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Situación del sistema eléctrico en Cuba, un desafío complejo para su estabilización

El Sistema Eléctrico Nacional vive días de particular complejidad, como se informó este lunes en la Rueda de Prensa ofrecida por directivos del sector. El director adjunto de la Unión Eléctrica Omar Ramírez Mendoza explicó que la combinación de déficit de combustible y salidas imprevistas de unidades de generación térmica creó afectaciones significativas durante el pasado fin de semana, con una capacidad afectada que fluctuó entre 900 y 1 000 megawatts (MW) durante varios días.

Este escenario, que aún se mantiene, sin duda, tiene repercusiones en la población y en la dinámica económica del país, recordando la sensibilidad de nuestro sistema ante fallos técnicos y limitaciones de recursos agravadas por el férreo bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de los Estados Unidos, principal obstáculo para la adquisición oportuna de combustible y piezas de repuesto.

Las afectaciones técnicas reportadas en centrales eléctricas como Diez de Octubre, Antonio Maceo, Santa Cruz, Felton y Carlos Manuel de Céspedes, con fallos que van desde principios de incendio en calderas hasta roturas de compresores, evidencian el envejecimiento de parte del parque generador, lo que exige un mantenimiento constante y riguroso, tarea en la que trabajan sin descanso nuestros trabajadores del sector.

Frente a estas dificultades, no hay inmovilidad. La información proporcionada muestra un panorama claro de acciones y perspectivas. En el corto plazo, con la reincorporación de unidades como Céspedes 3, Felton 1 y Diez de Octubre 6, se estima una recuperación que permitirá disponer entre 1 100 y 1 300 MW durante el día y alrededor de 1 800 en el pico, lo que facilitará una mayor rotación de los circuitos y aliviará la carga sobre el sistema.

Mirada hacia adelante, el plan de recuperación es alentador. Para finales de este año está prevista la conclusión del mantenimiento de la Céspedes 4 y la incorporación de la unidad 2 de Santa Cruz, sumando capacidad firme al sistema.

Pero el horizonte más promisorio lo marca el impulso a las fuentes renovables de energía. La finalización de 37 nuevos parques solares fotovoltaicos, con una potencia aproximada de 2000 MW, se erige como un proyecto transformador. A esto se suma la llegada en el primer trimestre de 2026 de los primeros sistemas de acumulación con baterías, tecnología clave para dar estabilidad a la operación con energía solar y compensar sus variaciones, mejorando así la seguridad y confiabilidad de toda la red.

La situación actual, aunque difícil, es enfrentada con transparencia, explicando sus causas y, sobre todo, mostrando el camino de la solución. El esfuerzo del país es intenso: por un lado, se trabaja en la reparación inmediata de las unidades averiadas y en la búsqueda de soluciones de abastecimiento; por otro, se acelera la estrategia de cambio de matriz energética, que a mediano y largo plazo dotará a Cuba de un sistema más resiliente, limpio y soberano.

Son momentos que exigen, una vez más, la comprensión y el apoyo de nuestro pueblo, conocido por su capacidad de resistencia y su confianza en que, trabajando unidos, se superan las adversidades. El camino no es fácil, pero está claramente trazado: estabilizar el sistema térmico en el corto plazo mientras se construye, aceleradamente, el futuro energético renovable de la nación.