieron con los propósitos propuestos.
En cuanto a los factores modificables y aquellos que no pero pueden llevarse a cifras controladas, señala el también intensivista pediatra que “ese factor de riesgo de edades extremas está presente en el 22.6 por ciento de los niños que nacen bajo peso. Si a esta cifra se le suma el seis por ciento de los niños que nacen de madres de más de 35 años casi se llega al 30 por ciento. Este factor es modificable, o sea, se puede eliminar”.
“Otro radica en la captación de embarazo en la mujer con hábitos tóxicos ya sea alcohólica o fumadora o aquella que tiene otros hábitos tóxicos, lo cual es completamente modificable. Hay otros factores de riesgo que no se pueden erradicar y esos los controlamos como cuando una embarazada tiene poca ganancia de peso, la hipertensión arterial durante el embarazo, los antecedentes de preeclamsia y las anemias en el tercer trimestre”, concluyó.
Además se aprecian mujeres en edad fértil que tienen anemia y se realizan la captación de embarazo, eso es modificable. Se puede trabajar la anemia antes de concebir el embarazo para llegar a la gestación con una hemoglobina adecuada.
Otro elemento es la desnutrición por defecto o exceso y eso puede corregirse también. La peculiaridad de este tema es muy complejo donde lo ideal es individualizar el problema y cada caso para que el sistema sanitario en coordinación intersectorial pueda brindarle ayuda.
Si bien el bajo peso incide en todos los municipios holguineros, Calixto García, Cacocum, Antilla y Frank País muestran indicadores superiores a nueve. De ahí la necesidad de diseñar estrategias diferenciadas dirigidas al seguimiento a gestantes y lactantes que abarquen desde la Atención Primaria de Salud (APS) hasta la Atención Secundaria, en los hospitales provinciales.
Asimismo, este indicador, convertido en problema de salud es un propósito en el cual se trabaja sin descanso ante las posibles consecuencias tanto en la salud inmediata de los recién nacidos como en su desarrollo a largo plazo. En la medida en que se aborden sus causas se podrán mejorar los resultados de la salud materno-infantil.
Ciertamente ante fenómenos irreversibles como el envejecimiento poblacional es vital incrementar la natalidad, pero hay que tratar que ese aumento vaya aparejado con que la mujer en edad fértil que se embarace llegue a este estado en la mejor condición posible.
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