Delsina y Liliana, guerreras siemprevivas

Delsina Cocrent Rodríguez y Liliana Isabel Suárez Leyva son mujeres fuertes, guerreras, siemprevivas. No todas las que han enfrentado el cáncer de mama han sobrevivido para contarlo. Ellas sí, por eso cada 19 de octubre, Día Mundial de lucha contra esta enfermedad visten de rosado, en solidaridad con quienes les conviven con ese diagnóstico y ante la necesidad de frenar la  incidencia de esta localización oncológica y prevenir muertes prematuras por esta causa. Con el propósito de que les sirva a otras mujeres de inspiración cuentan su historia.

¿Cómo llegó el cáncer de mama a su vida?

Delsina: “Ya hace 16 años. Recuerdo que fui a casa de unas amistades, me senté en un balance y me fui para atrás. Como reacción me puse la mano en el seno y me di cuenta que ahí tenía una bolita. Entonces rápidamente una amiga me dice -pero tienes que ir al médico. Y lo hice, fui al médico, aún estaba vivo el doctor Pedro Fernández Sarabia, un gran mastólogo y al hacerme la prueba y llevarle el resultado él me dice que debo operarme y luego pasar por un tratamiento”.

“Al ponerme nerviosa como todo ser humano me llevan con la psicóloga y cuando estoy allí le digo ya yo sé el proceso que llevo y tengo que enfrentarlo, no me queda de otra. Así fue, me hicieron el tratamiento, me dijeron que iban a hacerme una conservadora. El 26 de mayo del 2009 me operaron y extrajeron el nódulo para evaluarlo, le hicieron la biopsia en frío y dio positivo. Y entonces me operan cuatro días después. Luego vino la quimioterapia y la enfrenté sin problemas”.

Liliana: “Tengo una historia diferente a la de Delsina, nunca me palpé nada. Hace tres años aproximadamente estaba bañándome y simplemente el seno se me empezó a poner rojo, como si hubiera cogido sol en la playa. Conversé con unas amigas a las que les debo mucho, al igual que a mi hermana y a mi madre. Ellas me acompañaron y empecé este proceso duro”.

“Cuando el médico me vio sabía por la coloración del seno y demás de qué se trataba. A mí me mandaron a hacer una prueba que se hace en la misma consulta, tuvieron que hacérmela varias veces porque no daba resultados pero ellos estaban conscientes de que sí. Cuando dio positivo me sometieron a un proceso donde empecé con sueros, me pusieron cuatro de los llamados rojo, aquellos que más deterioran físicamente, por los malestares que provocan”.

“Soy una mujer bastante fuerte, nunca me los tuvieron que suspender, cada 21 días los pusieron sin problema. Después de eso me pusieron cinco sueros más llamados blancos. Luego fui operada, con mastectomía desde el inicio y luego me pusieron seis sueros más divididos en sesiones de dos cada 15 días y posteriormente la radioterapia.”

“A veces la gente dice que el cáncer de mama no es el peor porque tiene cura y es verdad, pero es un proceso bien desgastante, no solo para las que lo padecen sino también para la familia y amigos”.

¿Qué impacto causó en usted y en su familia la noticia del diagnóstico?

Delsina: “Para mí fue muy fuerte por eso me llevaron con la psicóloga pero pronto entendí que debía enfrentar el proceso. El día que estaba en la sala preoperatoria coincido con el joven que me había buscado para llevarme con una psicóloga, él era estudiante Medicina y esta vez él era paciente, estaba en el salón conmigo para operarse de tiroides. Eso me da más fuerza para enfrentar el momento, verlo a él tan joven que tenía que operarse. Y todos me ayudaron, el médico, las enfermeras y tengo mucho que agradecerle a mi familia, a mis amistades que se portaron, y se siguen portando muy bien. Eso me ha dado mucho valor en la vida porque veo que no estoy sola”.

Liliana: “Al principio me negaba a creer. Siempre he sido una mujer bien activa y eso me fue paralizando. No asimilaba ni aceptaba la noticia. Yo decía que no lo tenía. Pero luego me di cuenta de que estaba en mí, que a una también puede tocarle. Un diagnóstico de este tipo te hace crecer, te fortalece y enseña a valorar más la vida”.

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Cada año las Siemprevivas desfilan en Holguín a favor de la vida. Foto: Maylín Betancourt Verdecia

¿Cómo se siente ser una sobreviviente del cáncer de mama?

-“Me siento muy bien y agradecida con los médicos, a la vida y sobre todo con Dios y con todo aquello que de una forma u otra ha estado presente en mi vida para ayudarme, para alegrarme en mis momentos difíciles que los he tenido”.

Liliana: “Llevo dos años y medio de operada, estoy bien, tengo consultas cada tres o cuatro meses y en todas he salido bien. Se lo agradezco primero que todo a Dios y a tantas personas que me enseñaron que la vida importa, por los demás y por ti. Cada minuto cuenta”.

¿Qué recomiendas a las mujeres para detectar lo antes posible el cáncer de mama?

Delsina: “A todas las mujeres le digo que se evalúen ellas mismas a la hora de bañarse, a la hora de acostarse porque todo a tiempo tiene remedio. Llevo unos 17 años y estoy sana.  Disfruto cada momento y le digo a todas que cuando tengan una situación la enfrenten que piensen – el día mañana voy a estar mejor y aunque no tengan aparentemente por quién enfrentar la vida, lo hagan por ellas mismas porque vale la pena”.

Liliana: “Yo le digo a las mujeres que no solo se revisen cuando se sientan algo. Que se mantengan atentas a ellas porque las mujeres frecuentemente nos ocupamos más de la familia que de nosotras mismas y cualquiera puede tener cáncer o cualquier otra enfermedad que cogida a tiempo puede tener un resultado más satisfactorio”.

¿De qué manera usted se siente comprometida con esta fecha para cada año unir su voz a las Siemprevivas?

-“Participo todos los años en el desfile de las Siemprevivas. Es un buen momento para volvemos a ver. Nos reunimos, somos felices y vemos cómo nos acompañan oncólogos, psicólogos, psiquiatras y otros profesionales de la salud pública, la Federación de Mujeres Cubanas y las nuevas generaciones en esta lucha por la vida”.

Este cáncer impacta de manera desbastadora a nivel personal, social y económico. Como en la mayoría de los casos no duele, está ahí, el autoexamen es una acción que cobra gran importancia.

Más del 70 por ciento de los cánceres de mama son detectados por la propia mujer, entonces mucho podemos hacer las holguineras para detectarlo a tiempo y ser diagnosticadas.

En Holguín se diagnostican como promedio alrededor de 300 nuevos casos por año. Si bien nadie quiere oír hablar del cáncer de mama, existe y golpea a cientos de personas. Aunque el examen por sí solo no  determina la presencia de este cáncer sí puede ser el punto de inicio para buscar ayuda especializada. Se trata de acudir al médico para  ganar tiempo a favor.