Si te digo el nombre Georgios Kyriacos Panayiotou quizás no sepas de quien te escribo, pero si lo menciono por el nombre de George Michel seguro que sabrás sobre la persona que te comento y es que recientemente se conmemoró un aniversario de su muerte el pasado 25 de diciembre y fue en el 2016 para mí unas de las navidades más tristes, porque este gran cantante a pesar de su fama, belleza y riqueza no dejo de ser un gran ser humano.
Durante muchos años los paparazzi lo perseguía a todos los lugares y la prensa especulaba sobre una posible homosexualidad y llegaron a publicar un incidente en un baño público en Nueva York, y luego sus problemas con el alcohol y las drogas.
Durante años, el mundo vio a George Michael como una estrella. Conciertos llenos. Éxitos mundiales. Fama. Pero casi nadie vio lo que hacía cuando no había escenario. Después de su muerte, comenzaron a salir historias que él nunca contó. Porque no quería que se supieran.
Una de ellas ocurrió cuando vio en televisión a una mujer llorar. Contaba que soñaba con ser mamá, pero no podía pagar el tratamiento que necesitaba. No pedía dinero. Solo estaba contando su dolor. Días después, recibió una llamada inesperada. Alguien había pagado todo su tratamiento. Sin nombre. Sin carta. Sin agradecimientos públicos. Ese alguien era George Michael.
Y no fue la única vez. Pagó rentas atrasadas de personas que estaban a punto de perder su casa. Ayudó a desconocidos a cubrir tratamientos médicos. Apoyó a personas sin hogar. Donó grandes cantidades de dinero, pero con una sola condición: que nadie lo supiera. Mientras millones lo aplaudían por su música, él ayudaba a otros en completo silencio.
Nunca lo usó para limpiar su imagen. Nunca lo convirtió en espectáculo. Nunca pidió reconocimiento. Por eso el mundo se enteró cuando ya no estaba. Y entonces quedó claro algo: su acto más grande no fue una canción, fue todo lo que hizo cuando nadie lo estaba mirando.
Hay personas que entienden algo que pocos comprenden: que el bien más verdadero es el que se hace sin testigos. Ese es el que habla cuando la vida ya guardó silencio.
Esta historia se basa en testimonios reales y reportes difundidos por medios internacionales tras la muerte de George Michael. Las acciones descritas corresponden a casos documentados de ayuda anónima, según pudo investigar este periodista en internet.
Lo cierto es que ahí están sus maravillosas canciones que no me canso de oír. George Michael logró 10 canciones número uno en la lista Billboard Hot 100 de EE.UU. y 13 canciones número uno en la lista de sencillos del Reino Unido. Entre sus sencillos más exitosos se incluyen «Careless Whisper», «A Different Corner», «I Knew You Were Waiting (For Me)», «Faith», «Father Figure», «One More Try», «Monkey», «Praying for Time» y «Freedom!».
Cuando el próximo diciembre de 2026 se cumplan los 10 años de su deceso vale siempre recordar a este hombre del mundo del canto por su marcado humanismo, cuando no escatimó en ayudar al enfermo y necesitado con la fortuna lograda por su gran talento como músico y cantante.
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