Monumento a Lucía Íñiguez Landín
Monumento erigido a Lucía Íñiguez, en la Plaza de la Revolución Calixto García, de Holguín. Foto: Tomada de Radio Juvenil

Lucía Íñiguez, corazón indómito que late en la mujer holguinera

Cada 8 de diciembre, Holguín no solo recuerda sino que revive a una de sus hijas más emblemáticas: Lucía Íñiguez Landín. Su natalicio trasciende la efeméride para convertirse en un espejo vivo donde se refleja la mujer cubana de hoy. Su legado no es una reliquia del pasado, sino la brújula moral que guía el presente.

Lucía Íñiguez LandínLa valentía que la llevó a salvar a su hijo Nicolás vistiéndolo de mujer frente al enemigo, o a proclamar con inigualable orgullo «ese sí es mi hijo, muerto antes que rendido», es la misma fibra que en la actualidad teje la resistencia y el compromiso de la mujer cubana.

En el Holguín actual, su espíritu perdura en el trabajo silencioso y firme de maestras, doctoras, científicas, trabajadoras agrícolas y dirigentes. Mujeres que enfrentan los desafíos diarios con la misma entereza y dignidad que caracterizaron a la patriota.

El «Libro de Honor»: un pacto vivo con la historia

Este compromiso se ritualiza cada año, desde 1997, en la ceremonia cívica del «Libro de Honor ‘Lucías de Hoy’ «. Mujeres holguineras destacadas en la salud, la producción, la educación y la defensa firman sus páginas, suscribiendo un pacto personal y colectivo con los principios que defendió Lucía.

Esta tradición, respaldada por la Federación de Mujeres Cubanas, el Partido Comunista de Cuba y el Gobierno en el territorio, demuestra como su herencia se institucionaliza y multiplica. Al honrar a las «Lucías contemporáneas», se afirma que el patriotismo es una actitud vigente, que se expresa en el servicio diario a la sociedad y la Revolución.

Recordar a Lucía Íñiguez es, sobre todo, una responsabilidad con el futuro. Su vida es un material pedagógico indispensable para formar a las nuevas generaciones en los valores de la independencia, la dignidad a toda costa y el amor a la Patria.

Que su ejemplo siga siendo, hoy y siempre, la semilla de donde broten las acciones más nobles de nuestra sociedad. Porque en cada mujer holguinera que persevera, crea y defiende lo suyo, late aquel corazón indómito que no conoció el rendimiento.