Las arbovirosis, en especial el virus del Chikungunya se ensaña con las edades extremas de la vida. Son los niños una de las poblaciones más afectadas en la actualidad. Esto preocupa tanto a las familias como a los profesionales encargados de su atención, ante los disímiles síntomas, manifestaciones y complicaciones que pueden llegar a poner la vida de un niño en riesgo por esta causa.
Para conocer cómo se comporta en el territorio de Holguín este virus en las edades pediátricas, el doctor Alberto Rubén Piriz Assa, responsable del Programa de Atención Materno Infantil (Pami) en la Dirección General de Salud (DGS), advierte sobre las principales cuestiones a tomar en cuenta. Explica que “Hay un alza de fiebre en la población pediátrica. Vamos a hablar específicamente de las arbovirosis que engloban una serie de enfermedades que afectan las edades extremas de la vida, fundamentalmente a niños muy pequeños, donde es prioritario tener en cuenta del valor de la fiebre, específicamente el virus de Chikungunya”.
“En este virus la fiebre en los niños pequeños y hasta los siete años es mantenida, durante las 24 horas del día, con una duración de tres a cuatro días. Es a partir del cuarto día cuando se comienza a ver un descenso en la frecuencia y en los grados de temperatura. La respuesta que normalmente los medicamentos antipiréticos le hacen a la fiebre prácticamente es nula, no responde a este tipo de tratamiento”.
En cuanto a algunos elementos novedosos sobre el comportamiento de este virus refiere el intensivista pediatra que “otro elemento que nuestra población tiene que conocer es que en el contexto de esta alza de arbovirosis, de síndromes febriles o febriles sin foco, las enfermedades que normalmente afectan a esta población no han dejado de existir. Por lo tanto, coexisten enfermedades infecciosas y estar asociadas a arbovirosis”.
“Lo anterior tiene un significado específico en aquellos niños más pequeños que no tienen su esquema de vacunación completo y pueden tener asociado algún factor de riesgo como haber sido bajo peso al nacer o haber nacido antes de tiempo, pretérmino. Cuando hay un grupo de pacientes enfermos que se extiende con determinada arbovirosis o enfermedad, ya el cuadro clínico que normalmente se presenta de esa enfermedad se va modificando. Nos podemos encontrar niños que al noveno día han presentado signos de complicación, lo cual normalmente después del quinto día comenzaba la recuperación y se iban hacia la curación. Y esto es importante. Los cuidados posconvalecientes al egreso del hospital. Ante cualquier alteración recomendamos que acudan a los servicios de salud”.
Existen múltiples ventajas de llevar a tiempo a los niños en busca de ayuda médica cuando comienzan los síntomas. Este principio puede marcar la diferencia en su estado de salud. El valor de acudir rápido al médico y no esperar que pasen los días es importante.
En ese sentido, el funcionario de salud enfatizó que “se ha montado un observatorio en el cuerpo guardia del hospital pediátrico Octavio de la Concepción y de la Pedraja y algunos niños están llegando al tercer día de presentar los síntomas. Recomendamos que acudan el primer día. Esto va a facilitar iniciar precozmente algún tratamiento para reponer las pérdidas de líquidos a través de los vómitos o las diarreas, cuadros por los cuales puede iniciarse la enfermedad”.
Algunas señales de alerta que pueden indicar la necesidad de iniciar con hidratación con sueros aclara el intensivista que “nuestra población entienda que hay momentos determinados en que el niño no se puede seguir hidratando por la vía oral, por la boca, y necesita de una vía intravenosa. Aquellos niños que se demoren en orinar más de cuatro horas en un signo de alarma, cuando mantienen los líquidos corporales secos, como dicen las madres. Específicamente los niños menores de tres meses se están comportando de una forma inusual, debutan con irritabilidad, con fiebre mantenida y se modifica la coloración de las dos piernitas, con parches azulosos, tipos de acrocianosis que están descritos en la enfermedad”.
Tiene mucha importancia cuando el niño deja de alimentarse como lo hace normalmente. Cuando esto se asocia a vómitos continuos son elementos a tener en cuenta para comenzar con la vía intravenosa, recalcó.
Con especial interés se debe extremar el cuidado en el último periodo de la gestación. Las embarazadas deben tomar medidas y cuidarse con el uso de medias, pantalones, repelentes porque días antes del parto si la madre tiene sospecha de arbovirosis, el bebé puede contagiarse en los primeros días de nacido.
No obstante, opina el doctor Piriz Assa que la batalla decisiva contra el Aedes no solo se libra desde los hospitales sino en el ámbito doméstico y comunitario, donde las acciones colectivas son la primera línea de defensa. Se debe convertir todo lo posible en salud y bienestar. El sistema de salud cuenta con los elementos necesarios para atender estas enfermedades en la niñez, con el mayor fundamento científico serán atendidos todos nuestros niños en las instituciones habilitadas para este fin, concluyó.
Ante las complicaciones que pueden traer consigo cualquiera de las arbovirosis en los más pequeños de casa, la pronta actuación familiar es determinante.
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